Prólogo: Marc no se ha estado sintiendo bien después de su ruptura, especialmente luego de haber ido a una misión a Chicago, y ahora lo único que quiere es ir a su hogar... solo quiere estar contigo.
Advertencia: Marc y la rayis son exes, un poco triste por el bien de la trama pero con final feliz.
Marc siempre había tenido esa sensación en el pecho de que cuando se sentía mal (lo cual era un sentimiento constante), cuando estaba cansado, o simplemente quería desaparecer por un segundo, quería ir su hogar.
La cosa es... ¿alguna vez había tenido un hogar?
Esa pregunta se la hacía constantemente. Su casa de cuando era niño hace mucho que había dejado de ser su lugar seguro, incluso el hogar que alguna vez compartió con Layla no se sentía como tal ya que Marc le mentía mucho, no le contaba sus cosas y debía mantenerse firme y casi que poner una máscara frente suyo para no mostrarle cómo era en realidad.
Es por todo eso que lo más cercano que tenía a un hogar, o lo que le daba esa sensación de estar en su hogar, es cuando le cedía el control a Steven. El británico (y ahora Jake) era la única constante en su vida que sabía sin importar qué, siempre iba a estar ahí.
Steven era todo lo que Marc siempre deseo poder llegar a ser, es por eso que él era lo más cercano que tenía a un hogar.
Eso, hasta que te conoció a ti.
Sin embargo como siempre, Marc saboteó su propia felicidad a pesar de todo lo que Steven y Jake le decían de quedarse contigo, que los tres te amaban, etc.
Habían pasado semanas, tres meses para ser más exactos, desde que Marc rompió su relación contigo. Sin embargo ahora que iba sentado en un incómodo asiento de avión, alguien roncando a su lado, un bebé llorando en el fondo y con todo su cuerpo adolorido (el traje lo sanaba pero aún así le dolía todo) por la misión que tuvo que ir a hacer la ciudad de su infancia, lo único que deseaba era poder estar contigo.
Marc encendió su teléfono y vio tu foto en el fondo de pantalla que no tuvo el valor de cambiar, y un nudo se hizo en su garganta.
Inhaló profundamente y luego dirigió la vista al brazalete que tú misma les hiciste y ninguno de los tres quiso quitar, y en ese instante supo que necesitaba volver contigo.
No podía seguir ni un día más sin ti, sin su hogar.
Ni bien el avión aterrizó, Marc tomó su maleta y se subió a un taxi dándole la dirección de tu departamento, a pesar de que eran las 4am.
Mientras iba en el taxi, Marc movía su pierna ansioso y de brazos cruzados tratando de pensar en qué te iba a decir. No te había visto en todo ese tiempo, no te había escrito, no te había llamado, cero contacto. ¿Cual excusa debía poner?
Cuando el taxi lo dejó afuera del edificio, Marc le pagó y tomó su bolso para entrar y subir hasta tu piso.
Una vez fuera de tu puerta, se quedó unos momentos ahí debatiendo internamente qué hacer, aún no era tarde para darse media vuelta y fingir que nada había pasado, sin embargo se moría de ganas por estar contigo.
Ya sin pensarlo más, tocó el timbre y se quedó esperando.
Pasaron unos minutos y no hubo respuesta, por lo que algo inseguro volvió a tocar el timbre, y frunció el ceño al escuchar un fuerte golpe adentro donde suponía que probablemente te habrías caído de la cama.
–¡YA VOY!–Te escuchó gritar molesta del otro lado, antes de acercarte más a la puerta.–¿Qué pasa? ¿Quién es?
–Ah... hola... perdón por la hora... s-soy yo, Marc.–Dijo tragando saliva nervioso jugando con sus manos.
Del otro lado frunciste el ceño y pronto todo el sueño que tenías se fue.
Trataste de arreglar un poco tu cabello, y luego abriste quitando los seguros de la puerta que Marc había instalado cuando aún estaban juntos.
–Marc... hola...–Dijiste ligeramente boquiabierta al verle ahí.
–Y yo me preguntaba donde la había dejado.–Te dijo con una pequeña sonrisa señalando a su playera que estabas usando.
–¿Qué haces aquí?–Le preguntaste aclarando tu garganta e ignorando su comentario para evitar la incomodidad de ello.
Marc inhaló profundamente bajando la vista hacia sus manos, y al verle a la cara pudiste notar lo cansado y triste que se veía, tenía ojeras, estaba algo más delgado y se notaba que no había dormido en días.
–¿Marc qué te pasó?–Le preguntaste frunciendo el ceño preocupada dejando tu mano en su brazo.
–En Chicago. Khonshu me envió a una misión.–Dijo levantando la vista hacia ti con los ojos llenos de lágrimas y una pequeña sonrisa.–Acabo de llegar del aeropuerto y... y-y mientras venía en el avión yo... y-yo quería... quería venir a casa... tú eres mi hogar, T/N.
Inhalaste profundamente al verle así antes de soltar un pesado suspiro, sin embargo le acercaste a ti y le diste un fuerte abrazo.
Marc dejó ir el aire que no sabía que estaba conteniendo y se abrazó a ti como si su vida dependiera de ello tratando de pegarse imposiblemente más a ti hasta que no quedara ni un solo centímetros de distancia entre ustedes dos.
Cómo pudiste entraste su maleta ya que él no te soltaba, y cerraste la puerta cuando ya los dos estuvieron dentro mientras acariciabas con una mano su cabeza jugando con su cabello, y la otra la dejabas en su espalda.
–Lamento haberte alejado, lamento todo lo que dije, las estupideces que hice, T/N por favor perdóname, yo no... nunca... nunca había sentido tanto por nadie, nunca había sentido algo así de fuerte por alguien...–Dijo alejándose un poco para verte a la cara apretando tu (su) playera en sus puños en tus caderas con miedo a que si te soltaba, te irías para siempre.
–Está bien Marc, te perdono. Pero si queremos que las cosas funcionen bien esta vez, tienes que dejar que me acerque, tienes que hablar conmigo, confiar en mi.–Le dijiste tomando su rostro con ambas manos para acariciar sus mejillas.
Marc asintió sin poder decir ni una sola palabra y que no se le rompiera la voz, y tú sonreíste limpiando unas pequeñas lágrimas en sus mejillas.
Finalmente ya sin ya querer esperar más, Marc se acercó y te besó con mucha delicadeza llevando sus manos para sujetar tu rostro muy suavemente, disfrutando de la sensación de tus labios contra los suyos otra vez.
Volviste a abrazarlo mientras Marc escondía su rostro en tu cuello, y sus brazos los mantenía alrededor de tu cintura para dejarte cerca suyo.
–Hace un rato cuando llamé a la puerta... ¿te caíste de la cama?–Te preguntó cuando estuvo más calmado con una pequeña sonrisa en el rostro, y alejándose un poco para verte a la cara.
–Me enredé en las sábanas...–Murmuraste avergonzada bajando la vista, y Marc soltó una pequeña risita.
–Perdón por llegar así sin más en la madrugada.–Se disculpó acariciando tu mejilla y viéndote con un brillo en sus ojos.
–No pasa nada, pero mejor ven conmigo y vayamos a dormir que enserio lo necesitas, ya más rato te puedes dar una ducha y me cuentas todo.–Le dijiste con una sonrisa tomando su mano para guiarlo a tu habitación.
Marc sonrió y se acercó para abrazarte por la espalda mientras avanzaban a tu cuerto, dejando besos en tu cuello sin querer alejarse de ti otra vez.
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Moon Knight VI
Fanfiction🌘Sexto libro de Moon Knight (pueden encontrar los demás en mi perfil, y ser leídos por separado) 🌗Contiene oneshots, reacciones, etc 🌕Utilización de pronombres femeninos 🌔(*) en el titulo significa contenido sexu*l explícito 🌓Este libro contien...