Moon Knight VI

Mujer fortachona (JAKE)

Prólogo: Unos amigos de Jake se ríen de ustedes porque tu eres más fuerte que él, pero al latino no le gusta nada eso de que se rían de su esposa.

@-Loli-Ghost
Advertencia: Aquí la rayis tiene músculos (es fortachona).

Si bien no se suponía que era una inseguridad tuya, cuando comenzaste a salir con los chicos el hecho de que tuvieras bastante fuerza y músculos sobre todo en los brazos, te empezaron a hacer sentir un poco mal e insegura no porque ellos te dijeran algo, al contrario, a los tres les gustaba mucho eso de ti, si no que la gente hablaba y decía estupideces de cosas que no deberían importarles.

Sabías que la gente hablaba sobre ti cuando te veía junto a ellos, lo cual era molesto ya que a ti te gustaba como te veías, sin embargo las personas que hacían comentarios sobre tu cuerpo y lo poco "femenina" que te veías al tener músculos era lo que más te irritaba.

Por otro lado a los chicos les encantaba eso de ti, sobre todo verte levantar peso, no sabían por qué, simplemente lo amaban.

Jake y tu habían ido esa mañana a comprar frutas y verduras al mercado para tener en casa, por lo que en ese momento iban de camino a su taxi.

Tu llevabas varias bolsas en las manos que estaban algo pesadas, mientras que Jake llevaba unas pocas.

–Oye Jake, ¿y eso que tu mujer te tiene que andar llevando las bolsas?–Le dijo uno de sus amigos taxistas cuando llegaron a su auto y el latino había abierto el maletero.

–¿No se supone que tú eres el hombre de la relación?–Dijo otro riendo por lo bajo mientras tú solo tratabas de ignorarlos, pero Jake podía ver lo molesta que estabas.

–O quizás ella sea el hombre de—

–¡Oigan par de pendejos ya cierren el pinche hocico!–Les dijo Jake molesto mientras tú acomodabas las bolsas.–¿Quienes se creen que son par de plastas de mierda para andar hablando así de mi mujer y nuestra relación? ¿Qué acaso están celosos que porque tiene fuerza? Apuesto a que ustedes dos no duran ni un minuto llevando esas bolsas, hijos de sus pinches perras madres.

–Ya Jake... era una broma y ya, tampoco es para tanto...–Le dijo uno tratando de soltar una risita para alivianar la situación.

–¿Acaso me ves que me estoy riendo cabron? Vuelvan a hablar de mi esposa así otra vez o de cualquier otra manera, y se las van a ver conmigo pendejos, les va a tocar perder.–Les dijo Jake acercándose molesto hacia ellos mientras los otros dos le veían ya más serios y quizás algo asustados.

–Jake mejor vámonos, no importa.–Le dijiste donde abriste el taxi para sentarte en el lugar del copiloto.

–Tienen suerte de que estoy con ella si no, no le habría gustado lo que iba a pasar. Más les vale no volver a mencionar a mi esposa o les juro que se van a arrepentir. Par de pinches envidiosos todos con brazos flacuchos y panza de cerveza y débiles.–Les dijo en voz baja antes de darse media vuelta e ir al taxi contigo.

Jake se subió y cerró la puerta con fuerza mientras tú le veías algo confundida, y él encendía el coche para salir de ahí.

–Envidiosos, les hierve ver a una mujer más fuerte que ellos y saber que nunca van a poder hacer lo mismo que uste'. Pinches pendejos, ni saben lo que dicen.–Murmuró molesto apretando el volante con ambas manos.

–Ya... tampoco es para tanto, tranquilo.–Le dijiste con una pequeña sonrisa tomando su mano en la tuya.

–¿Cómo que no es pa' tanto dama? Ni ellos ni nadie tienen por qué andar hablando de uste', ¿me escuchó? Sí, es fuerte, ¿y qué? Uste' lleva las bolsas más pesadas, ¡¿y qué?! Pinches envidiosos, ya quisieran que les hicieran esas cosas.–Se quejó deteniéndose frente a una luz roja haciéndote reír.

Tomaste su rostro por su barbilla y lo volteaste suavemente para besarlo con ternura, haciéndole calmarse un poco y así borrar su ceño fruncido.

–Gracias por defenderme.–Le dijiste con una sonrisa acariciando su barbilla.

–Dama yo me agarro a machetazos con cualquiera por uste' si es necesario, pero si viene alguien más grande me va a tener que ayudar mire que yo tan alto no soy, y tanta fuerza como uste' no tengo, así que yo lo distraigo y uste' le da un zape pa' dejarlo virolo.–Te dijo con una sonrisita haciéndote reír.

–Me parece justo.–Le dijiste con una sonrisa antes de volver a besarlo y luego alejarte para que siguiera conduciendo, manteniendo su mano entrelazada con la tuya.