Madre e hija y Blu || Fanfic de Rio ||

Capitulo 22: Ya no estamos en peligro

El echo que el capitulo anterior fuera capaz de hacer llorar gente significa que hice bien mi trabajo, en fin disfruten este capitulo.

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El silencio fue prologando por el viaje, muchos no sabían que pensar sobre el arrebato de Eduardo pero estas alturas lo importante era tener un lugar seguro hasta que el santuario vuelva ser habitable y pese duela, su líder no había dado la protección que les había otorgado antes de que su hija volviera.

El viaje fue exhausto, todas las aves seguían a Blu aunque por desgracia el GPS se encontraba fuera de servicio debido que le entro una cantidad excesiva de agua, así que estaba volando recorriendo mismos pasos y el lado es que Perla sabia mas o menos como volver a la ciudad, ninguno hablo durante viaje, no tenían nada de que hablar por el momento, solo hacían comentarios directos o preguntaban sobre el estado de sus hijos, de ahi mas no había conversaciones entre ellos.

Kiwi por su lado se mantuvo atenta sobre su madre, nada en esto momento era mas importante que ella y solo esperaba llegar ya para poder saber como curarla de su ala rota.

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había pasado un día desde que Tulio como Linda habían regresado a la ciudad, en ese momento se encontraban en hotel para descansar y dentro de unos días volverían como mejor equipo para localizar a los guacamayos azules que habían buscado con mucha paciencia.

-Vaya que deseaba poder tener una ducha decente- comento Linda saliendo del baño, llevaba ropa un poco mas sencilla y con una toalla se secaba su cabello, fue un bien corto pero algo pesado.

Luego se fijo que su esposo estaba viendo un mapa con mucha atención, como trazado posibles rutas en las guacamayos azules pudieron correr en caso de que las inundaciones no hicieran estragos catastróficos.

Linda nego lentamente con la cabeza, estaba dispuesta a relajarse en la cama del lugar cuando vio algo en la barandilla del balcón.

Una guacamaya azul nunca antes vista había aterrizado en la barandilla mirando con atención el lugar, moviéndose inquietamente, como si quisiera comprender donde demonios estaba y normal, parecía que estaba perdida.

-Tulio, un guacamayo, otro guacamayo azul- le aviso a su pareja que despego su mirada y miro nada ni menos al balcón donde el ave se encontraba mirando a todos lados, hasta que vio que los humanos la estaban viendo.

-No puede ser- dijo Tulio sin creerse que estaba viendo otro espécimen y mas en la ciudad -Sin duda es majestuoso y por la forma de sus plumas puedo determinar que es una hembra- determino comenzando acercarse a la puerta del balcón lentamente para no asustarla.

La guacamaya que todos conocemos como Mimi se quedo quieta observando a estos humanos que actuaban mas raros de los que ya había conocido, sabia que la llevarían a un lugar seguro pero lo que menos quería era terminar en un jaula así que quedo un poco a la defensiva lista para volar.

-Tulio se ve asustada- dijo Linda preocupada por la guacamaya que se notaba que se ponía a la defensiva.

-Es normal, debe ser un espécimen totalmente salvaje, tal vez se desplazo por las lluvias y termino en la ciudad- explico Tulio seguro, podía identificar las aves domesticas con las salvajes y las mas evidente es que las aves salvajes suelen ser mas reacias al contacto humano.

Luego paso lo que dejo fuera de base a Mimi, Tulio comenzó hacer movimientos y sonidos imitando a los guacamayos, claramente esto fue mas desconcertante que todo lo que había vivido y sabido de los humanos, mas por inercia que por realmente entenderle ambos comenzaron a moverse a la par como si se comunicaran a la perfección.