Mejorando un mal día (STEVEN)

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Prólogo: Steven no se había estado sintiendo bien y lo encuentras llorando en la bodega del museo, por lo que tratas de subirle el ánimo.

Advertencia: Steven un poco triste pero la rayis le sube el ánimo ❤️‍🩹

Ya era la hora de salida de la mayoría de trabajadores en el museo, por lo que luego de ir a recoger tus cosas en la sala de descanso de los guías turísticos, fuiste a buscar a Steven en la tienda, sin embargo no estaba.

–Hola... disculpa... ¿de casualidad viste a Steven? ¿Sabes si ya se fue?–Le preguntaste a uno de los guardias que estaba sentado en su silla frente a las pantallas con las cámaras.

–¿Quién es Steven?–Preguntó de vuelta bebiendo de su taza de café y con los pies sobre el mesón.

–¿Cómo que quien es Steven? El de la tienda de regalos, trabaja con Donna... te saluda todos los días.–Le dijiste frunciendo el ceño jugando con un adorno en las llaves de tu auto que Steven te había obseaquiado.

–¡Ah! ¡Scotty! Si... creo que Donna lo dejó en inventario, probablemente esté en la bodega.

–Gracias... y es STEVEN. S-T-E-V-E-N, no "Scotty".–Le dijiste algo molesta, y el guardia solo te hizo un gesto con la mano de que si había entendido y ya.

Tu solo rodaste los ojos y fuiste hacia el pasillo junto a la tienda para ir a la bodega donde la puerta estaba ligeramente abierta.

Mientras más te acercabas, escuchaste pequeños sollozos de adentro que hizo que te preocuparas, y te apresuraste en entrar para encontrarte con Steven escaneando unos productos.

–¿Steven?–Preguntaste provocando que levantara la cabeza y pasara rápidamente su mano por sus mejillas.

–¡T/N! Hola... no... n-no te escuché... ¿está todo bien? ¿Necesitas algo?–Te preguntó aclarando su garganta y volviendo a bajar la vista intentando apartar su rostro para que no lo vieras, escaneando unas pequeñas estatuas.

–Te estaba buscando para que nos fuéramos juntos y pasar a dejarte a tu departamento... ¿Estás bien? ¿Pasó algo?–Le preguntaste dejando las llaves en tu bolsillo dejando tu mochila a un lado y caminando hacia él.

–Si, si, tranquila, solo... no te preocupes por mi, tengo que hacer inventario así que no me puedo ir todavía, pero de todas formas tu puedes irte, debes estar cansada por caminar todo el día y así.–Te dijo con una pequeña sonrisa volviendo a pasar bruscamente su mano por su mejilla y alejándose para ir a buscar una caja.

Soltaste un pesado suspiro y le quitaste la caja de las manos, y antes de que pudiera protestar o decir algo, envolviste tus brazos alrededor suyo.

–¿Q-querida qué...?–Ni siquiera pudo seguir hablando cuando llevaste una mano hacia su cabeza para acariciarla con ternura.

Steven tragó el nudo en su garganta, y soltó un sollozo sin poder contenerlo, y luego de eso ya no pudo seguir aguantándose más comenzando a llorar.

El británico se abrazó a ti apretando tu chaqueta en sus puños en tu espalda y escondiendo su rostro en tu cuello mientras con una mano acariciabas su espalda y la otra seguía en su cabeza jugando con sus rizos.

Tu no dijiste nada y solo le dejaste desahogarse sin importar que tu ropa quedara mojada por sus lágrimas, simplemente abrazándolo y tratando de ofrecerle un poco de calma.

Cuando finalmente sus sollozos empezaron a disminuir, se alejó con una mirada avergonzada y tímida sin realmente poder verte a la cara, y tú solo le ofreciste una sonrisa acariciando su mejilla.

–¿Mejor?

–S-si... oh perdón... m-mojé tu chaqueta... perdón...–Dijo con las mejilla sonrojadas limpiando con la manga de su ropa tu hombro.

–Está bien, no pasa nada.–Le aseguraste con una sonrisa sacando de tu bolsillo un paquete de pañuelos de papel y le entregaste uno.

Steven se limpió las lágrimas y la nariz, y luego solo se quedó frente a ti viendo hacia sus manos habiendo guardado el papel en su bolsillo y sin poder levantar la vista para verte.

–¿Quieres hablar de lo que te pasó?–Le preguntaste posando tu mano sobre las suyas, y él la aceptó comenzando a jugar con ella suavemente.

–Nada, solo... no lo sé...–Murmuró algo inseguro encogiéndose de hombros.–Últimamente todo... t-todo parece demasiado... no me siento muy bien, Donna está más desagradable que de costumbre... y... y-y mi sueño de ser guía turístico se ve cada vez más lejos, sobre todo porque ella ni siquiera me da una oportunidad para demostrarle que si puedo.

Steven te ofreció una pequeña triste sonrisa por fin viéndote a los ojos, y tú limpiaste una pequeña lágrima de su mejilla.

–Sé que ahora las cosas se ven mal, y realmente no hay nada que te diga que pueda ayudar a sentirte mejor... pero yo estoy aquí para ti, ¿si? No estás solo.

–Lo sé... gracias por estar conmigo...–Te dijo con una sonrisita entrelazando su mano con la tuya.

Le ofreciste una pequeña sonrisa mientras pensabas por un segundo, antes de hablar finalmente.

–Mira... quizás... quizás con lo de ser guía turístico yo pueda ayudar un poco.–Le dijiste acariciando sus nudillos viendo el brillo en sus ojos y el cómo te escuchaba con atención.–No es nada seguro, pero puedo intentarlo. Quizás pueda conseguirte una especie de audición con el director del museo... la mamá de mi mejor amigx se casó con con él hace poco y ella me quiere mucho, así que... pero no es nada seguro.

–Claro, si claro que si. Nada seguro.–Dijo emocionado dando unos pequeños saltos antes de prácticamente abalanzarse encima tuyo para abrazarte con fuerza atrapando tus brazos entre los suyos.–¡Gracias, gracias, gracias!

–No hay de qué, pero recuerda que no es seguro, ¿Okey?

–No importa, es un comienzo.–Dijo emocionado antes de alejarse para verte a la cara con un brillo en sus ojos.–Muchas, muchas gracias querida, no sabes lo mucho que esto significa para mi...

–Tranquilo, no tienes que—. Le ibas diciendo, sin embargo sus labios estrellándose contra los tuyos y sus manos apretando nerviosas tus brazos te interrumpieron.

El beso no duró tanto y tan rápido como se acercó, Steven se alejó viéndote asustado.

–Oh no... oh no, no, no querida perdóname... perdóname no quise... f-fue sin pensarlo, perdóname por favor... no pienses que soy un rarito que va por ahí besando gente, enserio perdón, no quería que pasara así, enserio lo siento much—. Comenzó a hablar llevando su mano a su boca y dando un paso hacia atrás viéndote nervioso, sin embargo te acercaste y tomaste sus manos en las tuyas.

–Steven respira, quédate tranquilo... ¿si?–Le dijiste con una sonrisa llevando una mano a su mejilla.–Me gustó... tú me gustas... hace mucho, de hecho...

–¿Enserio...?–Preguntó sin realmente poder creerse lo que estaba escuchando.

–Si...–Dijiste con una sonrisita avergonzada y sintiendo tu rostro comenzar a sonrojarse, bajando la mirada para evitar que te viera.

–Este es el mejor día de mi vida...–Murmuró viéndote embobado provocando que volvieras a verle a los ojos.

–¿No que las cosas estaban tan mal...?

–Si... pero tu lo arreglaste todo...–Dijo viéndote con una sonrisa y brillo en sus ojos.

Soltaste una pequeña risita y posaste ambas manos en su rostro para acercarte y volver a besarlo, mientras que Steven soltó un suspiro embobado y envolvió sus brazos alrededor tuyo besándote de vuelta, prácticamente derritiéndose en su lugar.

Moon Knight VIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora