Puedo sentir como el latido de su corazón se sincroniza con el mío.
Está por pasar, por primera vez besare a alguien.
Pero algo sucede, la nieve comienza a desaparecer al igual que la oscuridad del lugar.
Una vez más me encuentro en la habitación de Anna
Enfadado me levanto de la cama, pero siento que alguien aprieta mi mano.
-Hey, si vas a pararte de esa manera, suelta mi mano antes.- inmediatamente reconozco la voz de Elsa, esta sentada en la cama con una sonrisa burlona en su rostro.
No me importa quien este en la habitación, tomo a Elsa de la cintura y la elevo del suelo, dando vueltas por la habitación, ella enrolla sus piernas en mis caderas y sus brazos pasan por mi cuello, hundo mi nariz en el hueco que hay entre el cuello y el hombro, para embriagarme de su aroma.
-Si quieren más privacidad, consiganse una habitación tortolitos, sobran varias aquí en el castillo.- dice Anna intentando parecer enojada pero su faceta de chica mala se rompe y comienza a reír.
Dejó a Elsa en el suelo, quién de inmediato suelta mi mano, su rostro cambia su tono pálido a un rosa hermoso. Mi cuerpo clama por su contacto, por lo que deslizo mi mano izquierda por su espalda, al parecer a Elsa no le molesta ya que no hace ningún movimiento.
-¿No ha pasada nada en nuestra ausencia?- pregunto al ver que nadie pronunciaba ni una palabra.
-Mm.. No nada.- contesta Anna dirigiendo su atención a un punto en la distancia muy alejado de la vista de su hermana.
-Anastasia, aunque no nos veamos hace años aún se cuando estas mintiendo. ¿Que sucedió?.- puedo ver la firmeza y autoridad en los ojos de Elsa.
-Bueno.. Este emmm.. ¿recuerdas a Luna?.- Elsa sólo se limita a mover la cabeza en señal de afirmación.- Ella ha venido, y como no podíamos moverlos, los ha visto.
Puedo sentir como los músculos de Elsa se tensan bajo mis dedos, su cuerpo comienza a temblar levemente, intentó tranquilizarla acariciando su espalda con las yemas de mis dedos mientras mi mente va a mil por hora, ¿quién es Luna?, ¿nos ha visto a ambos?, por favor que sólo sea inquietud, que esto reacción de Elsa no de pasó al miedo.
-Quiero verla.- por e
la forma en la que ha hablado Elsa sabemos que no es una petición sí no una orden.Todos quedamos anonadados, la chica que ha estado huyendo del mundo de un momento a otro quiere ver a alguien por su cuenta.
Tras unos minutos, Anna reacciona, se dirige a la puerta, la abre y desaparece tras ella. En poco tiempo se encuentra de vuelta en la habitación, pero está vez no está sola, la sigue una mujer de unos 40 años, melena negra sujetada por un pañuelo lila, tez blanca, ojos color miel, lleva un vestido azul marino que le llega hasta los tobillos y sobre el un delantal lila. Se que antes la he visto,pero no logro recordar donde.
La mujer, quién ahora mira directamente a Elsa, comienza a hablar.
-Mi niña, me alegro tanto que estés bien.- dice haciendo una mueca al ver el inexpresivo semblante de Elsa.- Yo nunca quise irme de tú lado, ustedes dos son como unas hijas para mí, tú sabes que sólo sigo las órdenes de tú padre, yo nunca he pensado que eres un...
Pero no logra terminar de hablar ya que Elsa se ha lanzado para abrazarla, todos estamos asombrados, pero creo ser el único que se da cuenta de lo que le está constando a Elsa, todo el control que está teniendo ahora, sus venas comienzan a hincharse pero cierra las manos en puños para no dejar escapar el frío. En cuanto veo como aquella mujer la abraza se donde la he visto.
Todas las noches, una mujer entraba a la habitación de Elsa, pero no a cualquier hora,no, siempre a las 2 de la madrugada antes de que Elsa despertara de su habitual pesadilla. Noche a noche era la misma rutina, abrir la puerta, tapar a Elsa, dejar en la mesita leche tibia con una galleta de chocolate, besaba su cabello y luego se marchaba. En ese entonces ella llevaba el pelo hasta la cintura, pero por el color de sus ojos y esa sonrisa se que se trata de la misma persona, Luna.
-Hace mucho que no veía a Jack Frost.- dice Luna despertándome de mis pensamientos.
Esperen, ¿puede verme? , pero si ella es adulta, ellos no pueden verme, ellos no creen en nosotros, ¿no es así?
-¿Puedes verlo? .- hace mi pregunta no formulada Elsa.
-Desde años que puedo verlo, por eso que no me preocupe cuando tu padre me ordeno dejar de servirte, sabía que estabas en buenas manos.- dice Luna obsequiándome una cálida sonrisa.
Una sonrisa tímida aparece en el rostro de Elsa, por un segundo nuestras miradas se encuentran pero solo eso me basta para que mis labios esbocen una sonrisa.
-No quiero ser aguafiestas, pero Pitch todavía sigue libre por ahí.- dice Conejo cruzándose de patas.
-¿Qué es lo que haremos?- pregunta Anna acercándose a Luna.
Un amargo momento pasa por mi mente, se que los demás guardianes han pensado en lo mismo, y con un nudo en la garganta y un escalofrío recorriendo mi espalda digo lo que pensé nunca saldría de mis labios..
- El miedo nunca se podrá desparecer.
Siento como Elsa toma mi mano y la da un suave apretón, y dirigiendo su mirada a todas las personas que nos encontramos en la habitación dice con seguridad: "Pero si se podrá vencer".
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Se que me quieren matar por no subir capítulo cuando dije, pero aquí esta y espero les haya gustado. Se que es corto, pero se esta aproximando el final y ciertamente lo estaba alargando :c
No quiero aburrirlos con mi vida y mis problemas, pero creo que lo peor ya paso y espero que para mañana estén los últimos dos capítulos de esta linda historia.
Gracias a todos por su comprensión y su apoyo en el post anterior, de verdad me motivan a hacer más cosas como esta:)
Los quiero, nos leemos pronto..
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No eres un monstruo (Jelsa) -en edición-
FanfictionElla vive encerrada en una torre, temiendo la fuerza de lo que llama "la maldición"; hace años sueña con un chico de extraña apariencia a quien no conoce. O eso es lo que piensa. Él teme a la invisibilidad, y se odia a si mismo por haber abandonado...