No todas las personas cuentan con la misma suerte de nacer en una buena familia y tener estabilidad económica.
Shin Helen es una estudiante que a tenido todo en la vida de una persona millonaria. Estudia en la mejor universidad de Seúl y peculiarme...
Helen llevaba tres semana en donde recibía el mismo tipo de flores pero con diferentes decoraciones y arreglos. No se molestaba al contrario le encantaba que tuviera un admirador secreto. Aquellos arreglos junto con pequeñas dedicatorias y chocolates los recibía dos veces por semana y aun sentía curiosidad de saber quien era.
La madre de la chica seguía pensando que era Yoongi quien se las mandaba pero la castaña en una salida le preguntó si era él a lo que le respondió que nunca le mandaría algo así pues no era su estilo cursi y ella lo sabía pero no perdía nada con preguntarselo.
Conversó con su hermano algunas veces expresándole lo inquieta y curiosa que estaba de saber quien era. Le comento a su mejor amiga Haneul haciendo que esta pegara el grito en medio del comedor de la universidad donde algunos la vieron molestos.
— Tranquilizate no es cosa del otro mundo — la miro un poco molesta por llamar la atención.
— Es que no entiendes, esto es nuevo para ti — le recordó pues ambas sabían que no era que la castaña recibiera detalles.
— Ya lo se pero... no se quien las envía solo me llegan las flores y una dedicatoria — hablo pensativa caso contrario a su amiga quien estaba emocionada.
— No se porque te preocupas, solo vive el momento y disfruta de que alguien está interesado en ti — alagó para que se sintiera segura de sí misma.
— ¿Y si es un acosador? No, peor aún ¿un asesino serial? — hablo con temor. Haneul solo rodo los ojos por las tonterías de su amiga.
— Tanto te cuesta creer que alguien te ve hermosa que hasta te manda detalles — la miró cansada.
— Es que no se...
— Es que nada. Helen alguien gusta de ti y te manda detalles para que sepas que es así. Cuando esta persona tome valor se presentará por los momentos solo recibe y comete los chocolates sino lo haré yo — tomo la caja de chocolates y empezó a comer algunos bajo la mirada de la chica.
Pensó por algunos momentos y su amiga tenía razón debía ser alguien que la miraba bonita así que lo dejaría ser.
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Dentro de aquella floreria TaeHyung se movía de un lugar a otro pues se le había acumulado los pedidos de esa tarde. Por estar pensando como hacer los arreglos de su chica, descuido los pedidos pendientes así que se encontraba terminando ya el tercer pedido de ese dia faltándole cuatro más.
Mantenía comunicación con el hermano de Helen donde este le daba ciertos consejos para conquistarla. Mientras empezaba con el siguiente arreglo floral de girasoles una notificación llegó a su teléfono, lo sacó de su delantal y lo desbloqueo para ver quien era.
TaeYoon Ya es hora de que lo reveles. ✔Enviado 9:36 am
Al terminar de leerlo sus nervios salieron a flote pues no pensó que tan pronto tendría que darse a conocer. Se había sentido con mucha confianza enviando las flores y a la distancia la veía como recibía aquello con dudas al inicio pero que poco a poco sus expresiones cambiaron donde pareciera que ahora ansiaba recibir las flores y los dulces.
Decidió responder el mensaje esperando que TaeYoon lo apoyara.
TaeHyung Quisiera esperar un mes más. ✔Enviado 9:42 am
Se mordía la uña del dedo pulgar esperando respuesta y al ver "Escribiendo" en la pantalla pareciera que aquellos segundos eran eternos.
TaeYoon Ni un mes más.
✔Enviado 9:47 am
Soltó el aire retenido sintiendo alivio pues pareciera que esperaba aprobación de un padre. Así que con los ánimos en la nube se dispuso a terminar los arreglos para enviarlos en horas de la tarde. Tomó de nuevo su teléfono para escribirle a su hermano ya que estaba muy ocupado que le pediría un favor.
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La castaña se encontraba esperando sentada en una banca de la estación del tren. Hace algunos días que el auto le volvió a fallar y esta vez tuvo que decirle a su hermano. Este solo le mencionó que al terminar de trabajar iria por el auto y por ella pero Helen le aseguro que tomaría el tren pues ya lo había hecho antes.
Mientras esperaba tenia los auriculares en sus oídos escuchando música clásica. Haneul se había quedado en la universidad para reponer un examen que no aplicó pues ese día faltó por estar enferma fue la excusa pero en realidad era que no había estudiado, así que le pidió que no la esperara pues no sabia cuanto tiempo se podría tardar.
Un chico castaño bajaba de un tren con un arreglo hermoso en sus manos. Dentro de aquel subterráneo habían varios comercios de dulcerías, cafeterías, panaderías y empresas de envíos y encargos. Se dirigió buscando el comercio de envíos express local para hacer lo que su hermano le pidió.
— Me debes muchas Kim TaeHyung — balbuceo quejándose porque no le gustaba ser mandadero — Te las llevo contadas — seguía replicando mientras caminaba hacia el lugar que había encontrado.
Un tren se estacionaba frente a la chica donde esta se dio cuenta y se puso de pie. Sus puertas abrieron y espero paciente que las personas salieran para ella entrar. Cuando ya nadie más salía varias personas ingresaron incluyéndola, busco un asiento pero estaba lleno así que le tocaba irse de pie.
Dio un suspiro y se aferró a las cuerdas que estaban en el techo y la otra mano a una barra mirando hacia afuera que se visualizaba los locales. Su enfoque se detuvo al ver a lo lejos un arreglo que lo reconocería donde fuera y eso llamó su atención inmediatamente. La persona estaba de espaldas entregandola y dedujo que estaba haciendo la entrega para su envió. Estaba ansiosa por querer descubrir quien era.
— ¿Quien eres? — susurro achicando sus ojos para tratar de ver con claridad quien era la persona que ahora se encontraba de perfil.
El chico terminó de realizar los arreglos del pedido y se giró para caminar y buscar un tren que lo llevará de nuevo hacia su hogar pero varias personas se cruzaban enfrente evitando verlo con claridad. Helen estaba por bajar del tren y no le importaba si tendria que comprar otro boleto pero queria saber quien era y si conocía esa persona o no.
Camino buscando la salida y se quejaba por haberse ido tan atrás, aprovechaba que las personas aun entraban y cuando estaba por salir las puertas se cierran donde apoyó sus manos al vidrio de la puerta sintiendo como se movía y solo miraba como aquella persona había llegado a sentarse a esperar donde había estado antes. El tren había avanzaba y no supo quien era la persona que se los enviaba.
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