Un Matrimonio Por Conveniencia (Adaptación)

Capitulo 11

Letizia le pide a Felipe encontrarse en la cafetería de la empresa. Cuando lo ve llegar vestido formalmente con un traje Hugo boss se enamora aun más de él, ¿puede ser tan hermoso? Piensa ella... Pero en su rostro no hay rastros de Francesco y eso la desilusiona mucho.

Felipe se sienta frente a ella y ambos piden un cafe. Necesita decirle todo lo que tiene en mente y que vea que no es ninguna tonta, por más que haya aceptado casarse con él, también tiene sus exigencias y su futuro hijo es una de ellas.

Sin embargo, antes de comenzar a hablar Letizia saca una buena cantidad de dinero y lo pone sobre la mesa, haciendo que Felipe se sorprenda y abra muy grande los ojos.

—Esto es lo que me prestaste en Italia.

—No es necesario, puedes guardartelo.

—No quiero tus limoznas — le dice Letizia enojada.

—Muy bien, como prefieras — Felipe toma el dinero y lo guarda —Letizia  ¿que quieres?, ¿para que querías verme? — pregunta Felipe sorprendido por la insistencia de ella, para verse.

—Tengo algunas exigencias con respecto al contrato, ¿o solo tu puedes poner exigencias?

—Claro que no, eso es lo que me gusta de ti Leti, que eres la mujer más dulce que conocí, pero tienes un carácter muy fuerte, tu serias perfecta para ser la Ceo de tu empresa. Te escucho.

—Primero no me llames Leti, segundo no uses palabritas porque conmigo ya no funciónan.

—No puedes haber olvidado todo lo que pasamos en Italia — le recuerda Felipe, burlándose.

—Pues... ¿sabes que? Si lo hice. Cuando me dijiste que tu no eras Francesco, todo lo que sentía por el se fue por arte de magia, pero gracias a ti aprendí a que no debo volver a confiar en nadie.

—Perfecto, Letizia dime tus exigencias y veré si puedo aceptarlas.

—Si no las aceptas no habrá casamiento, prefiero quedar en la calle que dejar que tu criés a mi hijo

—Letizia  no estas en condiciones de negociar, hay muchas mujeres que querrían casarse conmigo.

—Entonces porque no te buscas otra para la que arruinarle la vida.

—Porque tu eres el mejor partido, eres hermosa, inteligente, buena persona, mi abuelo quedará encantado contigo

—Así que tendras que aceptar mis exigencias si quieres que me case contigo y puedas cobrar tu bendita herencia.

—Dime te escucho.

—Primero y principal dejaras que siga trabajando en mi empresa.

—No tengo ninguna objeción —acepta Felipe

—Me dejaras ir a la exposición de los últimos modelos —sigue Letizia, enumerando sus exigencias

—Puedes ir estaremos en Italia, además por si no sabes soy el organizador.

—Tendremos relaciones sexuales solo cuando yo quiera.

—¿Por que Letizia? Sabes que la pasamos muy bien en la cama —acota Felipe, burlándose de ella al ver que se pone colorada.

—Eso cambio Felipe, no eres Francesco, no será lo mismo.

—Francesco y yo somos la misma persona.

—Podrán ser la misma persona pero Francesco era diferente, tu eras diferente como el, eras bueno, tierno, eres un gran actor. Pero yo fui la tonta porque siempre dijiste que no confiara tan rápido y que las apariencias engañan.

—Quizás el verdadero Felipe es el que conociste en Italia.

—No estoy segura, me equivoque una vez pensando que eras buena persona, no caeré dos veces...

—Perfecto Letizia, no tengo todo el día, tengo mucho trabajo que hacer, vienes conmigo a firmar o no.

—Espera falta algo más, nuestro hijo,.... Una vez que nos divorciemos el viene conmigo.

—¿Estas loca? eso sí que no, el niño se quedará cónmigo, es el futuro heredero de toda la fortuna familiar y necesita tener la educación que tuve yo.

—¿De que sirve tener tu educación si no tienes corazón? no voy a permitir que mi hijo sea un frío e insensible como tu.

—Mira Letizia, puedo aceptarte todas las condiciones que quieras pero el niño se queda conmigo.

—Entonces no hay casamiento —responde Letizia enojada, levantándose de la mesa para irse.

—Letizia no quieres conocerme enojado.

—Y tu tampoco a mi — Letizia se marcha dejando a Felipe sólo y enojado en la mesa.

Letizia se sube a su auto y se dirige a la empresa. Allí se encuentra con su padre.

—Papá tengo que hablar contigo.

—Acaba de llamar Felipe, dijo que no habrá casamiento.

—Lo siento, papá. Pero no puedo aceptar sus exigencias — exclama Letizia abrazando a su papá —quiere usarme para tener un hijo y luego quedarse con el niño y no voy a permitírselo.

—Nunca te obligamos a hacerlo hija y esta bien lo que has decidido.

—Gracias por entender papa, pero se que Felipe no se quedará tranquilo.

Letizia regresa a su casa, se toma una ducha y se sienta a mirar un poco la televisión. Necesita dejar de pensar en ese idiota de Felipe, sin embargo, por más que lo intenta no puede, lo ama tanto, jamás pensó enamorarse así de alguien y que ese alguien sea un insensible sin corazón. Siente mucha culpa por dejar que la empresa se vaya a la quiebra pero no va a permitir que un hijo suyo se convierta en algo así.

Está haciendo zapping cuando ve una noticia que le llama poderosamente la atención:

"Empresas Ortíz en la quiebra total."

"¿Cuántos empleados se quedarán sin trabajo?"

"Jesús Ortíz quebró las empresas de la familia"

"¿Que tiene que ver Felipe de Borbón en la quiebra familiar?

Letizia no puede creer lo que está escuchando, lágrimas corren por sus mejillas sin parar, esto tiene que ser obra de el, es un demonio de verdad, no le importa nada con tal de conseguir lo que quiere. En ese momento su teléfono comienza a sonar y Nota que es Felipe quien está llamando, no duda en contestar

—¿Que quieres? — grita Leti llorando.

—Te dije que no querrías verme enojado.

—Eres el mismo diablo, mi padre no te ha hecho nada, levanta esas noticias.

—Cásate conmigo, es la única manera que salga a desmentir, ahora son rumores, puedo ser más duro, tengo pruebas de los préstamos que le di a tu padre.

—¿Puedes responderme una pregunta Luca?

—Dime...

—Lo que paso entre nosotros, en Italia ¿lo planeaste para que me enamorara de ti.?

—Así esi, ¿creías que me iba a enamorar de ti? No puedo negar que eres hermosa y encantadora, pero el amor es una mierda... El dinero es lo único importante para mi.

—Esta bien Felipe, me cásare contigo pero quiero que sepas que voy a odiarte por el resto de mi vida.

—No te preocupes, puedo vivir con tu odio.

—No te la haré fácil, no seré la esposa perfecta, ni sumisa que tu quieres.

—-Lo sé querida  Leti y eso es lo que más va a divertirme de todo esto, tu carácter y mi carácter