5. Supervivencia en la oscuridad.

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Amelia

Todo lo que ellos dijeron se quedó grabado en mi cabeza, jamás hubiera imaginado que mi cumpleaños acabaría así.

Ojalá le hubiera hecho caso a mi instinto, ojalá jamás hubiera ido a ese maldito antro. Por mi culpa mis amigas y yo estamos aquí.

Si le hubieran dicho a mi yo de hace años que esos niños que jugaban con ella en el parque se convertirían en personas horribles jamás lo hubiera creído.

—Tenemos que hacer algo para salir de aquí— Escuché la voz de Judith.

No pude ver su rostro pues ellos habían apagado la luz pero podía recordar donde estaba.

—Quiero volver a casa, quiero volver a mi madre...— Está vez el llanto de Sarah era lo que se oía.

—No puedes permitirte ser débil, no en este momento, así que por favor, no llores Sarah— le pidió Melanie con frustración.

—Entre todas tenemos que buscar una solución para regresar a nuestras casas— hablo Sidney con esperanza.

—Yo las metí en esto y les prometo que encontraré la manera de sacarlas de esto— les prometí tratando de sonar segura.

—No te culpes Amy, para nada nos metiste en esto. Todas vamos a encontrar la solución, estoy segura— me contestó Lauren intentando calmarme.

—La única solución que yo veo es que les hagamos caso y aceptemos que está es nuestra nueva realidad— manifestó Melanie sonando normal.

—¿Estás loca? ¡Nos tienen secuestradas! ¿¡Que parte de eso no entiendes— Judith remarcó con enojo.

—¡Nuestra vida era una mierda aún cuando no estábamos aquí! ¿Que tiene de diferente?— expresó Melanie gritando.

—¡La diferencia es que éramos libres Melanie! ¿¡En serio te divierte que estemos aquí?!— gritó Judith aún más fuerte que Melanie.

—Ya dejen de pelear es lo último que necesitamos— intervino Lauren sonando cansada.

Se empezaron a escuchar pasos en las escaleras y todas nos quedamos calladas, la luz se encendió dejándonos ver qué era Thiago. Traía seis platos de comida que parecían ser de la que era enlatada.

Puso los platos enfrente de cada una y todas nos quedamos confundidas cuando se dió medio vuelta con intención de irse.

—¿Como carajos se supone que vamos a comer? Te recuerdo que estamos atadas.—Le remarcó Judith.

—Eso es problema de ustedes— contesto sin interés.

Ni siquiera volteo a mirarnos, siguió su paso y salió de ahí.

Fue hasta ese momento que mire a mis amigas a detalle y el sentimiento de culpa se duplicó.

Melanie tenía el cabello muy alborotado, además uno de los tirantes de su corset estaba roto y el pequeño sacó que llevaba estaba destrozado.

Estábamos atadas de manera en la que nuestras manos estuvieran alzadas.

El top de Sidney estaba suelto de la parte de abajo y eso hacia que una pequeña parte de su busto se viera.

Lauren había optado por llevar el cabello recogido, el cabello ya estaba todo deshecho, además de que su labial estaba corrido.

Creo que Judith es a la que mejor le estaba yendo, ella había optado por llevar ropa comoda y lo único que pude percatar de ella era su cara de terror.

Al contrario Sarah era a la que creo que peor se fue, todo su maquillaje estaba corrido y además estaba batallando para que su vestido no se subiera, pues de por si ya era demasiado corto.

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