Moon Knight VI

Ropa de los chicos

Prólogo: Los chicos nunca te habían visto usar su ropa debido a tus inseguridades, y cuando lo hacen no pueden creer lo hermosa que te ves.

@Brilhosouza
Advertencia: Aquí la rayis es plus size e insegura de su cuerpo (No lo hago con la intención de ofender, pero si alguien se siente mal, les pido disculpas desde ya, esa nunca va a ser mi intención ✨️)

Los chicos sabían que eras insegura acerca de tu cuerpo, y es por eso que siempre trataban de animarte a probar cosas nuevas, te ayudaban con tu autoestima y siempre se la pasaban dándote elogios para que esas inseguridades fueran disminuyendo poco a poco.

La noche anterior Marc te había invitado a cenar a su departamento donde finalmente te quedaste y pasaron cosas.

En ese momento Jake se dio vuelta en la cama aún dormido y estiró su brazo para buscarte junto a él sabiendo que te habrías quedado, sin embargo frunció el ceño y se apoyó en su codo viendo que no estabas ahí.

–Chingada madre.–Se quejó molesto quitando las sábanas y frazadas de encima suyo con fuerza, y se puso su ropa interior antes de pasar ambas manos por su rostro.

Salió de la habitación en dirección a la cocina, sin embargo se quedó inmóvil a mitad de camino al verte de espaldas a él preparando el desayuno.

–¿Está... de verdad está...?

–Si... de verdad la está usando...

Ambos, Marc y Steven estaban igual de sorprendidos que Jake y sin palabras en el espacio mental, mientras que el otro no podía apartar la mirada de ti.

Nunca, en casi todo el año completo que llevabas saliendo con los chicos te habían visto usando ropa suya. NUNCA.

Jamás habías querido ponerte sus playeras o chaquetas, no porque te faltaran ganas, al contrario, te morías por hacerlo, sin embargo tus inseguridades eran mucho más fuertes y eso siempre te frenaba.

Hasta ese momento.

Te habías puesto una camisa de Jake sin nada más que tu ropa interior debajo, y los tres estaban perdiendo la cabeza ante la vista frente a ellos.

Cuando te volteaste para dejar un plato con pan tostado y huevos revueltos sobre la isla de la cocina, diste un pequeño salto al verlo de pie ahí observándote.

–¡Jake! Me asustaste...–Reíste ligeramente llevando una mano a tu corazón dejando el plato en la encimera.–No esperaba verte hoy pero que bueno que estás aquí, justo había terminado de preparar el desayuno. ¿Te hago un café?

–¿Y eso que se puso mi camisa, mami?–Te preguntó con una sonrisita ignorando tu pregunta y acercándose a ti.

–A-ah... si... perdón es que... e-es que no encontré mi ropa y como tu camisa fue lo primero que vi... p-pero ya me la voy a cambiar.–Le dijiste algo nerviosa tratando de pasar por su lado, sin embargo Jake te tomó de la cintura y estrelló sus labios con los tuyos sin darte tiempo de reaccionar a nada.

–Que ni se le ocurra.–Te dijo en voz baja rozando sus labios con los tuyos apretando tus caderas con sus manos.–¿Tiene uste' alguna idea de lo preciosa que se ve con mi camisa? De ahora en adelante cuando esté aquí no va a usar más su ropa, solo la nuestra, ¿me escuchó?

–P-pero es que no me queda bie—. Ni siquiera alcanzaste a terminar de hablar, cuando Marc tomó el control y te volvió a besar.

–Ni siquiera te atrevas a terminar esa frase. Te ves muy hermosa, lo único que acabas de hacer es provocar que nos enamoráramos aún más de ti.–Te dijo con una gran sonrisa acariciando tus mejillas con sus manos.–Aunque es justo que como pasaste la noche conmigo, sea MI playera la que uses, no la camisa de Jake.

Marc te ofreció una sonrisita y te tomó de la mano para llevarte a su habitación hasta llegar junto al escritorio de Steve donde su playera estaba en la silla, y comenzó a desabrochar los botones de la camisa.

–¿M-marc qué haces? N-no creo que me vaya a quedar tu—. Le ibas diciendo algo nerviosa mientras él dejaba besos por tu cuello y pecho.

Honestamente si te causaba bastante inseguridad que cualquiera de los tres te viera desnuda, a pesar de que lo hacían bien seguido, sin embargo siempre tratabas de que fuera en la noche y con la mayoría de luces apagadas.

–Shhh... no digas nada, ¿si? Te va a quedar bien, mucho más que bien, se te va a ver perfecta.–Te dijo con una sonrisa besando tu nariz quitando la camisa, antes de dejar besos por tu cuello, tus pechos, y luego se arrodilló para besar tu abdomen justo en las partes que sabía te causaban inseguridad.

Inhalaste profundamente tragando saliva nerviosa y apretaste tus manos en puños a tus lados.

¿Te sentías expuesta? Muchísimo, pero también sabías que Marc jamás haría algo para hacerte sentir mal, si no que al contrario, haría cualquier cosa porque te sintieras bien y cómoda tanto con él como contigo misma.

Finalmente Marc se puso de pie y tomó su playera dándote la orden de levantar tus brazos, y tú tragaste nerviosa antes de hacer lo que te pidió.

Marc te puso su playera y luego la acomodó a tu alrededor estirando la tela, y una vez estuvo lista, una gran sonrisa se formó en su rostro y dejó un largo y tierno beso en tu mejilla.

–Wow... me pregunto cómo se verá con la mía...

–Exquisita, ¿cómo más?

–Listo. Te queda mucho mejor a ti que a mi.–Te dijo con una gran sonrisa provocando que te sonrojaras ligeramente.

–Tanpoco es para tanto, no exageres...–Murmuraste agachando la cabeza para esconder tus mejillas rojas y la sonrisita dibujada en tu rostro.

–Claro que es para tanto, te ves hermosisima, mi amor.–Te dijo con una gran sonrisa acariciando tus mejillas, y antes de que pudieras decir nada, puso su dedo índice en tu boca para callarte.–Solo acepta el elogio, mujer. Por una vez es tu vida no pelees de vuelta, te ves muy hermosa, y no quiero escuchar ningún comentario negativo ni nada de vuelta de tu parte, ¿Okey?

–Okey...–Reíste haciéndole sonreír antes de acercarse para besarte con ternura.–¿Ahora si podemos ir a comer? Tengo hambre...

–Yo también... pero de ti.–Te dijo con una sonrisita pasando su mano por tu cintura y bajándola a tu trasero para darle un ligero apretón y así acercarte aún más a él.–Después de que te comas el desayuno quiero continuar donde lo dejamos anoche antes de que Steve tome el control y te ponga su propia playera, está bastante ansioso por demostrarte lo hermosa que te vas a ver con ella.

–Entonces mejor vayamos a comer luego y no perdamos más tiempo.–Le dijiste con una sonrisa besando su mejilla haciéndole reír antes de que ambos fueran a la cocina.