Moon Knight VI

Tu decisión

Prólogo: Quedas embarazada y debes tomar la decisión de si quieres tenerlo o no, y cuando decides que lo mejor es que no, los chicos te apoyan al 100%.

VDowney_1989
Advertencia: Embarazo (la rayis decide no tenerlo).

Habían pasado un par de días desde que te habías enterado de que estabas embarazada, y la verdad es que por más que querías alegrarte, te estaba costando.

Tener hijos nunca había sido tu prioridad y la de los chicos tampoco por lo que la noticia les tomó por sorpresa, sobre todo porque siempre se cuidaban.

Los tres, Marc, Jake y Steven te aseguraron de que esta era una decisión que debías tomar tu y solo tu, y que ellos siempre te apoyarían en cualquier cosa que decidieras, lo cual era un gran alivio saber que contabas con su apoyo.

–¿Marc? ¿Estás muy ocupado?–Le preguntaste apoyándote en una de las estanterías del pequeño departamento, viendo hacia donde él estaba terminando algo de su trabajo en tu laptop en la mesa de la cocina.

–No, no, ¿Estás bien? ¿Pasó algo?–Te dijo haciendo las cosas a un lado y levantando la vista inmediatamente hacia ti.

–¿Están los tres aquí?–Volviste a preguntar algo insegura acercándote para sentarte frente suyo.

–Veeerga, parece que es seria la cosa...

–¿Será que ya tomó una decisión?

–Si mi amor, estamos los tres.–Te dijo con una sonrisa girándose en tu dirección.

–Bien... que bueno porque... es que... e-es que ya tomé mi decisión...–Le dijiste con una sonrisita algo aliviada, pero a la vez aún nerviosa sentándote derecha en tu silla.

–Eso es bueno, te escuchamos.–Dijo ofreciéndote una sonrisa amigable para tratar de calmar tus nervios.

–B-bueno yo... creo— no, yo sé que lo mejor es que de momento no... n-no tener este bebé...–Le dijiste en voz baja viéndole a los ojos, mientras Marc tenía su atención puesta en ti.–La verdad no creo que sea el momento indicado, no hace mucho nos mudamos juntos, cada uno está enfocado en su trabajo, además el espacio no es muy grande aquí y siéndoles sincera no creo que esté lista para eso... al menos no ahora...

–Si... pienso lo mismo que tu, yo... yo tampoco creo que esté listo, al menos hablando por mi mismo.–Te dijo con una pequeña sonrisa tomando tu mano en la suya para acariciarla con ternura.–Además... tres papás en uno es algo complicado de entender para un niño...

–Si, puede que si...–Reíste ligeramente al igual que él viendo hacia sus manos unidas  antes de volver a levantar la vista hacia sus ojos.–¿Qué hay de Steven y Jake? ¿Qué... qué piensan ellos?

–Pienso que tienes razón, mon amour. Es verdad que cada uno está en momentos importantes en sus trabajos, y si de verdad quisiéramos tener un bebé, entonces hay muchas cosas que deberíamos resolver primero. Como ir a terapia por ejemplo, Marc, Jake y yo aún nos estamos acostumbrando a convivir los tres así, y tener un bebé sin resolver al cien por ciento nuestra situación no es muy bueno, o-o al menos eso pienso yo.–Te dijo Steven con una sonrisa jugando con tus manos y viendo con un brillo en sus ojos.–Y no te preocupes que vamos a estar contigo cuando tengas tu cita con el doctor, y siempre.

Una gran sonrisa se formó en tu rostro e inhalaste profundamente tragando el nudo en tu garganta al ver que te apoyaban, y pronto llevó su mano a tu mejilla para limpiar una lágrima, y cuando volviste a verle a la cara te encontraste con Jake viéndote con una sonrisa.

–No tiene que preocuparse dama, nosotros siempre vamos a estar aquí para apoyarla en todo. Esta es una decisión suya y solo de uste', al final es su cuerpecito el que va a cambiar y es uste' quien se iba a llevar la parte más pesada de todo esto.–Te dijo acercándose su silla hacia ti para abrazarte dejando un beso en tu cabeza.

–Gracias... a los tres...–Dijiste en voz baja escondiendo tu rostro en su cuello.

–Uste' no tiene que agradecernos por nada mi vida, siempre nos va a tener al trío de pensejos aquí con uste'.–Te dijo haciéndote reír ligeramente, antes de posar ambas manos en tus mejillas y alejándose para verte a la cara.–Mientras uste' esté bien, entonces nosotros también. No se imagina cuanto la amamos mi dama.

–Yo también los amo.–Le dijiste sin poder dejar de sonreír, antes de volver a besarlo con ternura.