❦ 𝐁𝐮𝐬𝐢𝐧𝐞𝐬𝐬, 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚.
Satoru G. controla el inframundo de los negocios ilícitos; con un alma excéntrica y una caótica naturaleza que desencadena lo peor de aquello que lo rodea.
"La encarnación del diablo en piel de ángel, con lengua afil...
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Suena| Yung & beautiful
Demasiado temeraria, una chica muy estúpida.
Cegada por lo que un día me consumió, pero la neblina que rodeaba mis pupilas es cada vez menos blanca, menos narcótica y destructiva. Los colores hoy vibran en mi visión, en especial todos los tonos de negro, su paleta de colores.
Qué bonito color, que bonito cabello, que bonitas manos benditas que me envuelven con delicadeza, como si para Yuta no fuera más que un frágil artefacto sagrado.
He llevado el camino de la imprudencia al arrastrar estos sentimientos de vuelta, bombeando de la misma manera que hace tres veranos. Mi maldito verano dorado con él.
Cuando éramos eternamente salvajes y nuestra única preocupación era que el sol llegara a su declive. Decirle adiós a su cuerpo después de las noches insensatas y las luces de la ciudad reflejándonos siendo uno desde la ventana de su habitación.
"No importa si estamos separados.. recuerda que siempre somos uno. Mi dulce A."
Estamos a mediados de julio, misma estación, diferentes circunstancias. No estamos juntos, y tampoco espero que eso suceda pronto. Lo primordial es sacar los rastros de insuficiencia que semana tras semana se limpian de mi cuerpo, como una restauración de células.
Algunos dicen que ocurre cada 7 años, otros aseguran que no existe tal cosa donde la piel olvide y que siempre se conservará algo de lo que solíamos ser, pero no sanar es impredecible cuando se trata de tu primer amor curándote las heridas.
Él revivió mi maldito corazón.
Después de esa noche pálida en el club, Yuta me llevó hasta la puerta de mi casa asegurándose en todo instante que estuviera en mis sentidos como se lo prometí antes de irnos del departamento de Nobara.
Él me escribió al llegar a la suya, diciendo que aunque seguía preocupado por mí no podía sacarse de la cabeza el tiempo que llevaba sin sonrosarse, y que se sentía estúpido por no saber cómo debería actuar ante eso.
