El placer es estupendo, pero es un valor terrible como para que tu vida gire alrededor de él.
Pregúntale a cualquier drogadicto cómo le ha ido con su búsqueda del placer.
Pregúntale a una adúltera que humillo a su familia y perdió a sus hijos si, después de todo, el placer la hizo feliz.
Pregúntale a un hombre que casi se comió a sí mismo hasta matarse si el placer le ayudó a resolver sus problemas.
El placer es un dios falso. Las investigaciones muestran que la gente que enfoca su energía en placeres superficiales termina más ansiosa, más inestable emocionalmente y más deprimida.
El placer es la forma más superficial de satisfacción vital y por ellos es la más fácil de obtener y la más fácil de perder. Sin embargo, nos venden el placer las 24 horas del día.
Es nuestra obsesión.
Es lo que usamos para desensibilizarnos y distraernos.
Pero este placer, aunque no es la causa de la felicidad; más bien es el efecto. Si haces todo lo demás bien (los otros valores y parámetros), entonces el placer ocurrirá naturalmente, derivará de esto.
ESTÁS LEYENDO
Fragmentos de mi mente
DiversosHay días en los que te levantas sin ganas de hacer nada, otros que despiertas con una energía tan acumulada que ni corriendo una maratón te pueden parar, o puede ser también que te despiertes con unos deseos inmensos de terminar lo que no hiciste ay...