¿Sabes lo que quieres?(Gemelier)(Jesús y Daniel Oviedo)

Capítulo 9

Capítulo 9

─Julia─ Susurro, al ver aparecer a mi amiga en pantalla.

Estos días que llevo en Sevilla no la han cambiado demasiado.

Lo que la cambió fue todo lo que ocurrió. Como a mí.

Tiene el pelo tan rubio, bonito y largo como siempre. Y sus ojos siguen siendo igual de grandes y expresivos, pero ya no transmiten lo mismo. Y su sonrisa se ha apagado llamativamente.

─Lore─ Responde.

─Lorena─ Corrijo, sin pensarlo.

Me sonríe cansinamente, asintiendo.

─Lorena─ Repite, ladeando un poco la cabeza─ ¿Qué tal estás?

Me muerdo el labio, sintiendo las lágrimas volver a mis mejillas.

─Bien, Julia, mejor. ¿Y tú?

Ella niega con la cabeza.

─Pensé que mejor. Estas semanas había ido mejor pero hoy ha empezado el instituto. No sabes lo horrible que ha sido.

La estudio atentamente a través de la pantalla.

─No estabais. Ninguna de las dos. Y faltaba tanta gente... Ya no era lo mismo. ─Susurra ella.

Cierro los ojos, asintiendo.

─Me alegro de no haberlo visto─ Confieso.

Me alegro de no haber visto las miradas de reprobación y de curiosidad dirigidas a los que estábamos allí aquella noche, me alegro de no haber escuchado lo que se diría y se supondría por el instituto adelante y por toda la ciudad. Me alegro de no haber escuchado nada. Me alegro de no saber lo que dicen de mí.

Ella me mira fijamente.

─Ha sido mucho mejor para ti no estar allí. Ha sido horrible. ─Admite mi amiga.

─Ojalá puedas con esto, Julia.

Ella niega con la cabeza.

─Le he pedido a mi madre que me cambie de instituto─ Suelta finalmente─ No voy a volver allí. Me lo ofreció pero pensé que no sería necesario.

Ahogo un suspiro.

─Es bastante mejor─ Le concedo─ Que nadie sepa lo que sucedió ayuda mucho. Aunque no me gusta sentir que tengo algo tan grande para esconder.

─Y con lo mal que se te da mentir─ Me sonríe ella.

Le correspondo a la sonrisa.

─Te echo de menos, Julia. ─Comento, distraídamente.

─Y yo a ti, de verdad. Me apetecía mucho hablar contigo, sé que ya se ha acabado todo pero me da pena. Quería saber que estabas bien. Siento que haya sucedido todo esto.

─Yo también. Ni te imaginas cuanto. ─Respondo, revolviéndome un poco el pelo con las manos y bajando la mirada─ Aún no me lo creo.

Veo de reojo como mi amiga se frota un momento los ojos. Y luego las dos elevamos la vista hacia la pantalla, mirándonos fijamente a través de los kilómetros que nos separan.

─ ¿Tú crees que tuvimos la culpa? ─Cuestiono finalmente. ─Nunca llegué a preguntártelo.

Apenas volvimos a hablar después de aquella noche. Solo para despedirnos. Cuatro palabras mal dichas en comparación con todo lo que teníamos por hablar.

Veo las lágrimas discurrir por las mejillas de mi amiga.

Y asiente.

─Sí, sí tuvimos gran parte de culpa. ─Me dice, ahogando un sollozo. ─Nos lo buscamos nosotros.