XXXVII

501 62 10
                                    

Karina

Nos tumbamos sin separar nuestros labios. Escuchar los leves gemidos que Minjeong dejaba sobre mi boca mientras yo acariciaba su cuerpo hacía que mi temperatura subiera más y más. Quería convertirlos en gritos de placer, hacer que disfrutara como nunca lo había hecho en su vida. Por eso me aparté de su boca y lamí la piel suave de su cuello, haciéndome camino por todo su cuerpo y buscando su zona más sensible.

Estaba tumbada sobre ella, pero me enderecé para poder retirar su camiseta y exponer la piel de su torso. Ella se enderezó un poco para que yo pudiera desabrochar su sostén y liberar su pecho. Volvió a tumbarse y yo me avalancé sobre ella, besando su pezón izquierdo y frotando con mi mano el otro. Ella continuaba gimiendo y retorciéndose bajo mi contacto, lo que me hacía incrementar más mis chupones y caricias.

Tras jugar un rato con sus pechos bajé con suaves besos por su barriga. Al llegar al pantalón desabroché el botón y la cremallera sin dejar ni un segundo de besarla. Tuve que parar para poder quitárselo y en ese momento nuestras miradas coincidieron. Ella me sonreía de esa forma en la que solo Kim Minjeong sabe sonreír y yo negué con la cabeza mientras mordía mi labio inferior.

—¿Qué?—preguntó al verme hacer aquel gesto.

—Que me vas a acabar matando, Kim Minjeong—dije lanzando su pantalón fuera de la cama.

—¿Por qué?

—Porque eres demasiado sexy y a la vez demasiado tierna. Mi mente va a hacer cortocircuito—me quejé en broma.

—No lo digas como si no te gustara—se burló de mí.

—Ese es el problema...que me encanta.

Dicho esto volví a tumbarme sobre ella, con mis manos en sus muslos, amasando su carne y con mi boca cerca de su ropa interior, respirando en su intimidad y tentándola antes de que sintiera mi contacto.

Movió sus caderas un poco para arriba, dándome a entender que quería que empezara la acción, pero yo buscaba incrementar su deseo, por eso desvié mis labios de rumbo y procedí a besar sus muslos, cerca de su entrepierna.

Ahora sus movimientos se volvían cada vez más intensos. Buscaba mi boca y yo la aproximaba hasta su punto débil, pero siempre cambiaba de dirección, haciéndola sufrir un poquito más.

—Karina...—iba a suplicar que acabara ya con su tortura, pero en cuanto la escuché supe que había llegado al extremo y tenía que complacerla—¡Aaah!

Un gemido más alto de lo que habría esperado surgió de su boca sorprendiéndonos a ambas ya que mi presión sobre su clítoris fue algo inesperado para ella.

Besé aquella parte por encima de sus bragas hasta que ya no aguanté más y las retiré del todo.

Tenía a Minjeong completamente desnuda en mi cama, aquella visión era lo más parecido a estar flotando en el cielo. Su imagen, mezclada con el olor dulce que de ella emanaba hacía que me sintiera hipnotizada. No podía parar, quería todo de ella.

Separé un poco más sus piernas contemplando su humedad. Con mis pulgares froté toda la zona para después volver a utilizar mi boca. Su sabor era igualmente atrayente y la textura demasiado suave, tras unos cuantos besos que la hicieron murmurar algo sin sentido pasé a utilizar mi lengua. La moví al compás de sus golpes de cadera, Minjeong era muy fácil de leer y se frotaba contra mi lengua sin reparo.

—Mmmmhh—sus gemidos sonaban cada vez más agudos.

Me dio a entender que estaba aproximándose al orgasmo, tanto por el ruido como por el movimiento que incrementaba la velocidad poco a poco.

Just Like A Movie | WinRina & HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora