19. Por favor, tu no.

88 8 14
                                    

Amelia

Noah y sus secuaces incluyendo a las que antes les llamaba mis amigas como Melanie y Sidney habían salido de manera misteriosa, ni siquiera lo note.

No era la primera vez que se ausentaban de esa manera, tenía la sospecha de que siempre que se iban así hacían cosas de criminales, aunque no entendía porque Melanie y Sidney iban si ellas no formaban parte del grupo.

Lauren estaba en la habitación de Sarah junto a la mencionada, habían sido unos días muy difíciles para ella, la sentía tan apagada que no me despegaba de ella en ningún momento.

De mi parte estaba en la sala buscando como loca cualquier cosa como un juego de mesa que pudiera distraer a Lauren. Escuché un estruendo atrás de mi, como si algo de metal se hubiera caído.

—Ups— Escuché la voz de James.

Voltee para ver qué sucedía. James estaba recogiendo un cuchillo que se le había caído.

Normalmente cuando Noah salía a una de sus misiones ultra secretas dejaba alguien para cuidarnos y que no escaparamos, antes lo hacía el mismo Pero supongo que ser jefe era mucho más trabajo.

Está vez le había tocado a James, pero si no era el era Liam, siempre era uno de ellos dos.

—¿Para que quieres un cuchillo?— Le pregunté, en realidad no era de cocinar o a algo así como para que tuviera uno en mano.

—¿Miedo?— levanto sus cejas y se acercó a mí.

—¿Miedo? ¿De ti? Para nada, si eres como un angelito que no rompe ningún plato— conteste con ironía.

El Soltó una carcajada.

Aveces sentía que James era el más zafado de todos. Tenía una seria obsesión con los cuchillos y a veces hacía comentarios medio psicópatas.

Se acercó más a mi y paso levemente la punta del cuchillo por mi cuello.

—Las personas no siempre son lo que aparentan— susurro en mi oído con voz escalofriante, seguido dejo de pasar el cuchillo por mi cuello— Pero tienes razón, no planeo hacerte daño, Noah me mataría de una manera muy traumática si te toco un solo pelo— hizo una pausa antes de seguir hablando— Y me caes bien,  no tengo ninguna razón para matarte.

—¿Te caigo bien? No sabía que alguien en esta vida te caía bien— respondí sarcástica pero a la vez sorprendida.

—Solo el 5% de la gente me cae bien— levanto los hombros— los demás son personas falsas. Y el mundo está lleno de personas hipócritas.

—si lo está. Empezando por Melanie y Sidney.

—De Melanie di lo que quieras, pero a Sidney no la insultes— me señaló tratando de ¿Amenazarme?

—¿Te gusta Sidney?— mi voz era un tono lleno de sorpresa— ¿Y eso fue una amenaza?— está vez dije confundida.

—No, gustar es demasiado para un caballero sin corazón como yo— está vez fue el quien hablo con ironía— Simplemente es atractiva—se detuvo un momento y después siguió hablando— Y no es una amenaza ¿Cómo podría amenazar yo a la novia del gran jefe Noah? Es más un favor, no la insultes, por lo menos no enfrente de mi.

No sé espero a que yo contestara algo, se dió media vuelta y se marcho mientras tatareaba una canción.

Definitivamente James era mi loquito del centro favorito.

Nisiquiera recordaba la razón por la que había bajado a la sala, por lo que volví al cuarto de Sarah.

Nos la pasamos platicando tratando de evitar tocar el tema de Frank, hasta que escuchamos la puerta principal de la cabaña abrirse, Sarah se fue para ir a recibir a su novio, Liam.

FAVORITE CRIME Donde viven las historias. Descúbrelo ahora