Capitulo 6

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Bostezo aun medio dormido mientras era vestido por Lily, es cierto que la sensación de la tela era mas cómoda, olía rico y se sentía mas ligera de llevar.

-Bonita ropa... -Murmuro por lo bajo mientras Lily abotonaba los botones de su chaleco, a veces no entendía esa mujer con ponerle ropa distinta todos los días, que acaso no podía repetir ropa o que???, que sucedía con el resto de su ropa que ya había usado, se la llevaban y la tiraban???.

rio atontado y luego se dio cuenta de que no estaba solo con Lily, ahora tenia un trió de sirvientas en la habitación, limpiando y ordenándola a pesar de que el llevaba ahí ya solamente dos días, en los cuales no hizo nada.

Al parecer cuando lloro frente al castillo Claude entendió que necesitaba tiempo, por lo que no lo mando a llamar hasta ese día, lo cual por cierto fue un alivio, había podido pasar dos días fingiendo estar triste por perder su hogar de nacimiento y llevo pijama todo el día, comía chocolate cuando quería, y hacia lo que quería.

Pero sus días de paz se habían terminado, lo había mandado a llamar y ahora lo estaban aprontando para ir cual cena frente a un gran dragón, cual ofrenda de sacrificio.

Cuando estuvo listo, con un pequeño traje mayormente blanco, unos holgados pantalones blancos junto a una camisa ancha y con olanes del mismo color, zapatos del mismo color con medias igualmente blancas, y un chaleco que parecía resaltar a ser lo único que no era blanco, sino celeste.

En su cuello llevaba una especie de gargantilla blanca con un zafiro con detalles dorados, y en sus muñecas llevaba lo mismo, una tela blanca de las cuales colgaban dos telas mas finas que sobresalían de la camisa en un tono dorado.

Cuando estuvo listo fue cargado por Felix, quien le dejo despedirse, por que esta vez Claude ordeno que fuera sin su nana, y salieron del palacio en dirección al garnet.

Mientras caminaban todo era silencio, simplemente escuchaban las hojas moviéndose con el viento y olían el aroma a las flores del jardín, hasta que una idea llego de repente a la cabeza de Athanasio, que despejo su mentón del hombro de Felix y le miro con curiosidad unos minutos.

-Sucedió algo príncipe Athanasio??? -Indago sin entender por que esa repentina mirada por parte del rubio, que sonrió levemente de forma que le dio escalofríos con sus ojos brillando, enserió que se parecía a su padre.

-Ne, Felix, puedo tener un jardín de jazmines en mi palacio??? -Pregunto, cosa que relajo al pelirrojo, pensando que le pediría algo mas difícil o cruel, "por que tenia que sonreír de forma malvada solo para pedir flores???" sollozo internamente mientras que por fuera le mostraba su sonrisa amable al niño.

-Por supuesto, solo tiene que pedírselo a su majestad -Y la sonrisa del menor desapareció.

-Ya no quiero nah -Bufo volviendo a recostar su barbilla en el hombro del mayor, que solo suspiro e ingreso al palacio.

Visualizaba el camino por donde pasaban y sus ojos recorrían los pasillos, y no entendía como es que no veía ni un solo alma en el palacio aparte de ellos dos, "Claude debe de tener magia, debe de ser fuerte para no tener a nadie que lo proteja...quiero ser como el algún día~" pensó con una leve sonrisa cerrando sus ojos, hasta que Felix lo acomodo en sus brazos de tal forma en la que quedo sentado mirando la puerta de la habitación de Claude.

Se estiro con pereza y golpeo con sus nudillos, espero unos minutos, y cuando la puerta no se abrió volvió a golpear mas fuerte y fastidiado, y de nuevo, sin respuesta.

"no me digas que me hizo despertarme de mi siesta y me mando a llamar solo para tomarme el pelo..." pensó frunciendo el ceño apretando con su mano izquierda aferrada a la ropa de feliz apretándola en un puño.

Príncipe EncantadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora