Capítulo Seis

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Sanemi se levantó temprano, incapaz de dormir profundamente debido a las preocupaciones que le rondaban la cabeza

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Sanemi se levantó temprano, incapaz de dormir profundamente debido a las preocupaciones que le rondaban la cabeza. Mientras caminaba por los pasillos del hospital, notó a Kanao, la hermana menor de Shinobu, sentada sola en una esquina, con la mirada perdida y una expresión triste en el rostro.

Se acercó lentamente, cuidando de no asustarla.

─Kanao ─dijo en voz baja─, ¿estás bien?

Ella levantó la mirada, sus ojos llenos de preocupación y miedo. ─Sanemi... tengo miedo. No quiero perder a Shinobu. Ella es mi única familia.

Sanemi se sentó a su lado, tratando de ofrecerle algo de consuelo. ─Lo sé, Kanao. Todos estamos asustados. Pero te prometo que haré todo lo posible para protegerlas a ambas. No dejaré que nada les pase.

Kanao asintió, sus ojos llenándose de lágrimas. ─Gracias, Sanemi. Significa mucho para mí.

Sanemi le dio una palmada en el hombro, tratando de infundirle fuerza. ─Somos un equipo, y saldremos de esto juntos. Confía en mí.

Kanao esbozó una pequeña sonrisa, sintiéndose un poco más tranquila gracias a las palabras de Sanemi.

Más tarde ese día, mientras el grupo terminaba de prepararse para salir del hospital, Sanemi y Masachika notaron que Iguro y Mitsuri se habían alejado un poco del grupo, conversando en voz baja.

─Mira eso ─dijo Masachika, señalando a la pareja con una sonrisa traviesa─. Parece que Iguro está pasando mucho tiempo a solas con Mitsuri.

Sanemi se rió, disfrutando de la oportunidad de molestar a su amigo. ─Sí, ¿qué estarán tramando?

Masachika se acercó a Iguro, alzando la voz intencionadamente. ─¡Oye, Iguro! ¿Qué haces ahí con Mitsuri? ¿Algún plan secreto?

Iguro se sonrojó, pero intentó mantener la compostura. ─Cállate, Masachika. Solo estábamos discutiendo nuestra estrategia de salida.

Sanemi se unió a las bromas. ─¿Estrategia? Sí, claro. No te preocupes, Iguro. Nos aseguraremos de no interrumpir tu "estrategia".

Mitsuri se rió, apreciando la ligereza en medio de la tensión. Iguro, aunque avergonzado, no pudo evitar sonreír también.

Cuando la noche cayó nuevamente, el grupo se preparó para descansar antes de la partida del día siguiente. Sanemi y Shinobu se acurrucaron juntos, buscando consuelo en la cercanía del otro.

Mientras Shinobu intentaba relajarse, Sanemi la miró con ternura. ─¿Te duele algo? ─le preguntó en voz baja.

─No, solo estoy un poco estresada ─respondió Shinobu, suspirando.

Sanemi, decidido a aliviar su tensión, comenzó a besar su cuello suavemente. Shinobu se estremeció ligeramente, sintiendo una mezcla de sorpresa y placer. Las caricias de Sanemi se volvieron más intensas, y comenzó a dejar pequeños chupetones en su piel, provocando suaves gemidos de parte de Shinobu.

─Sanemi... ─susurró ella, pero no lo detuvo.

Él continuó, sabiendo que esto podría ayudarla a olvidarse del estrés, aunque solo fuera por un momento. Después de un rato, ambos se quedaron en silencio, abrazados, dejándose llevar por la calma que traía la cercanía.

Al amanecer, Mitsuri y Kanao se encargaron de buscar los últimos suministros antes de partir. Recorrieron los pasillos del hospital, recogiendo medicamentos, vendas y cualquier cosa que pudiera ser útil en su viaje.

─Tenemos que asegurarnos de que no nos falte nada ─dijo Mitsuri, mientras llenaba una bolsa con provisiones.

Kanao asintió, enfocada en la tarea. ─Encontré más agua y algunas latas de comida. Deberíamos estar bien por unos días.

Mientras revisaban una última sala, Mitsuri notó una caja de suministros médicos que podrían necesitar. ─Perfecto, esto nos ayudará mucho.

Con los brazos cargados de suministros, regresaron al grupo, listas para el siguiente tramo de su peligroso viaje. A pesar del miedo y la incertidumbre, la determinación en sus corazones les daba la fuerza necesaria para seguir adelante.

─Estamos listas ─anunció Mitsuri al llegar con Kanao─. Podemos partir cuando quieran.

Sanemi asintió, agradecido por su esfuerzo. ─Bien, entonces es hora de irnos. Tenemos un largo camino por delante.

Con el plan claro y los suministros necesarios, el grupo se preparó para abandonar el hospital, con la esperanza de encontrar el auto de Shinobu y dejar atrás la ciudad infestada de zombies.

Con el plan claro y los suministros necesarios, el grupo se preparó para abandonar el hospital, con la esperanza de encontrar el auto de Shinobu y dejar atrás la ciudad infestada de zombies

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𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐄𝐧 𝐄𝐥 𝐀𝐩𝐨𝐜𝐚𝐥𝐢𝐩𝐬𝐢𝐬 || ˢʰᶤᶰᵒᵇᵘ ˣ ˢᵃᶰᵉᵐᶤ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora