Aves de amor (pt 2)

503 71 13
                                    

DowBaStan
Advertencia: La primera parte la pueden encontrar en el primer libro (o leerlo esto como un capítulo totalmente aparte) ✨️

Steven y tu ya llevaban viviendo juntos un buen tiempo, incluso habían adoptado un perro, un gato y también tenían peces.

Se habían mudado a una casa en un barrio algo alejado de la ciudad para más tranquilidad, pero que estaba bien ubicada por lo que sus trabajos no estaban tan lejos.

Recientemente habían notado que estaban apareciendo más aves, y cuando encontraban algunas croquetas de la comida de su perro o gato en el patio, se agrupaban y las comían.

Es por eso que un día Steven y tu se pasaron toda la tarde haciendo casitas para aves para ponerlas en un árbol en su jardín y así llenarlas de comida para ellas.

Esa mañana te despertaste y te diste vuelta en la cama para abrazar a Steven, sin embargo frunciste el ceño al no verlo ahí, y las camas de su perro y gato también vacías.

Soltaste un pesado suspiro y pasaste ambas manos por tu rostro antes de sentarte en la cama y luego levantarte poniéndote una sudadera de Steven tomando tu teléfono antes de salir.

Cuando llegaste a la cocina viste desde la ventana a Steven junto al árbol poniendo comida para las aves con su perro junto a él moviendo la cola, y su gatitx estaba dentro durmiendo en el sillón.

Una gran sonrisa se formó en tu rostro, y saliste de la casa para acercarte viendo que habían varios colibríes alrededor, incluso Steven tenía uno en la cabeza y no pudiste evitar recordar el día en que se conocieron durante ese recorrido en el santuario de aves años atrás.

Sacaste tu teléfono y le tomaste un par de fotos mientras él no se daba cuenta.

–Okey amiguitos... creo que ahí hay suficiente para todos...–Murmuró una vez dejó comida en todas las pequeñas casas que habían.

–¿Cuidando de tus hijos?–Le preguntaste con una pequeña risita.

–¡Querida! ¡Ya despertaste! Mi idea era hacer esto rápido y llevarte el desayuno a la cama, pero cada vez llegaban más y más y al final me distraje.–Te dijo con una pequeña sonrisa viendo a los colibríes comer, y al que estaba en su cabeza lo vio volar hacia una de las casitas.–Parece que les gusta pararse en mi cabeza.

–No los culpo, tu pelo es muy suave.–Le dijiste con una risita quitando una pluma de su cabello y tirándola al suelo mientras su perro se iba a jugar por ahí.–¿Sabes? Verte así me hizo recordar al día que nos conocimos.

–Ese fue el mejor día de mi vida...–Dijo embobado mientras dejabas tus manos en sus hombros.–Osea todas las aves se me vinieron encima, pero al menos eso me hizo ganar una cita contigo.

–Si, y una vida entera juntos, más un perro, un gato, unos peces y más aves.–Le dijiste haciéndole reír antes de acercarse y besarte con ternura.

–Si alguien me hubiese dicho que solo por ir y que se me pararan aves encima iba a recibir todo esto, no lo habría creído. Pero me alegra haber ido esa vez.–Te dijo viéndote con una sonrisa dejando su mano en tu cadera para acariciar la zona con ternura.

–A mi también me alegra haber ido ese día.–Dijiste sin dejar de sonreír antes de acercarte para besarlo otra vez.–Pero ya fue suficiente comida para aves, yo también tengo hambre y no de semillas.

–¿Qué te gustaría comer? Quizás podría hacer panqueques, o waffles, o los dos...–Dijo tomando tu mano para caminar dentro de la casa, y una vez en la cocina guardó el pequeño saco con semillas.

–Los panqueques no se escuchan nada mal...–Le dijiste abrazándolo por la espalda caminando junto con él que empezó a buscar las cosas que iba a necesitar.

–¡Genial! Entonces así puedo probar este molde para panqueques.–Dijo emocionado sacando un molde en forma de colibrí para luego cuando hiciera los panqueques en la sarten, quedaran con esa forma.

–Me encantas tanto, Steven Grant.–Le susurraste al oído dejando un beso en su mejilla.

–T-tu también me encantas, mon amour...–Dijo con las mejillas sonrojadas sintiendo que se derretía en tus brazos.

Reíste ligeramente y besaste su mandíbula para luego apoyar tu mejilla en su hombro y cerrando los ojos sin alejarte de él, mientras Steven comenzaba a preparar el desayuno.

Moon Knight VIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora