Moon Knight VI

Truenos y relámpagos

Prólogo: Le tienes miedo a las tormentas y los chicos recién se vienen a enterar ya que no llevaban tanto tiempo juntos.

Dayy_Schnapp

Steven estaba recostado junto a ti en su cama leyendo un libro ya que no podía dormir, aunque más que estar leyendo estaba distraído con el hecho de que estabas durmiendo junto a él y no podía borrar la sonrisa de su rostro.

No llevabas tanto tiempo saliendo con los chicos, por lo que aún habían muchas cosas que no sabían de ti, ni tu de ellos. También habían cosas que seguían siendo nuevas para ustedes, como el hecho de que te quedaras a dormir en su departamento, a pesar de que les dejaba una sensación de calidez en el pecho saber que estaban junto al otro.

Afuera estaba lloviendo muy fuerte, las gotas de lluvia chocaban con fuerza contra las ventanas por el viento, además de los pequeños truenos de vez en cuando.

Steven parpadeó un par de veces confundido luego de haber leído toda una página sin realmente entender nada, por lo que tuvo que empezar de nuevo al estar tan distraído.

Un fuerte relámpago seguido por un trueno se escuchó afuera provocando que dieras un salto y despertaras de una vez, causando que Steven también se asustara por tu repentino movimiento.

–¡Querida me asustaste!–Exclamó con una pequeña risita dejando el libro a un lado, sin embargo al voltearse frunció el ceño al ver tu expresión asustada.–¿Qué pasa? ¿Estás bien?

–Está lloviendo demasiado fuerte...–Dijiste en voz baja sentándote en la cama volteando el rostro hacia la ventana.

Antes de que Steven pudiera decir algo, se escuchó otro trueno muy fuerte haciéndote dar un salto y que llevaras tus manos temblorosas a tus oídos.

–¿Steven qué pasa? ¿Por qué está así?

–Oye la dama está demasiado inquieta...

–Querida, ¿te encuentras bien?–Te preguntó preocupado dejando su mano en tu espalda, sin embargo soltó un sonido de sorpresa cuando te volteaste hacia él y lo abrazaste con fuerza escondiendo tu rostro en su pecho, dejándolos recostados a ambos.

Steven tragó saliva nervioso y preocupado, sin embargo no dijo nada y solo comenzó a jugar con tu cabello y con su otra mano empezó a acariciar tu espalda para tratar de calmarte, sintiendo como tus manos se aferraban a su playera y tu respiración estaba algo acelerada.

–Ya... shhh... no pasa nada querida... no estás sola, estoy aquí contigo...–Te dijo con voz suave dejando un beso en tu frente.

Nuevamente un trueno sonó afuera haciendo que te acurrucaras aún más hacia Steven, y fue ahí que los tres se dieron cuenta de lo que pasaba.

–A la madre... le dan miedo las tormentas...

–Wow pero que gran descubrimiento, ¿Acaso te llamas Cristobal Colón?–Dijo Marc desde el espacio mental, y Steven prácticamente podía imaginar a Jake rodando los ojos.–¡Pues claro que les tiene miedo! ¿O por qué más crees que estaría así?

–Ay yo no sé pinche cabron, nunca he tenido una relación seria ni tampoco paso tanto tiempo en control como pa' saber todo. Y cuidadito con tu tono mira que te doy un solo putazo y—

–Sé que es tonto... ni siquiera sé por qué me dan miedo las tormentas...–Dijiste en voz baja provocando que los otros dos se quedaran en silencio, mientras tú aún no te atrevías a ver a Steven a la cara.–Osea la lluvia es linda... pero cuando hay truenos y relámpagos...

–No es tonto, querida... y créeme que te entiendo, a Marc tampoco le gustan.–Te dijo con suavidad tomando tu rostro con ambas manos y alejándote para verle a la cara.–No tienes por qué avergonzarte, ¿si? Podemos... podemos hacernos compañía cuando hayan tormentas si quieres.

–No tienes que tomar el control si no quieres Marc...–Le dijiste en voz baja haciéndole sonreír, y se acercó para besar tu frente limpiando unas cuantas lágrimas con sus pulgares de tus mejillas, y luego volvió a abrazarte acercándote aún más a él.

–Estoy bien aquí contigo... no me voy a ir a ninguna parte.–Te susurró con una sonrisa.

Un trueno más pequeño sonó a la distancia sin embargo les hizo dar un pequeño salto a los dos, lo cual luego les hizo reír y se acurrucaron aún más hacia el otro cerrando los ojos para intentar dormir más tranquilos estando juntos.