Tu eres mi tipo (STEVEN)

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Prólogo: Steven y tu eran muy amigos de niños, sin embargo se separan por varios años hasta que se reencuentran en el museo y acuerdan un día para verse en un café donde algunos sentimientos ocultos salen a la luz.

XimeMirrorball13

Steven ya estaba sentado en la cafetería donde acordaron verse jugando nervioso con un juguete que era un cubo con varios botones alrededor que Jake le había obsequiado para calmar sus nervios. O más bien que le dejó en su escritorio con una nota que decía "Steven" en su letra desordenada e ilegible, y el británico supuso que él se lo dejó ya que la letra de Marc era distinta.

Hace un par de días atrás, Steven y tú se habían topado en el museo luego de no verse por años, siendo más exactos, desde que eran niños. Ambos siempre se la pasaban juntos (o al menos cuando él tenía el conrol), sin embargo gracias a que te tuviste que mudar a otra ciudad perdieron el contacto y hacía unos días fuiste al museo y lo viste en la tienda de regalos.

Al principio no se reconocieron, sin embargo luego de un rato conversando se dieron cuenta y acordaron verse en aquel café para ponerse al día.

–¡Aquí estoy! Aquí estoy, perdón, se me hizo super tarde. Me caí en la ducha y mojé todo el baño y tuve que dejar todo seco y limpio.–Le dijiste con una pequeña risita llegando a su mesa para sentarte frente suyo.

–¡¿Tú qué?! Oh por todos los dioses, ¿Querida te encuentras bien? ¿Quieres que te lleve al hospital? ¿Te golpeaste muy fuerte?–Preguntó realmente preocupado guardando el juguete en su pequeño bolso viéndote asustado.

–Tranquilo no pasa nada, osea si me duele un poco la espalda pero no es nada.–Le aseguraste con una sonrisa dejando tu mano sobre la suya.

–Pero debiste haberme avisado y así nos veíamos otro día, no es que no te quiera ver, al contrario... pero me preocupa que andes con dolor...

–Steven... no tengo tu número.

–Ah... cierto... pero de todas formas no deberías haber venido, habría entendido si después me explicabas.

–¿Y dejarte plantado? Ni loca. Tú quédate tranquilo, enserio. Valió totalmente la pena venir a verte.–Le dijiste sin dejar de sonreír dándole un suave apretón a su mano.

Steven sonrió con las mejillas sonrojadas, y en eso llegó un mesero a preguntar qué les traía.

Luego de que le dijeran lo que querían, el chico se alejó y ambos volvieron a quedar solos en silencio.

–¿Y-y cómo has estado?–Te preguntó aclarando su garganta algo incómodo sin realmente saber qué decir.

Steven no quería admitirlo, pero cuando estando en el museo se dio cuenta de quien eras, tuvo la secreta esperanza de poder verse más seguido (y quizás ser algo más).

Mientras que por otro lado tu te sentías de la misma forma.

Los dos tenían sentimientos ocultos por el otro que nunca fueron capaces de confesar, además de que eran muy pequeños y supusieron de que era algo de niños y ya, sin embargo el verse otra vez les confirmó que no era solo eso.

–Pues bien, me mudé hace poco a Londres, necesitaba un cambio de aires después de mi última relación fallida.–Le dijiste encogiéndote de hombros y quitándote tu chaqueta.

–¿R-relación? ¿Estás saliendo con alguien?–Te preguntó sintiendo un pequeño toque de tristeza en su interior.

–Ya no desde hace unos meses, estoy soltera y disponible para quien venga.–Le dijiste con una sonrisita guiñándole un ojo acomodando la chaqueta en tu regazo.

Steven frunció el ceño ligeramente con una sonrisita, y antes de poder decir algo el mesero llegó con sus órdenes y dejó todo en la mesa frente a ustedes

–¿Y tu? ¿Estás con alguien?–Le preguntaste revolviendo el contenido de tu taza tratando de sonar lo más relajada posible, pero honestamente te morías por saber si había alguna persona en su vida.

–No... nadie me toma enserio para esas cosas, supongo que no soy el tipo de nadie.–Dijo algo avergonzado encogiéndose de hombros y echando un poco de azúcar en su té.–Tuve una cita hace un tiempo y fue un desastre, ya no me quiere ni ver...

–Ah... bueno, que bien.–Le dijiste con una sonrisa provocando que levantara la vista hacia ti.–Digo, porque así nos da la oportunidad a las demás, ella se lo pierde.

–¿"Nos"?–Preguntó con una pequeña risita revolviendo su té y sin apartar la mirada de ti.–¿A-a qué te refieres? ¿Tú también estás interesada?

–¿Qué te puedo decir? Encajas justo en mi tipo de persona que me atrae.–Respondiste encogiéndote de hombros y soplando la taza para beber un poco. Honestamente no sabías de donde venía esta confianza, pero lo estabas disfrutando muchísimo.

–¿Ah si? ¿Y cual sería tu tipo?–Te preguntó de vuelta también disfrutando de la confianza que de repente se abría paso en su interior, a pesar de sentir mariposas en su estómago y sus manos temblar.

–Británico, ojos café, con rizos, MUY inteligente, sabe de historia y por sobre todo de Egipto... trabaja en un museo, le va mal en el amor... pero eso es solo porque no ha conocido a alguien que de verdad se arriesgue por él.–Dijiste la última parte llevando la taza a tu boca y manteniendo el contacto visual.

Para ese punto estabas comenzando a creer que quizás cuando te caíste de la ducha te habrías golpeado la cabeza porque esta confianza no era algo usual que tenías al hablar con la gente, mucho menos la idea de coquetear se te habría cruzado por la mente, pero era Steven y había algo en él que enserio te atraía muchísimo, incluso mucho más a diferencia de cuando eran niños.

Mientras que por otro lado, Steven tampoco podía creer que alguien estuviera coqueteando con él, mucho menos la chica de sus sueños que estaba seguro de que si bien cuando niño le gustaba, ahora estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por ti y estaba 99% seguro de que se había enamorado. ¿Era algo rápido? Puede ser... pero en su defensa tu tampoco lo hacías muy fácil al hablarle de esa manera.

–Bueno... tú también encajas en mi tipo.–Te dijo con una sonrisita dejando su taza en la mesa.

–¿Y cual es tu tipo?

–Tú.–Dijo viéndote embobado y un brillo en tus ojos.

Una risita avergonzada se te escapó bajando la vista con las mejillas sonrojadas, y Steven sonrió orgulloso de su resultado sin poder apartar la mirada de ti.

Ahora si estaba seguro en un 100% de que estaba enamorado.

–Entonces quizás... ¿Quizás podría darte mi número y volver a salir? Ahora vivo aquí en Londres y no tengo intenciones de irme.–Le dijiste sin dejar de sonreír volviendo a levantar la vista hacia él.

–Yo tampoco tengo intenciones de irme, menos si tú estás aquí.–Te dijo viendo como volvías a reír avergonzada bebiendo de tu taza, y él sonrió con sus mejillas sonrojadas bebiendo de su té también.

Moon Knight VIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora