20. Con el corazón roto.

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Amelia

Tenía que hacerlo con el corazón roto.

Era algo que me había quedado claro estos días.

No quería fallarle a Lauren, no quería que su muerte se olvidará y que no hubiera justicia para ella y para Judith.

Lauren me había pedido entregarles aquella carta a sus padres y recordarles que ella los amo y eso era algo que planeaba hacer.

No pensaba quedarme de brazos cruzados esperando ver quien más moriría. Tenía claro que quería irme de aquí y hacer justicia.

Pero si quería hacer eso, tenía que ser rápida, tenía que hallar la manera de irme de aquí lo antes posible, eso implicaba hacerlo con el corazón roto tras la muerte de Lau.

Quería llorar, quería llorar como lo hice con la muerte de Judith, pero cuando estás en una situación como la mía eso es algo que no te puedes permitir.

Estaba recostada en el pecho de Noah, el me traía tanta paz y tranquilidad en estos días tan horribles. El no se separaba de mi en ningún momento, supongo que era porque creía que en momento me podía desmoronar y quería estar ahí para mi.

Si lograba irme de aquí tenía claro que iba a extrañarlo muchísimo, no lo odiaba, empatizaba con el, entendía que habían sido las circunstancias de la vida lo que habían traído hasta aquí.

Noah jamás me había tratado mal, y aunque no éramos una pareja oficial me había hecho sentir mejor de lo que muchos no habían podido jamás.

Sus besos que me hacían sentir en la luna, dormir entre sus brazos haciendo que me sintiera protegida, sus profundos ojos azules que me hacían perderme, cocinar con el. Una parte de mi no quería aceptarlo, pero estaba empezando a querer a Noah, y tal vez, solo tal vez no estaba preparada para dejarlo ir.

Una idea descabellada paso por la cabeza.

—Noah— llame su atención.— ¿Por qué no nos vamos de este horrible lugar?

Tal vez podía irme, pero no sola, tal vez Noah podía irse conmigo, iba a tratar de convencerlo de que se fuera conmigo.

—¿Qué estás queriendo decir Amy?— me miró con atención y curiosidad.

—Tu sabes que odio todo esto, odio esta clase de vida, pero adoro los momentos que pasamos juntos, adoro estar a tu lado. ¿Por qué simplemente no nos vamos a un lugar alejado de todo esto? Se que tú también odias hacer lo que haces. Podríamos irnos, lejos, muy lejos, una ciudad nueva para los dos, seríamos felices solo tu y yo— trate de convencerlo, con un brillo en los ojos en señal de la esperanza que tenía.

Vi como Noah se detenía a pensar lo que le dije, me levanté solo para sentarme en su regazo, era la primera que lo hacía, pude ver cómo se sorprendió pero no me alejo.

—Me encantaría Amy, enserio me encantaria— hizo una pausa antes de seguir y puso sus manos en mi cintura, acercándome más a el— Pero es algo que no puedo hacer. Prácticamente estoy bajo la mira de aquel señor que se me acerco aqueya vez en la cena. Si dejo esto así, como así levantaría sospechas y no nos dejarían en paz, tendrían el miedo de que delataramos algo confidencial ante la policía y nos buscarían hasta encontrarnos, no sabemos de lo que son capaces, no solo te pondría en peligro a ti, si no también a mi madre. Son las dos mujeres que más me importan y no pienso ponerlas en peligro.

Sus palabras destruyeron toda esperanza que tenía de irme con el.

—Entonces, prácticamente estas atado a esto de por vida ¿No es así?— dije con lastima.

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