-No jefe perdóneme, no me pegue -se arrodilla Sanzu y yo atemorizada doy unos pasos hacia atrás.
-Quiero felicitarlos por haber asesinado a uno de los peces gordos de Sezoku, en un reportaje pude ver la marca de esos parásitos sobre él y al revelar el nombre me puse a investigar y resultaba ser un ejecutivo de Sezoku, ahora estamos un paso delante de ellos, bien hecho equipo -Mikey levanta la mano y la choco con él -. Ahora necesitamos algún indicio de su escondite, Sanzu deberás regresar a la escena del crimen por pistas.
Sanzu se levanta del piso, arregla nervioso su cabello, carraspea y fanfarronea.
-Ejem... T-todo fue idea mía jefe, me costó arduo trabajo descubrir y vigilar a ese infeliz además que decidí entrenar a Ari para que dispare sin remordimientos, aprendió muy bien.
-Excelente, por fortuna en el borroso video que captaron de ustedes gracias a la obscuridad no se distinguen sus rostros aunque yo reconocería sus siluetas en cual séase parte -comenta Mikey analizándonos -. Los veo nerviosos ¿todo bien?
-S-sí sí de maravilla, e-es por la emoción Mikey, digo jefe -miento sobando mi nuca por el miedo.
-Vale, ahora que los he reconocido pueden seguir sus labores -se va.
-Lo ves belleza, tengo buen ojo para matar -vacila Sanzu.
-No es cierto, esto fue coincidencia; tú lo quisiste matar por razones muy diferentes ayer Sanzu -lo miro de reojo -. Sanzu por cierto, ¿cuál es la marca de Sezoku?
Sanzu me ignora mientras inhala polvo blanco de una tarjeta negra de crédito.
-¡Sanzu!!! ¡Te estoy hablando!!!!
-Ay pero cómo mamas la verga -me da su celular con la fotografía del tatuaje de un difunto.
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-¡Es esa! Ya no estés chingando y déjame drogar a gusto, que por menos le di cuello al sujeto de ayer y tú no entiendes.
-Gracias por tu amabilidad Sanzu -digo sarcástica.
-A la verga -confiesa y le muestro el dedo medio.
Veo pasar a Kokonoi al lado de mí.
-Koko, ayer me estabas diciendo avances sobre lo de mi hermana.
-Ohhh sí eso... eemmm... siguen investigando Ari.
-Mencionaste algo sobre las balas.
-¿Eso dije? Bueno sí, averiguarán si tienen algún indicio para dar con el responsable Ari.
-Vale, gracias Kokonoi eres muy bueno por ayudarme con esto -lo abrazo y suelto un par de lágrimas -. Significa mucho para mí.
-Ari no llores -se tensa Kokonoi.
-Es que no sabrías cuánto la extraño -confieso con una sonrisa y lágrimas en los ojos.
Kokonoi desvía la mirada, evidentemente está incómodo.
