27. Amor de cine.

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Dos meses después...

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Gavin

El tiempo voló. No planifiqué muchas de las cosas que ocurrieron, pero simplemente me dejé llevar. Acepté la vida tal como llegó.

Al principio, Violeta y yo nos instalamos en un apartamento. Era cómodo, pero quedaba demasiado lejos de nuestras prácticas, así que decidimos mudarnos. Revisamos un sinfín de opciones, pero al final no elegimos ninguna. Melek ofreció que nos quedáramos en su casa, usando como excusa que cuidáramos a sus gatos, aunque todos sabemos que tiene gente que se encarga de eso. Aun así, me convenció, como siempre.

De la misma forma en que me persuadió de que él mismo construiría la casa de nuestros sueños, la de Violeta y la mía. El terreno que compramos es enorme y los detalles que tenemos en mente son casi irreales. Va a costarnos todos nuestros ahorros, pero sé que lo lograremos.

Por otro lado, ya casi terminamos las clases virtuales. Solo faltan las prácticas para graduarnos, pero ahí es donde surge un problema.

-¿Todavía no te responden sobre tu solicitud en la empresa?- entré a la habitación de Violeta, buscando distraerme de la música y molestándola un poco para relajarme.

-No importa cuántas veces preguntes, la respuesta no va a cambiar. La empresa canceló mis prácticas porque tú tenías un perfil más atractivo. Ahora tengo que buscar en otro lado -respondió, fingiendo indiferencia, aunque sé lo mucho que le duele.

No era justo. Ella es más talentosa que yo en tantas cosas. Solo tuve la suerte de caerle bien a la entrevistadora aquel día.

-¿Y si renuncio? Podrías tomar mi lugar y yo...

-¡Ni se te ocurra! -alzó el lápiz que usaba en su tableta y me apuntó-. Quizás esto es una señal del universo, diciéndome que mire hacia otros horizontes. Tal vez la ilustración, o la mecánica. O ambos. Solo sé que necesito tiempo para decidir.

La había visto hundirse cuando recibió el rechazo, preguntándose qué había en mí que no tuviera ella. Me dolió verla así, dudando de su inmenso talento.

-Pero te atrasarás un año... -señale- Podría pedirle a Melek o Massimo que te ayuden a encontrar otra oportunidad.

-¡No ayudas en nada, imbécil! -respiró profundo y me lanzó una mirada asesina-Sé que me atrasaré, y claro que eso me preocupa, pero estoy lista para enfrentar más rechazos este año- dijo, escondiéndose en su tableta.

-Eres demasiado negativa -me acerqué y la abracé, aunque trató de apartarme. Mantuve la fuerza-. Eres la chica más inteligente y habilidosa que conozco. No te castigues tanto por una empresa que no vio tu valor. Tal vez solo fue cuestión de cupos, nada más.

-No era cualquier empresa, Gavin. Es la mejor. Si no vieron talento en mí para unas simples prácticas, ¿qué esperanzas tengo con las demás? Quizá me falta ser tan zalamero y alegre como tú.

-¡Auch! -abrí los ojos y luego me relajé al ver su expresión. No lo decía en serio, solo estaba enojada-. Solo fue suerte, no lo tomes a pecho. Lo que está destinado para ti llegará.

Me separé de ella y la observé. Sería un error decir que nuestra amistad era perfecta. Violeta no puede ocultar o fingir sus emociones; es demasiado honesta, pero su radicalidad la lleva a tomar este rechazo como algo personal, incluso llegando a estar molesta conmigo por haberlo conseguido.

SEDUCTORA REDENCIÓN (QUINTO LIBRO DE LA SAGA AES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora