Capitulo 4

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Felipe no puede creer lo que ven sus ojos, tiene a su lado a nadie más y nadie menos que a su futura esposa Letizia Ortíz, que bonita es por Dios, la foto en la oficina de Jesús Ortíz no le hace justicia, sus ojos verdes son impactantes y que decir de su sonrisa encantadora, sin dudas ella no sabe quien es, si no estaría odiandolo, tiene que aprovechar la oportunidad de acercarse a ella.

Quién iba a decir que ambos estarían en el mismo avión y en los mismos asientos, que chico es el mundo, si no fuera porque su avión privado se averió a último momento, se hubiese perdido la oportunidad de viajar con Letizia

—Es un placer conocerla señorita Ortíz, déjeme decirle que usted es muy hermosa— Letizia, al escuchar el cumplido se pone roja de vergüenza y Felipe se da cuenta —lo siento señorita, no quise incomodarla.

—No por favor, no es nada, solamente que no estoy acostumbrada a los cumplidos.

—Sino esta acostumbrada es que los españoles están ciegos — dice Felipe sonriendole y Letizia queda perdida en sus hermosos labios y en esa bella sonrisa, a pesar de que le parece conocida su voz y su acento italiano no puede recordar de donde, seguro es su imaginación.

—¡Gracias! — contesta Letizia devolviendole la sonrisa y ambos se observan, sin poder apartar sus ojos ni de uno ni del otro —eres italiano ¿Verdad?.

—Sì è signora — exclama Felipe en un perfecto y hermoso italiano —Usted señorita Ortíz ¿Se dirige a Italia? —pregunta muy curioso.

—¡Si!, amo Italia, voy a descansar unos días mi cabeza y a pensar.

—¿Esta pasando por un mal momento?

—Algo así, se podría decir que por un mal momento, pero por favor tuteame, puedes decirme Leti

—Muchas gracias Leti, así lo haré, ¿A qué lugar de Italia te diriges?

—A las montañas de la Toscana, vengo a practicar paracaidismo — Felipe se sorprende al escuchar lo que acaba de decir Letizia, ¿Acaso a ella le gustan los deportes extremos como a él?

—¿De verdad Leti? Déjame decirte que me fascinan los deportes extremos y estas invitada a practicar paracaidismo en mi negocio.

—¿En tu negocio? ¿Acaso el lugar donde se realiza el paracaidismo es tuyo.?

—Asi es, en realidad es de la familia, lo manejan mis primos — los seres más insoportables que ha conocido en su vida, quienes también están en la carrera por la herencia de su abuelo.

—No lo puedo creer Francesco, ese lugar es increíble, no es la primera vez que vengo, con esta es la tercera.

—Wow, disfrutas mucho de los deportes extremos.

—¡Si!, amo la libertad. Amo volar y en el cielo, al contrario de sentir miedo, siento paz y eso es lo que necesito en este momento.

—Entiendo — contesta Felipe, Letizia ama la libertad y está por casarse con él por el dinero de su empresa, o es demasiado buena o esta realmente interesada en recuperar su patrimonio a costa de cualquier cosa, tiene varios días para descubrirlo, ya que ambos se dirigen al mismo lugar.

Cuando Felipe corto la llamada con Jesús y Letizia, uno de sus primos, Philip lo llamó para informarle que la salud de su abuelo se estába deteriorando rápidamente y el necesitaba estar con el anciano, fue la persona que lo crío cuando sus padres fallecieron en un accidente de auto, no puede dejarlo en este momento solo, encontrarse con Letizia en el mismo avión le devolvió un poco el humor que había perdido al hablar con Philip.

—¿Estás bien Francesco? — pregunta  Letizia, sacándolo de sus pensamientos.

—Lo siento leti, estaba pensando en otra cosa.

—Tus ojos se llenaron de angustia por un momento, ¿Te encuentras bien? — Letizia siempre ha sido muy perceptiva y puede darse cuenta de la tristeza que hay en su mirada.

—En realidad...no estoy bien ¿Sabes? Mi abuelo, la persona que me crío desde muy niño, esta muy mal de salud y voy a la Toscana quizás a despedirme de él —dice Felipe abriéndose a Letizia, ella surte un efecto muy tranquilizador en él.

—Oh por Dios, lo siento mucho, pero no te preocupes Francesco, verás que tu abuelo se pondrá bien al verte..

—Esperemos que así sea — no quiero que sufra Letizia. Es una buena persona y no se lo merece.

—Tu también eres una buena persona, seguro tu abuelo ha hecho un buen trabajo contigo — Felipe no puede creer, que horas antes, esa misma mujer, le decía que era el mismísimo demonio, sin embargo, cuando se trata de dinero y negocios lo es.

—¿Cómo sabes que soy buena persona?

—Lo puedo ver en tus ojos y en tu forma de ser, eres bueno y te preocupas por los demás —si supiera Letizia, que esta hablando con Con Felipe de Borbón, no pensaría lo mismo.

Pasaron varias horas charlando, comiendo y bebiendo lo que les ofrecían las empleadas del avión, hasta que finalmente se despiden en el aeropuerto

—¿De verdad no quieres que te acerque hasta el hotel Leti? —pregunta Felipe preocupado de dejarla sola en un aeropuerto tan grande.

—Estaré bien, no te preocupes Francesco, no es la primera vez que vengo. Ahora mismo tomaré un taxi, tu abuelo te espera apresúrate ve con el.

—Gracias leti, espero volver a verte.

—Deseo lo mismo Francesco —responde Letizia, acercándose para darle un beso en la mejilla en forma de despedida, pero  se mueve más rápido que ella y le da un tierno beso en los labios, toma sus valijas y se va, sin decir ni una palabra, dejando a Letizia paralizada.

A los pocos segundos recupera los sentidos y no puede creer lo que ese desconocido acaba de hacer, la acaba de besar, el beso más dulce y tierno que recibió en toda su vida. Sin dejar de pensar en eso, toma su valija y se dirige hasta la parada de taxi, allí el taxista muy amablemente, se baja del auto  y la ayuda a cargar sus pertenencias en el baúl, luego Letizia, le da la dirección del hotel y se dirigen hasta el mismo.

—¿Usted es turista, señorita? —pregunta el taxista, en un perfecto español.

—Si! Soy española, déjeme decirle que amo su país, Italia es mi lugar favorito en el mundo.

—Es un gran país señorita, España también lo es.

—Muchas gracias — ambos siguen charlando todo el camino hasta llegar al hotel. Finalmente, Letizia desciende del vehiculo para ayudar al taxista a bajar las valijas y se sorprende mucho cuando este pone en marcha el auto, llevándose todas sus pertenencias, el hombre acaba de robarle todo lo que tenía....

Un Matrimonio Por Conveniencia (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora