Capítulo 24

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Ochako

Después de aquella tarde en mi casa, regresamos a la de Toga, pero antes de irnos me llenó de amor el hecho de que mi madre y ella se abrazaron con mucho cariño mientras esta le daba un pequeño postre para traer. No entendía lo que había ocurrido entre ellas, pero parecía que todo estaba bien ahora, mientras ella no llorara estaría tranquila.

De vuelta el ambiente fue mucho mejor, pero al acercarnos a la casa de la rubia, vimos un tumulto de gente, muchos con cámaras y otros que parecían ser periodistas. Dios, eran tan tarde ¿y aún así van a molestar a estas horas?

-No puede ser -suspiró Toga molesta- no tengo ganas de hablarles, mucho menos hacer que mi madre salga.

-¿Cómo entraremos entonces? -dijo Camie.

-Podemos hacerte camino -dijo Bakugou- o por alguna puerta de atrás, yo que putas sé.

-¿Harías eso, Bakugou?

La rubia lo miró con algo de ternura y él chasqueó su lengua avergonzado, sabía que la ayudaría, sonreí con malicia.

-Vamos, así puedes golpear unos cuantos periodistas, sería un sueño.

-Claro que sí -sonrió de forma burlona mientras se bajaba del auto y caminaba hasta la puerta de la rubia- cuando quieras, maldita loca.

Camie bajó también y los flash de las cámaras no tardaron en llegar, pude ver su emoción y cómo sonreía entre apenada y halagada, muchos periodistas se les acercaron pero ella evitó amablemente dar alguna declaración.

-¿Estás lista?

Sonreí mientras tomaba la mano de Toga, ella me correspondió pero al momento en que Bakugou abrió su puerta, quitó su mano lo más rápido posible, como si yo le quemara o algo así. Eso...sí que dolió...

-No es momento todavía- susurró colocando su expresión más seria.

"¿Hice algo mal?" Pensé cuando la vi salir, esperé que avanzara un par de pasos junto al cenizo y luego salí, me junté con Camie para caminar tras de ellos, a pesar del momento algo incómodo me divertía ver como el cenizo le sacaba de encima tanto a periodistas como fotógrafos, tras varios empujones muchos decidieron que no era una buena idea acercarse a ese "nuevo guardaespaldas" que la chica traía. Ella iba sin expresión alguna, no traía mascarilla o algo, por lo que se mantuvo implacable hasta que logramos entrar todos a la casa. Allí fuimos recibidos por su madre.

-Dios, esos periodistas han estado aquí desde la tarde -dijo algo exaltada- que bueno que pudieron llegar sin problemas.

-La verdad es que Bakugou ayudó bastante -Toga sonrió al fin- muchas gracias.

-¡Keh!

Apartó su mirada avergonzado mientras Camie se colgaba a uno de sus brazos con una sonrisa.

-Ha sido un gusto verla, señorita Toga -le dijo Camie con una sonrisa- pero ya debemos irnos o esta gente no las dejará tranquilas.

-Muchas gracias Camie, y a tu chico también, espero verlos pronto por aquí nuevamente.

Su sonrisa era sincera y tranquila, una expresión muy distinta a la que mostró el primer día.

Cuando los chicos se fueron, la madre de Toga se retiró a su habitación, y pensaba que nosotras también iríamos a la suya, pero la rubia no tenía eso en mente.

-Iré un momento al dormitorio de mis padres -dijo- ve primero, no tardaré mucho.

Asentí sin decir palabra y fui a su habitación, me estiré en su gran cama mientras esperaba, abrazaba mis piernas, aquella reacción me había dejado un poco triste y desconcertada. ¿No era momento? ¿Qué tenía de malo?

¡Oye, chica!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora