Dos amigas, un sueño, diferencias, costumbres y problemas.
Ambas tienen en mismo sueño, pero lo quieren diferente, sus costumbres son desiguales y con diferentes creencias, los problemas nunca faltan sobre todo cuando se trata de amor.
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Arianna.
No quiero caer otra vez, si me rompe el corazón otra vez me veré obligada a decirle cuánto dolor me causo al estar imaginando un reencuentro bonito con él. Sin embargo mi corazón no deja de latir con fuerza sabiendo que lo tengo en mi casa queriendo hablar conmigo, no tengo idea para que quiso venir pero estoy segura de que algo me quiere decir, no sé si es algo bueno o si es malo. Deseo que sea lo primero.
—¿Podemos hablar en privado?—Pregunta ignorando a Sarahy.
—Claro.., vamos para afuera—Camine hasta la puerta, abrí de esta y salí.
La hora del almuerzo paso, no almorcé mientras que mis hermanos si. Agradezco que Sarahy los halla hecho dormir o seria un escándalo tenerlos despiertos.
Mire la calle, está más desolada que el desierto. Lo digo no por que este seca sino por lo sola que está, cualquiera le da miedo pasar por aquí.
Klei apareció detrás de mi dando cierta distancia entre los dos.
—Necesito hablar contigo.
¿Miedo? Si tengo mucho miedo a lo que diga. ¿Quiero saber? Estoy entre si y no.
—Habla.
—Mira esto no es fácil—Empieza con lentitud—. Yo siempre me he guardado las cosas por medio a como reaccionen, pero como tú lo dijiste primero ya se tu reacción.
¡Ay Dios mío!
—Me gustas, Ari—Baja la cabeza—Si, me gustas.
¡Ahhh!
Me quiero morir ¡Ayuda!.
—¿No vas a decir nada?.
Reaccione.
—Aah disculpa, perdón. No me lo esperaba de verdad, bueno y ¿Que quieres que diga?.
Me mira a mis ojos y inclina la cabeza para dar dos pasos hacia mi y quedar en poca distancia.
—Quiero estar contigo, Ari.
Yo también pero no puedo.
—Aah, es lindo que quieras estar conmigo pero ¿Que pasará cuando te vallas a la universidad?.
—Seguiremos hablando, no pienso dejarte ir. Si es necesario te esperaré a que te gradués del liceo.
No puedo, quiero decir basta. Si es un sueño quiero despertar porque quiero llorar, ha pasado mucho tiempo que he deseado esto y ahora que puedo tenerlo me doy cuenta que no puedo aceptar por miedo a lo que digan mis padres.
—¿Me esperaras?.
—Si es necesario—Me recuerda.
—Creo que será muy necesario, te irás del estado para estudiar mientras que yo estaré aquí esperando a tu regreso. Lo prometo.
