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Después de mucho tiempo Soobin se encontraba caminando hacia la habitación de su prometido, tenía un ramo en manos y vestía ropa anaranjada que reflejaba vida y alegría

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Después de mucho tiempo Soobin se encontraba caminando hacia la habitación de su prometido, tenía un ramo en manos y vestía ropa anaranjada que reflejaba vida y alegría.

Las enfermeras como siempre le saludaron cuando lo vieron caminar hacia una de las zonas más caras en cuanto a la instalación del hospital, Niki había sido transferido ahí cuando se supo que Yang JungWon era quien estaba encargado de sus pagos médicos, además, Won había transferido la mitad de su valor de sus beneficencias médicas a los datos de Nishimura lo cual mejoro en demasía el trato y avance de su tratamiento.

Soobin de verdad no podría arrepentirse jamás de trabajar para JungWon.

Cuando estaba por llegar, Tsuki salió de la habitación y le miro con un rostro inexpresivo.

-Oh... -jadeo la chica, haciendo su boca en una "o"- estás aquí...

Choi le sonrió, caminando hasta quedar frente a ella.

-Vine a ver a Riki, hace un tiempo que estoy muy ocupado en el trabajo y no he podido venir a visitarlo consecutivamente -rio agarrando con fuerza las gerberas que llevaba en manos- compré flores para Ki, se las daré.

Estiró la mano para sujetar la manija de la puerta, dispuesto a entrar, sin embargo la chica fue más rápida y sujeto está, apretando con fuerza.

-El está dormido.

Dijo, pero justo en ese momento, una pequeña risa se escuchó de la habitación, sin dudas era la de Riki.

Los ojos de Soobin se oscurecieron al darse cuenta del objetivo de la mayor.

-Dejame pasar -ordeno hacia la prima de su prometido, bajando sus manos y mirándola con enfadó- al menos dime por qué estás dispuesta a mentirme para que me vaya sin ver a mi prometido.

Tsuki apretó con más fuerza la manija.

-Por que no me agradas -confeso, aumentando el enfado que se reflejaba en el rostro de Choi-

-Creí que éramos familia...

-Y yo creí que ya no volvería a venir después de que compraste las cunas para los bebés de tu pequeña zorra.

Escupió sin más Tsuki, haciendo que Soobin abriera los ojos con sorpresa y retrocediera, aligerando el agarre de las gerberas casi marchitas y sintiendo el golpe duro del otoño.

-¿Cómo sabes que?...

-Los vi, en la tienda donde vieron las cunas para sus gemelos -dijo la chica, sin apartarle la mirada- debo admitirlo...tiene el tipo de cara que cualquier puta nocturna.

Choi enrojeció.

-No lo llames de esa manera... -amenazo-

Tsuki jadeo.

-¿Y como lo llamo?, -dijo con enfado la mayor, más que asqueada con tocar el tema- para mí no es más que una puta barata que está embarazado del prometido de mi primo, ¿Merece algun tipo de respeto?, se metió con el hombre de una persona con cáncer, y ahora está por parir a dos bebés que tú engendraste por puro deseo, no me importa si hay sentimientos reales o solo sexo desprotegido, no importan las razones de ese adulterio no resulta ser más que una mera repugnancia.

Se busca papá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora