Entre Notas Y Carreras (Lando Norris) 🏎️🧡

Capítulo 9: Confesiones bajo las Estrellas

El día de la carrera estaba cargado de emoción y adrenalina. Sofía, vestida con un conjunto elegante y cómodo, estaba en la zona VIP, cortesía de la marca de maquillaje que la había invitado. Con su cámara en mano, realizó varios videos y fotos para las redes sociales de la marca, mostrando su entusiasmo por el evento y la vibrante atmósfera del circuito de Mónaco.
"¡Hola a todos! Estoy aquí en el Gran Premio de Mónaco. ¡Es increíble estar aquí y ver la emoción de la carrera! No puedo esperar para compartir más con ustedes", dijo Sofía en uno de sus videos, sonriendo a la cámara mientras el rugido de los motores resonaba en el fondo.
Con su trabajo para la marca completado, Sofía se dispuso a disfrutar de la carrera. Se acomodó en su asiento y dejó que la emoción del evento la envolviera. Los autos zumbaban por la pista, y el ambiente estaba cargado de tensión mientras los pilotos luchaban por la victoria.
Charles Leclerc dominó la carrera, cruzando la línea de meta en primer lugar, seguido de cerca por Max Verstappen. Lando Norris, con una actuación impresionante, se aseguró el tercer puesto, desatando la ovación de los fanáticos.
Al terminar la carrera, las celebraciones comenzaron. Sin embargo, antes de unirse a la fiesta, Sofía tuvo que asistir a una reunión de cierre con la marca de maquillaje. A las 12 de la noche, llegó al club donde se celebraba la victoria de Charles Leclerc. El lugar estaba repleto de gente celebrando, con música y luces creando un ambiente electrizante.
Sofía buscó a sus amigos en el bullicioso club y finalmente encontró a Carmen y Alexandra en una mesa junto a George Russell, Charles Leclerc, Carlos Sainz, y otros pilotos que aún no conocía bien, como Fernando Alonso, Yuki Tsunoda y Sergio "Checo" Pérez.
-¡Sofía! ¡Aquí!- gritó Carmen, saludándola con entusiasmo. -¡Qué bien que llegaste! Te perdiste algunos momentos divertidos, pero la fiesta apenas empieza-.
Sofía se unió al grupo y saludó a todos con abrazos y sonrisas. Charles estaba en el centro de atención, recibiendo felicitaciones de todos lados. La conversación fluyó fácilmente, y pronto Sofía se sintió envuelta en la energía contagiosa de la celebración.
Lando, notando la llegada de Sofía, se acercó con una sonrisa. -¡Sofía! Qué bueno verte. ¿Cómo estuvo la reunión?-
-Fue bien, gracias. Pero me alegra estar aquí ahora-, respondió Sofía, devolviendo la sonrisa. -¡Felicidades por el tercer lugar! Hiciste una gran carrera-.
-Gracias, fue un día emocionante. Pero ahora es tiempo de celebrar-, dijo Lando, su sonrisa se ensanchó.
La música cambió a un ritmo más movido, y el grupo se dirigió a la pista de baile. Lando y Sofía bailaron juntos, riendo y disfrutando de la noche. Sofía le enseñó algunos pasos de baile latino, y Lando, aunque inicialmente torpe, se fue soltando y pronto estaban disfrutando del baile, riendo y divirtiéndose juntos.
Después de un rato, la noche avanzó y la música y las bebidas no paraban. Sofía, sintiéndose un poco mareada, decidió ir al baño. Carmen, notando su estado, la siguió y la ayudó a sostenerse mientras Sofía vomitaba en uno de los baños del club.
-Necesitas descansar, Sofía-, dijo Carmen con preocupación. -Voy a buscar a Lando para que te lleve de vuelta al hotel-.
Lando, un poco ebrio pero aún en control, se acercó cuando Carmen lo llamó. -¿Qué pasa?-
-Sofía no se siente bien. Necesita descansar. ¿Podrías llevarla al hotel?-
-Claro-, respondió Lando, colocando un brazo alrededor de Sofía para ayudarla a salir del club. -Vamos, Sofía. Te llevaré de vuelta-.
El camino al hotel fue un poco borroso para ambos. Lando y Sofía se apoyaban mutuamente mientras caminaban por las calles de Mónaco. Finalmente, llegaron al hotel donde se estaba quedando Sofía. Lando la ayudó a entrar en su habitación y la acompañó hasta la cama.
-Gracias, Lando-, murmuró Sofía, sintiéndose un poco mejor pero aún mareada.
-No hay de qué. Solo quiero que estés bien-, respondió Lando, sentándose a su lado.
El silencio se instaló entre ellos, roto solo por la suave respiración de Sofía. Lando, sintiéndose valiente por el alcohol, decidió romper el hielo. -Sofía, tengo que decirte algo...-
-¿Qué pasa?-preguntó Sofía, mirándolo con ojos entrecerrados.
-Me gustas, Sofía. Más de lo que debería-, confesó Lando, sus palabras ligeramente arrastradas por el alcohol. -No quería admitirlo porque no quiero complicar nuestra amistad, pero... es la verdad-.
Sofía lo miró, sorprendida pero también aliviada. -Lando... yo también siento algo por ti. No sé qué es, pero hay algo-.
Lando sonrió, y en un impulso, se inclinó hacia ella y la besó. Fue un beso suave, tierno y lleno de promesas no dichas. Sofía respondió al beso, dejándose llevar por el momento.
Cuando se separaron, ambos se miraron, sus rostros iluminados por una mezcla de emoción y confusión. -Deberíamos descansar-, susurró Lando, acariciando suavemente el rostro de Sofía. -Hablaremos de esto mañana-.
-Sí, mañana-, asintió Sofía, sus ojos cerrándose mientras el cansancio y el alcohol la vencían.
Lando la arropó cuidadosamente y se sentó en una silla cerca de la cama, velando su sueño. Mientras la observaba, no podía evitar sentir que este era el comienzo de algo nuevo y emocionante entre ellos.

Pero lo que Lando no sabía es que probablemente la Sofía de mañana no se acuerde de absolutamente nada de lo que sucedió en el hotel....