Después de tanto tiempo...
Hazel
8 años después...
Me despierto por los fuertes llantos de Dylan. No se en que momento decidí tener a esta criatura, aunque aun así lo quiero mucho.
—Mami —balbucea entre llantos.
Me levanto de la cama, en la cual solo estaba yo. Pierre ya se fue a no se donde, como siempre.
No es sorpresa que no este. Siempre me hace lo mismo, me deja con Dylan y el se va, aunque no es tan malo, así no tengo que aguantar sus malos tratos.
—¿Que pasa, mi amor? —tomo a la criatura que salio de mi cuerpo hace poco más de un año.
—Mami —dice entre lágrimas, aferrándose a mi con fuerzas, como si su vida dependiera de aquello.
Poco después se empieza a tranquilizar, para luego ponerse a jugar con mi pelo.
—Tienes suerte de ser muy lindo, eh —le doy un beso en su cabecita.
El si es muy lindo, tiene el pelo pelirrojo, por alguna razón que desconozco, también tiene pecas por todo el cuerpo al igual que yo, ojos verdes y es bastante grande para su edad, aunque eso no me sorprende, porque yo soy alta y Pierre igual.
Mide 1.98, es un poste de luz.
Y que yo sepa Dylan es de el.
Al principio dudaba que fuera de el, porque o sea no tienen nada en común, y no es como que no me hubiera acostado con otros hombres y mujeres, así que les hice un examen de ADN sin que el supiera y si, es su hijo.
Me salve de muchos problemas.
—Mami —balbucea metiéndose mi pelo a la boca.
—Oye, mi pelo, Dy —le quito mi pelo dela boca, haciendo que se meta ahora su mano a la boca—. ¿Tu tienes que tener algo en la boca siempre no?
El balbucea algo que no logro entender, para luego tocarme la cara con las misma mano que se metió a la boca.
Nadie me dijo que ser mamá es tan antihigienico.
—Mami —me agarra la cara para darme un beso en la nariz.
Por cositas así me gusta mucho ser mamá.
Me voy hasta el sillón que hay en la pieza del hotel, y me siento con Dylan en mis brazos.
Hace dos días que volvimos, ahora nos quedamos en un hotel. Volvimos para un evento importante que hay, con pura gente rica. Pierre insistió en venir a hacer negocios, y a mi no me quedo otra que aceptar.
Aunque también me beneficia un poco, puedo hacer negocios y vender mis pinturas. Últimamente me ha estado yendo muy bien.
También vino Miranda, mi mejor amiga, quien también vino por negocios y a ver el país, así que nada.
Me alegra volver a ver a Theo y a Saúl, pero yo se que Noah va a estar ahí. Me enteré hace poco que salió de la universidad y ahora es una de las mejores abogadas de la firma de su papá, o sea que si o si va a estar ahí.
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Estamos destinadas a perder | Estamos destinadas a ganar
RomanceHazel esta segura de que su último año será igual de aburrido que todos los otros y que le irá igual de mal en el ámbito académico. El voleibol, los libros y la pintura es lo único que le importa, nada ni nadie más, aparte de sus amigos. Noah, aunq...