Capitulo 5

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"por que jodida mierda hay un carruaje frente al palacio rubí???, tan pronto se canso el viejo que necesita de un carruaje para regresar a su palacio???" pensó divertido, mas su respuesta fue errónea, quedo muy sorprendido cuando vio como la maleta con sus libros era subida al carruaje.

-Vamos príncipe, suba -Lily le aconsejo, pero el solo le vio dudoso, subiendo de forma desconfiada en el carruaje, juraba que si por alguna rozan le sucedía algo los maldeciría.

"si los maldigo, se formaran maldiciones como en Jujutsu???" pensó para si mismo, analizando las posibilidades, sin darse cuenta de como Claude subía al carruaje y se sentaba frente a el.

-Mocoso -Y se sobresalto cuando escucho el llamado de una voz frente a el, relajándose medianamente cuando se dio cuenta de que solamente era su padre.

"bueno, ni que fuera bueno estar frente a Claude" pensó divertido.

-Papa??? -Pregunto inclinando su cabeza a un costado, esperando a que Claude hablara.

-La torre de magos esta preparando una poción para ti, para volverte un niño finalmente -Le prometió, recargando su brazo en un brazo y apartando su mirada hacia la ventana, observando el camino al palacio diamante.

Un sonrojo de vergüenza se formo en las mejillas de Athanasio, mas una brillante sonrisa surco sus labios a la vez que cerraba sus ojos con felicidad y alegría.

-Muchas gracias papa!!! -Agradeció y desvió su emocionada mirada a la ventana, sin darse cuenta de la leve sonrisa que cruzo por los labios del rubio mayor.

Cuando llegaron y bajaron Athanasio no podía dejar de mirar maravillado su nuevo hogar, era un palacio enorme para el solo, un lugar donde ahora habrían nuevas sirvientas que si cuidarían de el y tratarían bien a Lily.

Pero su pecho dolió un poco, no podía llamar a ese sitio su hogar aunque ahora lo fuera, su hogar era en su otro mundo, esa gran casa moderna donde vivió toda su infancia con sus padres, ante de su discusión con su padre y ser echado de casa, su hogar era con...su familia...

Agachando su mirada intentando cubrir su rostro, detestaba que lo vieran llorar, pero no lo poda evitar, habían pasado seis años desde que no los veía, todavía recordaba sus rostros y sus voces, pero sabia que en algún momento olvidaría hasta sus nombres, olvidaría que ellos eran sus padres.

-Estas bien Athanasio??? -Escucho la pregunta preocupada de Lily, que se arrodillo en el suelo frente a el, el solo asintió pero no evito el abrazo que esta le dio, escondiendo su rostro en su hombro y dejando caer sus lagrimas.

-De seguro se sorprendió al ver su nuevo palacio -Escucho la voz de Felix, que observaba la escena junto a un imponente Claude, que sentía algo raro en el pecho al ver a su hijo llorar, quería apartar a Lilian York y abrazarlo el mismo.

-Solo me sorprendí...eso es todo... -Explico separándose del abrazo y limpiando las lagrimas que caían de su rostro, sorbiendo los mocos que querían bajar de su nariz, se sentía apenado de que le vieran en dicho estado, pero no lo podía evitar.

De repente, una hilera de sirvientas y guardias salieron del palacio e hicieron una reverencia ante los cuatro, aunque ellos sabían que solo eran para sus majestades.

-Escuchen, cuiden bien del príncipe y su palacio -Claude ordeno como emperador, escuchando el coreo de afirmaciones de ambos grupos.

Posteriormente se subió al carruaje y se fue en dirección a su propio palacio, dejando solo al menor entre tanta gente, cosa que le puso ansioso, nunca le gusto estar entre una multitud, y menos ahora que era alguien importante.

-Saludos a su majestad, el príncipe heredero de Obelia -Saludaron a coro aun naciendo una reverencia.

Al ver a Athanasio incomodo Felix carraspeo y ordeno que podían volver a sus lugares, cosa que estos hicieron de forma casi automática, solo quedando una sirvienta que les sonrió de forma dulce.

-Permita me presentarme, soy Dorea, la sirvienta principal del palacio, permita me guiarlo a su habitación joven príncipe~ -Hablo en ese tono dulce que era casi empalagoso, pero no parecía hacerlo a propósito, al contrario, se veía infantil y emocionada de tener por fin un príncipe que viviera en el palacio -Athanasio asintió y empezó a seguirla, detrás del menor iban Felix y Lily, el primero atento a cualquier movimiento sospechoso, y la segunda juzgando el lugar de forma analítica.

Cuando llegaron a un pasillo al final de este había una gran puerta blanca, esos eran los principales tonos del palacio, blanco, carmesí y el oro que decoraba todo el lugar.

Al entrar en su habitación lo único carmesí con dorado era la alfombra, el resto de cosas eran blancas o bañadas en oro, también el detalle de la madera oscura, todo el lugar era acogedor en su opinión.

-Hay ropa de su talle en el armario, pero como es poca mañana vendrá el diseñador a confeccionarle aun mas, si necesita algo mas por favor hágamelo saber, señorita Lily, cuando termine de ayudar al príncipe podemos hablar un poco mas, señor Felix -Se despidió de este con un gesto de cabeza e hizo una reverencia, retirándose de la habitación, que estaba decorada con objetos de mucho valor.

-Le ayudo a desempacar príncipe??? -Pregunto Lily con voz suave, mientras que el caballero dejaba la pesada maleta repleta de libros en el suelo.

-No, yo puedo, pueden retirarse, muchas gracias~ -Sonrió agradecido y se despidió agitando su mano, y cuando ellos se fueron por fin suspiro tranquilo, se arrodillo en el suelo y empezó a desempacar sus libros desatando la sabana y sacándolos a relucir.

Cuando por fin desempaco tomo uno a uno los libros y los dejo en un mueble que estaba vació que tenia pinta de ser estantería, así que ahí empezó a ordenarlos, cuando finalizo dejo la maleta a un lado de la puerta y se acerco a la cama, sentándose en esta y luego acostándose en posición fetal.

"las sabanas huelen a jazmín, mi flor favorita, la flor del jardín de mis padres...mis padres...que será de ellos???, estarán tristes por que me fui???, papa debe de estar haciéndose el duro para consolar a mama..." y sin darse cuenta empezó a llorar de nuevo, lo peor de el es que no sollozaba como lo haría un niño de su edad para atraer atención y ser consolado, no, el lloraba en silencio sintiendo que la había cagado enorme.

"si hubiera estado concentrado, si hubiera volteado a mirar la calle, si tan solo...si tan solo siguiera viviendo estaría en casa...".

Siguió llorando un largo rato, apretando con fuerza sus puños y haciéndose cada vez mas pequeño en su bolita, cuando Lily fue a revisarlo horas mas tarde se lo encontró dormido, en dicha posición y con las mejillas empapadas en gotas saladas que hace poco habían dejado de caer de sus ojos.

"se ve que si tenia un apego emocional al palacio rubí después de todo..." pensó para si misma, levantando el pequeño cuerpo del rubio y acostarlo en una mejor posición, levantando las sabanas y tapándolo para que no pasara frio, aun si no se había cambiado de ropa no lo despertó, simplemente le dejo dormir.

Pobre alma que se derrumbaba de tan solo recordar a su vieja familia, sin saber lo que le esperaba el futuro en este nuevo mundo.

Príncipe EncantadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora