Capítulo 25-
23 de octubre.
En Sevilla los días pasan muy rápido. Entre estudiar primero de bachillerato, pasar algún rato con Di y Sof (que se han convertido en unas amigas geniales), buscar algún hueco para estar con Jesús a solas aunque sea unos minutos, intentar dedicarles algo de tiempo también a Dani, a mi hermano y a los demás(entre los que están Elena y Nuria, con las que no me pueden ver los del instituto) y también estar con Lucía... Siento que no me quedan horas en el día.
Mi hermano está igual que yo. Y los gemelos. Y mi tíos. Hasta Lucía. Puede que seamos muchos viviendo aquí, pero estamos todo el día de un lado para el otro en un orden y una velocidad pasmosas.
De hecho, a mi hermano lo estoy viendo ahora mismo intentando razonar con Dani y Jesús sobre los turnos para llevar a Lucía a gimnasia. Consulto por ellos el precioso tablero de tareas que mi tía nos ha hecho y que está colgado en el frigorífico.
─"Llevar a Lucía a gimnasia... Viernes 23 de octubre... Oviedo 1" ─Canturreo desde la cocina.
El sistema es sencillo. Es un cuadro enorme en el que mi tía ha hecho coincidir fechas y tareas en forma de columnas. En los cuadrados que corresponden pone O1, O2, M1 O M2. Que viene a significar Oviedo 1, Oviedo 2, Martínez 1, Martínez 2, para abreviar. Los números son por el orden de nacimiento y la tabla es así mucho más pequeña y cabe en la parte de arriba del frigorífico. En un vistazo compruebas que te toca hacer cada día. Muy eficiente la tabla.
Y provoca más discusiones que una herencia.
Dani y David se ríen de Jesús en seguida y chocan las cinco.
─ ¡Perfecto! ¡Entonces vamos nosotros a Sevilla!
Me encamino al salón de buen humor, masticando el Croissant que he cogido en el armario de los dulces.
─ ¿Te quedas conmigo, Lorena? ─Interroga Jesús haciendo un puchero.
Me echo a reír.
─Pues claro.
Y cuando Jesús viene a darme un beso, hago una mueca de diversión.
─Sobre todo porque si mi hermano lleva a Nuria, y Dani a Elena... Yo no quepo. ─Me explico con tono de coña.
Mi hermano y mi primo rompen a reír como locos ante mi razonamiento y yo me encojo de hombros, mirando a Jesús, que me fulmina con la mirada en ese instante.
─ ¡Chicos! ─Chilla Lucía, bajando las escaleras─ ¿A qué no sabéis qué?
─No sabemos qué─ Le confirma David, haciéndole la burla. ─Si no lo dices imposible, enana.
Lucía tiene que tener una paciencia de hierro para no cansarse de los continuos piques tontos que le dedican sus hermanos y el mío. La pequeña hace una mueca y le echa la lengua a mi hermano.
─Pues ahora no te lo digo─ Sentencia Lucía, mientras un mechón de su pelo castaño oscuro le cae desordenadamente sobre la cara.
Jesús se ocupa de colocárselo con cariño.
─A ver, dinos. ─Suspira mi... ¿Novio?
Lo cierto es que Jesús y yo no hemos hablado nunca de lo que somos exactamente pero... Si él no está con otras personas y yo tampoco... Está claro, ¿No?
─Mamá me ha dicho que por mi cumpleaños nos iremos de vacaciones a donde yo quiera, en navidades. ¿No es genial? ─Se entusiasma Lucía.
El cumpleaños de la niña es el 18 de diciembre.
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¿Sabes lo que quieres?(Gemelier)(Jesús y Daniel Oviedo)
Novela Juvenilhttps://www.youtube.com/watch?v=sXTvgtOQDgU