TREINTA DÍAS . Alrededor de apenas un mes se había concretado desde el último accidente , desde que la prisión y woodbury habían unido fuerzas para formar una sola comunidad . Un mes también que se había cumplido desde que Alessandro y Merle contrajeron matrimonio , y no podrían estar más felices de haberlo hecho . Cada uno de los dos se le había otorgado una tarea distinta cada uno , el cazador cumplía con el arduo trabajo que conllevaba mantener a raya a los caminantes que se acumulaban en la reja mientras que el Dixon italiano se encargaba de atender las necesidades de los ancianos de la comunidad . Ayudándolos a qué pudieran lograr ser de valor para el grupo , tejían suéters y mantas para el invierno , también les encontraba uso a los conocimientos que cada uno tenía y ma importante , los escuchaba y les hacía saber que eran igual de importantes que cualquier otro miembro activo de la comunidad . Sus dos personas preferidas de aquel grupo eran dos mujeres , Jeanette y Gladys , la primera era una anciana de tez oscura y cabello afro mientras que la otra era blanca , rellenita y de cabellos color zanahoria que el italiano nunca supo cómo pero está siempre tenía un caramelo de miel en su bolsillo para darle .
Ahora mismo el ragazzo lideraba el grupo de ancianos en dirección al patio , para que pudieran almorzar y tomar un pequeño descanso con el resto .
—Bueno damas y caballeros , aerolíneas Dixon se despide , a su derecha podrán observar que están cocinando un delicioso aperitivo muy rústico el cual podrán ir a saborear— comento divertido con un falso acento francés .
—Nos vemos luego All , la sesión de hoy fue muy divertida , no me habia divertido asi en años— comento Gladys sonriente , para luego sacar mágicamente de su bolsillo otro caramelo de miel para el —Ten rollo de canela , es para ti— dijo con un tono dulce , la mujer desde que adopto aquel apodo no lo solto jamás .
—Cielos Gladys , un día de estos harás que termine saliendo rodando por la puerta— rio ligeramente aceptando el dulce .
—Es mejor así cielo , estás muy delgado , debes comer más— respondió ella pellizcando suavemente la mejilla del menor .
Una vez se fue , observo a la lejanía la figura de su esposo acercándose a el .
—¿Cómo te fue con nuestros amigables vecinos come hombres?— pregunto el italiano divertido mientras le acariciaba la espalda en un acto afectuoso .
—Trabaje como un condenado , quizas algun día cambiemos de trabajos , tu ve con los caminantes y yo me encargo de los vegetes— contesto Merle pasando su brazo por los hombros de su esposo .
—Claro , si estás preparado para llenarte de dulces y que tus mejillas terminen más rojas que un tomate de tantos pellizcos , por mi está bien— adjudicó Alessandro .