Capitulo 27

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Habían pasado cinco años desde la última vez que Letizia vio a Felipe de Borbón . Su vida habia cambiado tanto en ese tiempo que ya no era la misma.

Hoy, como madre de sus gemelas Bella y Beca, de cinco años, disfrutaba de una vida plena junto a ellas en Estados Unidos. También su carrera habia experimentado grandes cambios. Tras una enfermedad de su padre, tuvo que hacerse cargo de la empresa familiar, que se trasladó al país y se convirtió en una de las concesionarias más importantes, con inversores en numerosos países. Empresas Ortiz estába en su mejor momento, y ella también.

Aunque los últimos cinco años había sido arduos, Letizia habia logrado salir adelante y ahora era una mujer exitosa y empoderada, sin dejar de disfrutar de sus pasatiempos favoritos, como viajar y practicar deportes extremos.

En el mundo de los negocios, se la consideraba una mujer muy inteligente, que habia recuperado la alegría y la positividad que tenía antes de conocer a Felipe

Felipe..., sabia muy poco de él. Solo se enteró a través de Phillip de que se casó con Eva y vivían en Italia con su hijo Marco, hermano de sus gemelas. Felipe seguía siendo el implacable hombre de negocios que siempre fue y había multiplicado su fortuna en este tiempo.

Una vez logró verlo de lejos en una exposición de autos, acompañado de su deslumbrante esposa, pero él nunca la notó, ya que se fue rápidamente.

Letizia había dejado de amar a Felipe; otra persona ocupaba ahora su corazón, además de sus hijas.

Dos años después de mudarse a Estados Unidos, en una reunión de negocios, conoció a John Meyer, un joven encantador y comprometido con su carrera política, que ocupaba el cargo de senador. John era hijo de un socio importante de Concesionarias  Ortiz, y una relación de negocios se transformó en una sólida pareja y un excelente padre para sus gemelas.

Beca y Bella eran las niñas más dulces que podían existir. Eran buenas y alegres, habían adoptado a John como su padre, a pesar de saber que no lo era, amaban la música y disfrutaban tocando el piano que su mamá les regaló en su tercer cumpleaños.

Era un nuevo día en la vida de Letizia. Después de tomarse una ducha y vestirse para el trabajo, bajó a desayunar con sus hijas, quienes debían ir a la escuela. Ella las dejaba camino a la empresa.

Las niñas y John la esperaban en la cocina para desayunar. Bella y Beca se acercaron para darle un beso de buenos días, y luego abrazó a su novio por detrás, mientras él terminaba de preparar el desayuno.

-Buenos días, mi bella mujer-saludo John, enamorado. Pronto comenzarían los preparativos para su boda, y él estába muy feliz por eso.

-Hola, mi amor -respondió Leti, que no podía creer lo feliz que era a su lado. Era la persona más importante en la vida de sus hijas y en la suya, tan diferente a Felipe

-¿Preparadas para ir a la escuela, mis amores? -preguntó John a las niñas.

-¡Sí, papá! -respondió Beca- Vamos a jugar y a estudiar. Queremos ser tan inteligentes como mamá, ¿verdad, Bella? - Las niñas eran inseparables y disfrutaban de hacer todo juntas, algo que Letizia envidiaba. Le hubiera encantado tener un hermano o hermana para compartir su vida. Sin embargo, con sus hijas y John, sentía que estaba completa.

-Vamos, mis niñas. Mamá debe ir a la empresa -anunció después de que terminaron de desayunar.

Letizia subió a sus hijas al auto, se despidió de John y las llevó a la escuela. Después de despedirse de ellas, se dirigió a la empresa.

Empresas Moreno ocupaba un edificio de dos pisos con amplios ventanales que dejaban pasar la luz del sol. Tras establecerse en el país, logró trasladar a todos los empleados de España. Aunque fue difícil debido al idioma, se adaptaron rápidamente.

Al subir al ascensor para ir a su oficina, se encontró con su mejor amiga Sonsoles, ciudadana estadounidense y COO de la empresa, encargada de la creación y distribución de los autos.

-Hola, Leti. ¿Cómo estás hoy? -preguntó Sonsoles amablemente. Le debía mucho a su amiga; nadie le había dado semejante oportunidad en un puesto tan importante, a pesar de su conocimiento. Valoraba mucho su amistad y se habia convertido en la mano derecha de Letizia

-Hola, Sol, Estoy feliz Falta muy poco para nuestra primera exposición como Empresas Ortiz aún no podía creer que, después de tantos años de trabajo, en una semana estaría organizando su primera exposición. - Empresas de todo el mundo estában invitadas, incluido Felipe, el cual, esperaba que no tuviera el coraje de asistir.

-Estoy tan feliz por ti, Leti. Te lo mereces; tanto esfuerzo tiene su recompensa -acotó la joven, halagando a su amiga. Después de tanto esfuerzo, lágrimas y días sin dormir, finalmente había obtenido su mayor recompensa.

-Sí, solo espero que Felipe de Borbón no quiera venir - Letizia le había contado la historia de su matrimonio con él, el dolor y el sufrimiento que le causó, y que no quería volver a verlo nunca más.

-No creo que vaya a venir. Sabe que quien organiza las exposiciones es Empresas Ortiz y que tú eres la CEO principal; su esposa no lo dejaría.

-No sé si Felipe ha cambiado en estos años, pero no creo que le importe lo que diga Eva. Cuando se trata de negocios y dinero, no le importa nada.

-Entonces estás convencida de que vendrá -preguntó Sonsoles

-Estoy segura de que sí. Finalmente, después de cinco años, nos veremos cara a cara de nuevo.

Letizia se despidió de su amiga y se dirigió a su oficina. No podía dejar de pensar en su exesposo: ¿sería posible que asistiera a la exposición? ¿Reconocería a sus hijas? Ese era su mayor miedo. Beca y Bella se parecían mucho a la familia Borbón, según Phillip, con quien aún mantenía contacto, quien se había convertido en un gran tío para las niñas. Aunque podía inventar que las niñas eran hijas de su futuro esposo, pero si Felipe calculaba la edad que tenían, podía pensar que ella lo engañó en su matrimonio. Sin embargo, no debía darle importancia a lo que él pensara. No dejaría que algo que venga de él, volviera a afectarla.

Después de servirse una taza de café, se sentó frente a su computador para revisar su correo electrónico.

Varios invitados tenían hasta el día de hoy para confirmar su asistencia a la exposición, así que comenzó a leer correo por correo, hasta que uno le llamó poderosamente la atención y su corazón empezó a latir con fuerza...

-Hola, Letizia... -así comienzaba el correo electrónico que la dejó atónita.

Un Matrimonio Por Conveniencia (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora