Un nuevo integrante en Raventree Hall🐦‍⬛🍼

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Elinda se acercó decidida a intervenir independientemente de que la princesa quisiera o no. Con determinación, colocó su brazo debajo del hombro de Alyssane, quien se negaba pero Elinda no se dio por vencida. Como pudo, la puso en la cama. Alyssane se quejaba del dolor, y con la ayuda de las demás damas la acomodaron.

Alyssane, entre gemidos: "¡Déjenme! ¡No puedo más!"

Elinda, con voz firme: "Mi señora, esto es necesario. Respire hondo y deje que la ayudemos."

Elinda revisó la dilatación y pudo ver la cabeza del bebé asomando. Rápidamente, comenzó a dar masajes en la parte baja de la espalda de Alyssane. Otra dama sostenía las manos de Alyssane, que no paraba de quejarse de dolor y sangraba profusamente.

Elinda, con calma pero con urgencia: "Princesa, sé que duele, pero debe seguir adelante. No va a morir aquí. Respire y empuje cuando se lo diga."

Alyssane, con lágrimas en los ojos: "Elinda, tengo miedo... tengo mucho miedo..."

Elinda, con determinación: "Lo sé, mi señora. Pero está haciendo un gran trabajo. Siga empujando."

Benjic, afuera de la habitación, escuchaba los gritos de dolor de Alyssane. Cada sonido era como una daga en su corazón. Caminaba de un lado a otro, su mente atormentada por la culpa y la impotencia.

Un maestre se acercó a Benjic, intentando calmarlo: "Mi lord, esto no se supone que pase ahora. Debemos tener fe en que Elinda y las damas harán lo correcto."

Benjic, con voz temblorosa: "¿Y si algo le pasa a ella? ¿Y si pierdo a mi esposa y a mi hijo?"

Benjic, con voz temblorosa: "¿Y si algo le pasa a ella? ¿Y si pierdo a mi esposa y a mi hijo?"

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El maestre intentó ser reconfortante: "Ellas saben lo que hacen, mi lord. Debemos esperar y confiar en su habilidad."

Dentro de la habitación, Elinda trabajaba incansablemente, dando instrucciones a las demás damas y alentando a Alyssane con cada contracción.

Elinda, firme pero comprensiva: "Alyssane, un esfuerzo más. Piense en su bebé. Usted puede hacerlo."

Alyssane, entre gemidos y sollozos: "No puedo más, Elinda... no puedo..."

Elinda, sin dejar de masajear: "Sí puede, mi señora. Estamos aquí con usted. Un empujón más."

Los gritos de Alyssane resonaban por los pasillos, su dolor palpable en cada rincón. Benjic escuchaba, sintiéndose cada vez más impotente y desesperado. Furia Nocturna rugía inquieto afuera, compartiendo la angustia de su dueña.

Una dama con un pañuelo secaba la frente de Alyssane, que se encontraba sudorosa y exhausta. Elinda pudo ver la cabeza del bebé asomándose más y, como pudo, indicó a las damas recostarla en un sillón. Una dama se colocó detrás de Alyssane, sosteniéndola y agarrando sus manos, mientras Elinda se situaba al frente, animando a Alyssane a pujar.

 Una dama se colocó detrás de Alyssane, sosteniéndola y agarrando sus manos, mientras Elinda se situaba al frente, animando a Alyssane a pujar

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Cenizas del amor/ alyssane velaryon & benjic Blackwood Donde viven las historias. Descúbrelo ahora