✩
↷ ♡̷̷ Advertencia: Mención de armas blancas, smut, violencia No romantizada.
Pero así como esa mezcla de emociones se quedó grabada en las líneas de mi cerebro, también retuve un "Recordaré esto" de su parte, cerrando con broche de oro una noche que pudo ser más catastrófica.Amenaza o no, mis días siguieron transcurriendo con relativa calma, por supuesto; en la medida de sus posibilidades.
Satoru me había dado autorización de visitar a mi hermano dos veces a la semana y extrañamente, cumplió su palabra sin obsesionarse con eso de "abrir la boca de más". Aún no comprendía que pretendía exactamente con mantenerme a su lado, no era una mujer a la que le creyeran fácilmente, y aunque ese fuera el caso
No había fuerza en esta tierra que pudiera atravesar su barrera intangible.
¿Gustarle? Se escapaba de mis posibilidades, y eso era decir mucho porque nunca me he considerado una persona desagradable de ver, pero verlo rodeado de las mayores excentricidades me exigía suprimir mis alucinaciones y mantener los pies en la tierra.
Ese albino es tan indescifrable como magnético.
Me causa cierta repulsión que probablemente es tan jodidamente engreído porque lo mimaban antes de que pudiera hablar, seguramente su primera cuchara fue de diamantes y solo tal vez.. es alguien que nunca pudo ser olvidado.
¿Cómo podría?
—Tómala —Suguru quiebra mi esfera de pensamientos deslizando un arma desde el otro lado del escritorio.
Mi ceño se contrae mientras intercaló la mirada entre él y el objeto ahora a mi alcance. —¿Por qué me darías un arma?
Observa desorientado a su al rededor, como si tuviera la fe de que alguien más hubiera escuchado la misma tonta pregunta. —Es obvio, para que la uses —Una sonrisita se forma en sus finos labios, sus ojos se agudizan más ante ella.
—Mhm, esa no suena a una buena idea —Envuelvo el arma entre mis dedos, examinándola detalladamente. —No si a la persona a quien se la entregas esta exiliada de su libertad —Juego con ella apuntándola débilmente en su dirección.
Él levanta ligeramente las manos en rendición. —En todo caso, yo no soy la persona a quien quieres asesinar. De hecho Satoru me pidió que te la entregara
—Tienes razón, pero aún así estás de acuerdo con eso.. —Vuelvo a dejar la pistola sobre la mesa y la arrastro ruidosamente hasta él. —No la quiero, probablemente tenga un truco para explotar cuando apriete el gatillo.
ESTÁS LEYENDO
𝑫𝒂𝒓𝒌𝒄𝒚𝒂𝒏
Fiksi Penggemar❦ 𝐁𝐮𝐬𝐢𝐧𝐞𝐬𝐬, 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚. Satoru G. controla el inframundo de los negocios ilícitos; con un alma excéntrica y una caótica naturaleza que desencadena lo peor de aquello que lo rodea. "La encarnación del diablo en piel de ángel, con lengua afil...