Capitulo 1

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Estiro sus manos y con una de ellas rodó la pelota hasta su otra mano, su rostro estaba serio y le daba escalofríos a la sirvienta que lo estaba cuidando, "como es que un bebe podía estar tan serio o no quejarse???" pensaba elle intentando ignorar al bebe y continuar cociendo.

Athanasio rodó un poco mas la pelota y luego la lanzo lejos de el, tirándose de espaldas y cerrando sus ojos insatisfecho, hacia menos de unos cuantos meses que reencarno en esa novela que estaba leyendo en su antigua vida.

Ahora, de solo imaginar todo lo que ocurriría se sentía furioso, no pensaba ser Athanasia, sufrir lo que ella sufrió o siquiera fingir ser una mujer, nunca fue una y nunca lo iba a ser, no importa de que sexo naciera.

Abrió sus ojos y observo el techo de la habitación, el gran candelabro que colgaba sobre el y que si caía por alguna falla podría matarlo.

"estas sirvientas son idiotas", pensó para si mismo soltando un suspiro, ruido que sobresalto a quien le cuidaba, por fin, después de tanto tiempo en silencio porr fin realizaba algún ruido que no sea su golpe de pequeñas manos a la pequeña bola de oro.

Se levanto rápidamente queriendo revisar que "la" bebe estuviera bien, pero retrocedió al tan solo ver la frialdad de sus ojos enjoyados, así que prefirió mejor tomar al bebe aun temblando y dejarlo dentro de su cuna, tomar sus cosas, entre ellas, sin permiso, la pelota de oro e intentar irse, cuando de repente a la habitación entro la nana de "la princesa", Lily, una de las únicas personas que tenia cerebro en ese castillo.

Cerro sus ojos fingiendo estar dormido, mientras menos tiempo pasara en manos de esas mujeres era mejor para el, no le gustaba que le cargaran a cada rato, y mucho menos cuando la ultima vez que lo hicieron fue para darle pecho.

Sinceramente, sentía escalofríos, las mujeres por mas huelga de hambre quiso hacer para que se dieran cuenta de que quería un biberón solo lo obligaban a tomar leche de un seno.

Ya relajado cayo dormido, recordando el como termino dentro de esa novela que tanto le desagradaba, sobre todo Claude, era tremendo hijo de puta, y mataba a su hija, a su propia hija!!!, o mejor dicho, la mandaba a matar, pero de todos gracias a el ella murió.

Recordaba vivida mente como si le acabara de pasar hace segundos, llevaba sus compras de la tienda de la esquina en una bolsa que cargaba con su brazo izquierdo, iba evitando a las personas basándose en su reflejo a la vez que su vista estaba agachada leyendo el capitulo.

Y mejor dicho, no era como si evitara a las personas, las personas lo evitaban a el, y como para no hacerlo, iba vestido enteramente de negro, con su capucha sobre sus cabellos y un tapabocas cubriendo la parte inferior de su rostro, parecía un delincuente juvenil, y añadiendo los insultos que soltaba a la vez que pateaba algunas cosas no mejoraba su imagen.

Si se hubiera visto en un espejo el también se habría evitado si se viera.

Cuestión, volviendo al tema.

Cuando el capitulo termino con el cuerpo de la rubia princesa colgando de una soga su furia se desato y lanzo su teléfono, que salio caro por cierto, no fue gratis, pero no fue su dinero el que se gasto, era mantenido, se lo podía permitir, pensaba.

Lo arrojo fuertemente contra la pared y este cayo con la pantalla rota al piso, y no satisfecho con ello lo piso y arrastro un poco en el sucio suelo, mirando con odio al aparato.

Luego se dio media vuelta y fue cuando un mechón de su cabello se metió en su ojo izquierdo, haciendo que su ojo ardiera y haciendo que tuviera que cruzar la calle sin mirar a ambos lados.

Lo ultimo que vio fue una fuerte luz de su ojo ciego por el ardor y como su cuerpo era golpeado y caía al piso, sintiendo los raspones y quebraduras de su cuerpo.

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