Capítulo 18

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Ochako

Después de colgar aquella llamada, sonreí con ternura, saber de ella en esta primera semana que estaba fuera era un alivio, no iba a mentir en que sí estaba un poco molesta de que no me haya dicho nada, pero después al ver las noticias y ver como las recibían y todo, me dejó más tranquila, además era obvio que después de eso tendrían una agenda bastante apretada.

Volví a la sala de estar, había estado allí antes de que ella llamara, solo me retiré un momento a mi habitación y darnos privacidad. Sonreí al ver al cenizo tan enérgico discutiendo y probando quién era el mejor en beber cerveza junto a nuestra invitada.

-¡No me superarás, maldita extra! -chillaba.

-¡Cielos! ¿Eso es lo que dices cuando sabes que vas a perder? -decía ella con burla.

-¡Ni una mierda!

Él se empinó dos vasos de una y con una sonrisa maliciosa miró a su contrincante, la verdad me sorprendía que después de haber terminado 12 botellas, ninguno cayera.

-Katsuki, creo que deberías parar -reí viendo como su rostro empezaba a enrojecer.

-¡Un carajo! -bufó mientras seguía viendo a nuestra invitada- ¿Y bien? ¿2 vasos más es demasiado para ti?

-Claro que no, querido -sonrió- es más, tienes que doblar la cantidad de ahora y no sé si lo soportes.

Ella bebió los dos vasos del reto y luego tomó dos más como si fuese agua, vi como el cenizo entraba en un pánico interno ya que él tendría que mejorar esa marca y al parecer ya le estaba haciendo efecto toda esa cerveza.

-Eres una perra...-susurró.

-Cállate, Katsuki -lo regañé- por favor, discúlpalo Kizuki, él siempre es así.

-No te preocupes, Ochako -ella me sonrió más- estoy a punto de ganar.

Kizuki es una chica que conocimos de casualidad en una fiesta con Mina y Yaomomo, tuvimos una química bastante buena entre todas y la unimos a nuestro grupo, esta semana nos habíamos reunido varias veces y lo pasábamos de maravilla, esta vez lo hicimos algo más privado y junto a Bakugou compramos cerveza y comida para entretenernos los tres, a su manera, el cenizo me indicaba que le había agradado y que su presencia no era despreciable.

-Eres un bruto -dije suspirando mirando al cenizo.

-¿Pudiste hablar bien con tu amiga? -preguntó ella con inocencia en sus palabras.

-Ah...si -sonreí- aunque no es mi amiga, en realidad es mi novia.

-¿¡Tu novia!? ¡Eso es genial! ¿Dónde está ella ahora?

-Tuvo que viajar por trabajo a Corea del Sur, su trabajo es algo demandante en ese sentido.

-La perra loca esa es una desgraciada...-balbuceó el cenizo- se manda a cambiar solo porque tiene dinero...

-Cállate de una vez -lo miré enojada- no es eso, su trabajo es así y lo entiendo, me estoy adaptando a estas circunstancias.

-Pero una relación a distancia, ¿No te da miedo? -dijo ella- personalmente, soy más de piel y me gusta estar con mi pareja la mayor parte del tiempo, sin interrumpir sus actividades, claro.

-¿Tú tienes a alguien? -pregunté curiosa, a lo que ella me miró con una extraña expresión.

-Tuve una relación con una chica hace unos años, pero no funcionó, desde ahí que no he salido con otra persona, siento que ninguna puede ocupar su lugar. Si tuviese la oportunidad de volver a estar con ella, la tomaría sin duda, pero sé que me odia y es mejor dejarlo así.

¡Oye, chica!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora