Una misión 🔎🔥

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El siguiente día Kokonoi me lleva a conocer las atracciones turísticas iniciando en el museo de Louvre después nos adentramos a la catedral de Notre Dame para admirar su arquitectura gótica tan antigua y maravillosa, después acudimos a una visita guiada a las catacumbas de París, llegada la hora de la comida vamos a degustar al restaurante dentro de la torre Eiffel donde la vista es excepcional aunque los alimentos no son de la calidad deseada, posteriormente nos dirigimos a conocer el palacio y los jardines de Versalles. De noche Kokonoi organiza una cena romántica con música en vivo sobre un barco que atraviesa el río Sena.

-Espero que te hayan gustado este par de días juntos, esposa mía -me mira Kokonoi mientras sorbe de su copa.

-Me fascinaron, ha sido una experiencia única Koko.

-¿Has terminado de cenar?

-Sí Koko.

-¿Te pusiste la lencería que te obsequie esta tarde? -pregunta inquieto Kokonoi dando un vistazo por encima de mi ropa.

-Sí, ¿quieres verla? -insinúo.

-Por supuesto, ven vamos al camarote.

Una vez adentro Kokonoi me quita lentamente el vestido, besa mi espalda y contempla mi cuerpo

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Una vez adentro Kokonoi me quita lentamente el vestido, besa mi espalda y contempla mi cuerpo.

-El color esmeralda fue hecho para ti, te ves divina -me da la vuelta.

-Gracias Kokito -respondo y nos reímos para después besarnos.

-Voltéate Ari, tengo otro regalo para ti.

-Koko pero si te la pasas regalándome objetos increíbles cada 10 minutos.

-Como mi esposa debes estar contenta y es la manera que mejor conozco de hacer feliz a las personas.

Me coloca un collar de oro con las iniciales "K & A", las letras llevan finos diamantes encima.

-Es hermoso Kokito -lo beso -. Me encanta.

Entre besos y caricias Kokonoi me desnuda para posteriormente recostarme sobre la cama.

-Masturbate -exige y obedezco.

Con las piernas abiertas y mirándolo fijamente, sobo suaves círculos sobre mi clítoris y Kokonoi sin quitarse aún la ropa saca su pene y comienza a jalarselo.

-Mete uno de tus dedos dentro, me excita mucho verte tocándote tú misma -demanda nuevamente.

Introzco primero mi dedo índice mientras gimo y Kokonoi gruñe, después meto un segundo dedo a lo que Kokonoi saca una faja de billetes y empieza a lanzarlos hacia mí.

-Siempre quise ver una mujer hermosa tocandose mientras le caía una lluvia de jodidos dólares -me confiesa Kokonoi.

-Koko, ven quiero que me des placer tú.

Me levanto y le quito la ropa a lo que Kokonoi accede y nos besamos frenéticamente; la calentura es mutua así que más decidido mete su protegido miembro dentro, se ve tan lindo con las manchas de labial que dejé sobre él.

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