Capítulo 13: El frío es parte también de mi.

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Despierto sobresaltada.

Una vez más he tenido esa horrible pesadilla.

Lo busco con mi mano, pero solo toco el vacío. "Aún no ha llegado". Miro el reloj de mi mesita de noche: 04.50 am. Debe haber llegado recién a el Polo.

Salgo de la cama para acercarme a la puerta que abro con mucho cuidado. Nada. Nunca me había despertado tan temprano, es lógico que aun no hayan traído el "desayuno", Jack tiene razón debo comer más, mi estomago me llora por comida.Asiendo caso omiso de los rugidos que salen de mi interior,ordeno la cama. Una vez esta lista, tomo mis cosas y entro al baño.

Respiro profundo una, dos, tres veces, y saco la manta negra con la cual he cubierto el espejo todos estos años. Veo con curiosidad mi reflejo, es idéntico a la chica que estaba en el vídeo de Meme, pero se que esta no soy realmente yo. En uno de los estantes del baño encuentro un botella de loción para bebes, lo uso para empapar una bolita de algodón que comienzo a pasar por mi rostro.Pasado unos 3 minutos he logrado quitar todo el maquillaje. Un gemido sale de mis labios al ver la verdadera imagen mía en aquel espejo, mis rostro casi tan pálido como la nieve, bajo mis ojos puedo ver unas bolsas de un color morado,casi negro, mi cara luce más delgada de como la recordaba, y lo que más me sorprende ver es una pequeña marca negra con una forma extraña pero conocida a la vez. Es la misma marca que esta detrás de mi cama junto a las letras negras, es la misma que he visto en mis últimas pesadillas. Paso con fuerza más algodón empapado en loción, pero mis intentos por hacerla desaparecer son en vano, no desaparece. Suelto un bufido en señal de frustración.

-Pensar que Jack me vio así. ¿Por esto no me quiere más que como amiga? Solo soy un deber por cumplir para él.- digo mirando seriamente mi reflejo.

Sacudo mi cabeza derrotada, tomo nuevamente la manta y tapo el espejo.

Abro la manilla del agua caliente de la bañera y rezo por que no la hayan cerrado. Afortunadamente no lo han hecho. El vapor comienza a llenar el cuarto, mientra me voy deshaciendo de mi ropa, siento como mi pelo toca mi espalda. Me meto en la bañera y siento caer el agua caliente sobre mi piel helada.

Envuelta en mi toalla observo el vestido que he usado ayer descansar en el retrete, suelto un largo suspiro, para una vez más sacar la manta del espejo. Me deshago de la toalla y comienzo a vestirme, seco rápidamente mi pelo y hago con el una trenza para luego convertirla en un chongo, en él pongo la pequeña corona que me ha regalado Jack, y sonrío. Me veo en el espejo atentamente, aunque me gustaría quedarme tal cual estoy quiero que los demás pienses que me veo bien, tomo un pequeño maletín que esta lleno con maquillaje que Anna me ha dejado en mi puerta con el paso del tiempo. Tapo todas las marcas, y pongo sombra y delineador en mis ojos. Una vez feliz con el resultado calzo mis zapatos, tapo una vez más el espejo y salgo del baño.

Una extraña sensación recorre mi cuerpo, siento como se me eriza el vello; para intentar alejar esta situación de mi cabeza abro la ventana. Estoy viendo como el Sol comienza a aparecer por las colinas cuando unos estruendosos golpes en la puerta hacen que me sobresalte.

Me acerco a la puerta y la abro, sin preguntar de quien se trata. Frente a mí veo la figura de mi hermana totalmente consumida por la desesperación, esta temblando y las lágrimas recorre por sus mejillas.

-¿Anna que ha pasado?- digo rodeándola por los hombros mientras la hago pasar a la habitación.

-Lo siento,Elsa, perdóname por favor.- dice sollozando en mi pecho.

-Anna ¿que haz hecho? Necesito que me expliques para poder entender.

-Le dije a nuestros padres que ayer he estado contigo.- mi cuerpo se tensa, esto no puede ser bueno.- Nuestro padre se ha puesto como loco. Él.. él.. ha llamado a los guardias. Vienen por ti, Elsa.

No eres un monstruo (Jelsa) -en edición-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora