Capítulo 42-

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Capítulo 42-

14 de abril.

Vuelvo de comer con Elena, Nuria, Adriana, Diana y Sofía. No es tan fácil pasar tiempo con ellas porque escucharlas hablar de con que chico podría o no podría liarme y no poder explicarles la historia Jesús Oviedo al completo es una putada. Me paso el día mintiendo por culpa del tema. Pero son un amor de niñas y estar con ellas en genial porque son súper amenas, divertidas y sinceras.

Me cruzo a mi hermano y a Dani en la puerta. Les doy un beso a cada uno con una sonrisa.

─He estado con las chicas─ Anuncio, recolocándome la mochila del instituto al hombro. ─Nuria y Ele iban ya para su casa.

─Pues tu cariñín está enfermo─ Sonríe mi hermano, haciendo que yo lo mire con preocupación.

─ ¿Qué le pasa a Jesús?

─Se le ha subido la fiebre y le duele la garganta─ Me explica Dani con un encogimiento de hombros─ Mi madre ya le ha dado algo. Pero me parece que te va a tocar llevar a Luci al entreno.

─Vale, pues voy a ver como está. ─Les digo, despidiéndome con un gesto de la mano─ Os quiero, niñatos.

─Te queremos, Lore─ Canturrean al unísono.

La amistad que mi hermano ha conseguido tanto con Dani como con Jesús es impresionante. No sé cómo ha conseguido entenderse tan bien con ellos. Ni siquiera los amigos que tienen de pequeños lo han logrado. David parece saber lo que piensan Dani y Jesús a cada rato.

**

─Hola, cariño─ Sonríe mi tía con cariño.

─Hola─ Respondo con una sonrisa.

Entro a la cocina y le doy un beso a la pequeña Lucía, que está sentada a la mesa con los deberes del cole delante.

─ ¿Está enfermo Jesús? ─Pregunto intentando disimular mi preocupación.

Mi tía me estudia un instante con atención y luego me sonríe.

─Sí, pero ya le he dado algo. De todas formas... Le tocaba llevar a Lucía a gimnasia y Dani y David han dicho que tú no tenías nada que hacer así que...

─Sí, ya me han dicho─ Sonrío de buen humor─ La llevo yo. Te puedes ir tranquila, en serio.

─Ay, muchas gracias, cariño. Si es que eres demasiado buena, ya lo digo yo siempre.

Me encojo de hombros con dulzura y le doy un beso en la mejilla a mi tía. Una vez se ha marchado, Lucía me mira.

─ ¿Vamos a ver a Jesús? ─Me propone en seguida, abriendo mucho los ojos.

Asiento con diversión y las dos subimos en seguida al piso superior para ver a Jesús. Llamo a la puerta de la habitación suavemente y abro antes de que conteste. Está tumbado en su cama con los ojos cerrados pero los abre en seguida al vernos entrar.

─Hola... ─Susurra, mientras Lucía se sienta instantáneamente a su lado y lo abrazo y yo tomo asiento al borde de la cama.

─ ¿Dormías? ─Pregunto, poniendo mi mano en su frente con cariño.

─No─ Se explica, sonriéndome con poca energía─ Ya me encuentro un poco mejor. ¿Qué tal con las chicas?

─Me han recomendado que me líe con el chico este de segundo de bachillerato. El de ojos verdes...

─Es gilipollas─ Me interrumpe Jesús, apoyando su cabeza en mi regazo.

Me echo a reír.

─Por lo demás todo muy bien. ¿Y tú qué? ¿Te traemos algo?

¿Sabes lo que quieres?(Gemelier)(Jesús y Daniel Oviedo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora