Estamos destinadas a perder | Estamos destinadas a ganar

Capítulo 10

10. Fuera de clases

Hazel

Saltarme clases ya se a vuelto costumbre.

La verdad es que ya no me importa si apruebo o no, lo único que quiero es disfrutar mi último año de escuela.

Pero a mis queridos amigos si les importa mucho sus notas, así que no quieren acompañarme a hacer cosas divertidas.

Ahora me encuentro debajo de un árbol, el cual esta bastante escondido.

Me estoy leyendo un libro, el cual yo se que es triste, pero aun así me gusta sufrir.

—Oye. —escucho que me llaman a mis espaldas. —Oye pecas.

—¿Pecas? —pregunto divertida.

—Si, o sea tienes pecas, muchas pecas. —responde Noah sentándose a mi lado. —¿No deberías estar en clases?

—Si, se supone que debería, pero no tengo ganas de escuchar a la profe de historia hablar de mierdas que no me importan. —cierro el libro que tenía en la mano sin antes colocar los post it en la página en la que iba para que no se me pierda. —¿No se supone que tu también deberías estar en clases?

—Supones bien, pero tampoco tenía ganas de ir a clases. —responde mientras observa el libro que estaba leyendo. —¿Porque pones esos papelitos y rayas los libros? —pregunta apoyándo su espalda en el árbol.

—Es para marcar las cosas que me gustan o cualquier estupidez que me guste.

—Que aburrido. —susurra cerrando los ojos. —¿No te da sueño leer?

—No.

—A mi si me da sueño. —susurra.

La ignoro y vuelvo a abrir mi libro y continuo leyendo. Ella se queda ahí en el suelo tirada con los ojos cerrados sin decir nada.

Solo se queda ahí sin decir nada ni hacer nada.

Ella es un misterio, hay muchas cosas que quiero saber de ella, pero que me da miedo preguntar. Somos amigas, pero no cercanas, pero la curiosidad es muy grande.

Hay muchas cosas que dicen de ella y me da curiosidad todo lo que hace.

La forma en la que Saul habla de ella, hace que me de curiosidad. El habla de ella con miedo, siempre me ha dicho que no es una buena chica, pero no se, ella es bastante buena, por lo que he visto.

—¿En que piensas? —pregunta haciendo que me voltee a verla. —hasta acá me doy cuenta que no estas leyendo el libro.

—No se, en cosas supongo. —respondo. —¿Y tu?

—Que se yo.

—¿Cuando vas a dejar de ser tan malhumorada? —pregunto.

Ella solo alza los hombros.

—Pecas —me llama—¿Quieres venir conmigo a un lugar?

—Depende. ¿que lugar?

—Solo ven conmigo. —se levanta y agarra su mochila—¿Vas a venir?

—Bueno, ya que. —me levanto del suelo. Comienzo a guardar todas mis cosas en mi mochila y ella me espera pacientemente.

—Ya, estoy lista.

—Bien.

Ella comienza a caminar hasta la salida de la escuela, ella no mira atrás, tampoco me habla, solo se mantiene callada mientras camina.