No todas las personas cuentan con la misma suerte de nacer en una buena familia y tener estabilidad económica.
Shin Helen es una estudiante que a tenido todo en la vida de una persona millonaria. Estudia en la mejor universidad de Seúl y peculiarme...
La chica corría a más no poder, se quejaba por ser tan despistada y lo peor ser la más dormilona de su familia. No podía tener otro retraso pues esta vez sí que le pondrían una ficha en su expediente y lo peor seria que seria notificado a sus padres.
Helen solamente tenía cinco minutos para llegar a su primera clase que por suerte estaba en el primer nivel pero el salón era el último.
Respiro profundo tratando de calmar su respiración agitada, su pecho subía y bajaba erráticamente. Luego de unos minutos estaba más relajada y entró al salón donde la puerta estaba abierta busco a su amiga y camino para tomar asiento a su lado.
Hasta que al fin llegas — expresó al verla
No quiero que esto se haga costumbre — hablo preocupada por haber dormido de más.
Bueno yo diría que..— en ese momento el maestro ingresó cerrando la puerta y sabían que ya no podían hablar pues en esa clase de álgebra debían poner totalmente atención ya que no era un docente que explicara dos veces y si lo hacía tenían suerte porque estaba de buenas.
Después hablamos — le susurro Helen a su amiga, haciendo que ascendiera con su cabeza.
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¿Si conoces el despertador verdad? — Haneul llevo un poco de arroz a su boca mientras le preguntaba.
No se que me esta pasando esta es la segunda vez que llego algo tarde — la castaña tomó un sorbo de su refresco pensativa.
Escucha, entiendo que tu hermano este aquí y quiera pasar tiempo contigo pero deberías decirle que asistir a clases también es importante — dijo pensando que el hermano la retenía.
El no es el problema soy yo — dio un suspiro — Anoche insistí en hacer una pijamada y sin darnos cuenta se hizo la 1:00 de la madrugada, a él no le cuesta levantarse temprano pero a mi si.
Bueno, ¿qué haré contigo? — levantó sus hombros restándole importancia. — Helen por cierto, necesitaré de nuevo..
¡No! — dijo de inmediato suponiendo lo que diría.
Hay por favor ni siquiera sabes lo que diré — se quejo
Pedirás de nuevo mi auto y mi respuesta es no — la miro, tomo con sus palillos un poco de Kimchi y lo llevó a su boca.
De hecho no es el auto es uno de tus vestidos de fiesta — sonrió tratando de verse inocente como siempre hacía para querer convencerla.
Parece que los vestidos que compre son mas para ti que para mi — hizo una mueca fingiendo molestia.
Pues si la dueña no le da uso que mejor que su mejor amiga, ¡eh! — movió sus hombros con emoción así como sus cejas.
¿Por qué no me invitas a ir contigo? — la miro molesta dejando los palillos a un lado.
