¿Sabes lo que quieres?(Gemelier)(Jesús y Daniel Oviedo)

Capítulo 39-

Capítulo 39-

12 de febrero.

─Es que a ver, me extrañaría que no fuese verdad porque la chica esta lleva mazo de tiempo detrás de él y ya sabes como es él... Y hace mucho que no se sabe que esté con ninguna chica.

─Bueno, como era... ─Le suelta su amiga. ─Porque este curso está súper cambiado...

Me estoy peinando delante del espejo del vestuario y escuchando hablar a dos compañeras de clase sin que ellas se den cuenta, porque su conversación comienza a llamarme la atención.

─Si no pregúntaselo aquí a Lorena, que para algo es su primo.

Les sonrío a través del espejo.

─¿El qué?

─Que dicen que Jesús ha quedado ya varias veces con la chica está de segundo... Buah, tía. ¿Cómo se llama? ¿La rubia?

─Elisabeth, se llama. Todo el mundo al llama Eli. Lo tiene puesto en instagram, has visto que fotazas tiene...

Me lo pienso un momento. Yo sí las he visto. Es muy guapa, y me sigue claramente porque soy la "prima" de Jesús, con el que debe de llevar obsesionada todo el curso. Suspiro ruidosamente, encogiéndome luego de hombros y disimulando el cabreo de impresión que se me está formando.

─Pues ni idea─ Respondo─ Jesús no me cuenta a quién se tira, la verdad. Pero por mi casa no la he visto.

─Bueno, Dani con Elena va muy en serio también, ¿No? ─Interroga la chica con tono amable.

Me parece que se llama Patricia. Y es maja.

─Sí, se los ve muy felices. ─Opino con sinceridad, acabando de colocarme las horquillas. ─Como a mi hermano con Nuri también. Bueno, me iré que me están esperando, chicas.

**

Llego a donde están los siete. Mi hermano, los gemelos, Nuria, Adriana, Elena y Marcos.

─Menos mal, Lore, me estaba cansando de parejitas ya... ─Ríe Jesús.

Pero no estoy para coñas.

─He perdido mi chaqueta─ Suelto, sabiendo que la expresión que tengo pega con semejante mentira─ Ven, acompáñame a ver si la encuentro en objetos perdidos o se me ha perdido por el vestuario o algo así, corre, porfa.

Los otros seis se miran sin mucho interés.

─Suerte.

─Sí, a ver si la encuentras.

Contesto con una sonrisa rápida y en cuanto entramos en el instituto nos dirigimos al tercer piso esquivando los pasillos más concurridos durante los recreos.

─ ¿Qué pasa? ─Me susurra Jesús mientras subimos.

─ ¿Elísabeth? ─Suelto, alzando las cejas.

─Tío, que no he hecho nada con ella, ya me lo han preguntado doce veces hoy. ─Se ofende Jesús en seguida.

─ ¿Entonces? ¿Porqué todo el mundo dice que sí?

Jesús alza la vista y me agarra del brazo para que entremos en el cuarto de mantenimiento de siempre, suspirando ruidosamente.

─Mira. Me habló por whatsapp varias veces esta semana y le dije que pasaba de quedar con ella. Se habrá rayado y se habrá inventando que sí que hemos quedado porque le molesta que la digan que no. Es que no es para tanto.

Lo miro mal y luego hago un puchero.

─Sí es para tanto.

─Ay, los celos─ Ríe él con expresión divertida.