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Un mes después...
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Melek
- Jefe... ¿Estás seguro de que quieres llevar a los chicos a tu casa? Normalmente, solo deja que su madre o el joven Smoke entren -preguntó Azra con un tono temeroso mientras entrábamos al castillo de Gavin.
- ¿Acaso pedí tu opinión? - mi voz salió cortante, y lo miré con desdén. Azra, claramente nervioso, se disculpó rápidamente.
- Limítate a seguir órdenes. Ese es tu trabajo - le recordé con frialdad, antes de detenerme y mirarlo fijamente - Viendo que tienes tiempo para hablar de más, mejor retírate y supervisa a la manada. No te necesito aquí.
Azra se disculpó nuevamente y se alejó, y yo respiré profundo, intentando calmar mi creciente irritación. Detesto a los entrometidos.
- ¿Pasó algo? - la voz de Violeta me sacó de mi concentración. - Azra parecía a punto de llorar. ¿Está bien? Pensé que iría con nosotros - comentó, ajustando su tapaboca.
Nunca solía llevar eso. ¿Por qué ahora?
- Tiene trabajo que hacer - respondí con indiferencia, señalando su tapaboca. - ¿Estás enferma?
Ella negó mientras bajaba el tapaboca para mostrarme los labios hinchados y moreteados.
- ¿Qué te pasó? - pregunté, alarmado, al ver las marcas de colmillos en su arco de cupido.
- Te lo diré si me ayudas a quitar las evidencias - respondió, su voz llena de desconfianza.
- ¿Me permites? - pregunté antes de tocar su rostro. Ella asintió, y usé mis poderes para sanar sus heridas y borrar las marcas. - ¿Qué sucedió? - insistí mientras apartaba mis manos.
Violeta me tomó de la mano y me llevó lejos de la habitación de Gavin, como si lo que tuviera que decir no debía ser oído por su mejor amigo.
- Gavin siempre dice que soy rara porque no salgo con nadie o no muestro interés en otros, así que... decidí aceptar la invitación de un chico. Es un lobo, y estudia en nuestra universidad. Salimos a comer, y todo iba bien hasta qué... hasta que decidimos caminar. Me besó, y yo... me paralicé. No sé, simplemente quería que se alejara de mí, que dejara de morderme los labios, pero cuando intenté alejarme bruscamente, él... él me mordió. No es su culpa, es mía por alejarme, pero si Gavin me ve así... se va a enojar - hizo una pausa, mirando sus uñas mientras intentaba quitarse el esmalte. - Ni siquiera sé por qué te estoy contando esto, estoy muy avergonzada.
- No es tu culpa, es culpa de ese tipo. ¿No le enseñaron a besar? - volví a mirar su boca. Aunque ya no había rastro de lo que hizo el tipo, sentí la necesidad de calmar sus nervios. - ¿Cómo se llama?
- ¿Para qué quieres saber su nombre? - preguntó, visiblemente preocupada.
- Soy el líder de los lobos. Ese tipo y su actitud nos da mala fama. Merece un castigo.
- No tienes que fingir que te importa, especialmente cuando te metes en la cama de mi mejor amigo. Sé qué tipo de persona eres, no te preocupas por los demás, solo por ti mismo - me lanzó una mirada acusadora.
Por primera vez en mi vida, sus palabras me pesaron. Siempre he sido así, egoísta y centrado en mí mismo, pero ¿por qué me molesta que ella o Gavin me vean de esa manera? ¿Por qué me importa la opinión de estos chicos? ¿Será que pasar tanto tiempo con ellos me está afectando?
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SEDUCTORA REDENCIÓN (QUINTO LIBRO DE LA SAGA AES)
RomanceQuiero matar a mi madre. Sí, leyeron bien, quiero matar a mi madre. Puede que esto suene enfermo y retorcido para muchos, pero si hubieran vivido lo que yo he vivido por su culpa, entenderían por qué este deseo oscuro crece cada día más. Con esta pe...