Capitulo 12

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  La boda se realizó una semana después como Felipe lo había querido. En ella estuvieron los primos de el: Phillip, Maurice y Antoine, más no su abuelo que prefirió conocer a su nueva nieta en Italia. La ceremonia fue tan fría que ha Letizia le dio ganas de llorar, siempre había querido un matrimonio feliz como el de sus padres, que se casaron para toda la vida, y acá estaba ella casándose con la persona que amaba y que odiaba al mismo tiempo.

Ya pasaron varios días de la boda y como Letizia puso de exigencias Felipe no le toco un pelo, ni siquiera han consumado el matrimonio aún.

Esa mañana debe despedirse de su familia, de su gente, de su vida para irse a vivir a la cárcel de Italia por un año, Letizia está abrazándose a su mama cuando siente que todo a su alrededor se vuelve oscuro y pierde el conocimiento. María desesperada trae un poco de alcohol y con un algodón se lo acercan a la nariz y está comienza a reaccionar:

—Iré por un médico — dice su papá preocupado.

—Estoy bien papá — Letizia hace unos días viene sospechando y esto es la prueba más reveladora, esta embarazada.

—¿Hija estas bien? — pregunta su madre también preocupada.

—Creo que si mama, por favor nada de esto a Felipe. El no debe saber de esto.

—Está bien Leti. Pero... ¿que sucede?

—Creo que estoy embarazada, mama.

—Pero ¿como es posible? — se sorprende su mama.

—Felipe y yo estuvimos juntos en Italia. Cuando pensaba que el era Francesco.

—Dios mío, ¡seremos abuelos! Hija mía estoy tan feliz.

—Aún no lo comentes, mama. No quiero que Felipe se entere, lo que más quiero es hacerlo sufrir, lo que más desea es este hijo, tendrá que esperar por el.

Una hora después, por suerte ya repuesta Felipe pasa por ella a la casa y se suben al avión privado de el, ese avion que solo le ha traído tristezas, culpa de el conoció a Felipe la primera vez, si tan solo no lo hubiese conocido como Francesco nunca se hubiese enamorado de él.

Letizia no puede creer que este embarazada, ese bebé es fruto del amor que ella sentía por Francesco, tan falso y mentiroso como el mismo Felipe, pero su bebé la pone muy feliz, lo protegerá de toda la familia, especialmente de su padre

Felipe está a su lado tomando un vaso de whisky y le ofrece a Letizia pero ella ya no tomará más alcohol, este la ve un poco rara y le pregunta:

—¿Que sucede, Letizia? Espero que tu cara mejore cuando lleguemos a Italia, tienes que sonreírle a mi abuelo, el esta enfermo.

—Dime... ¿Tu abuelo es tan insensible y sin corazón como tu?

—No, mi abuelo es el ser más bueno y dulce de este mundo.

—Que mal habrá hecho contigo para que salgas así entonces.

—Letizia  soy tu marido ahora, respetame.

—Eres mi marido de papeles, puedo decir lo que se me de la gana, ¿como se llama tu abuelo?

—Francesco Capelli — ese nombre hace que le de un vuelco el corazón.

—Así que usaste el nombre de tu abuelo Para enamorarme.

—Leti, mira yo...

—No digas nada, déjalo como esta — Letizia esta por levantarse de su asiento cuando Felipe la toma del brazo y la arroja a sus brazos — sueltame ¿que haces? — grita Letizia intentando zafarse.

—Quédate así un rato, hecho de menos tu cuerpo Leti no sabes cuanto.

—¡Que me sueltes te digo! — exclama Letizia dándole una cachetada y Felipe la suelta como si ella quemara — ¡No me vuelvas a tocar en tu vida!

—Te recuerdo que debemos tener un hijo lo bueno de estar embarazada es que no tendrá que acostarse con el de nuevo.

—Cuando sea el momento y yo quiera.

—En presencia de mi familia tendras que ser cariñosa, nadie debe saber que esto es falso.

—No te preocupes, seré una gran actriz.

Después de unas horas finalmente llegan a Italia. El abuelo de Felipe, Francesco vive también en la Toscana, Letizia se sorprende al ver la mansión de la familia. La casa es impresionante, de 3 pisos, debe tener unas 10 habitaciones y un inmenso y bello jardín lleno de las más hermosas flores.

Cuando están por entrar a la casa son recibidos por su primo Phillip, quien muy amablemente la saluda y los hace entrar. Allí los espera Stella, la muchacha de servicio, con el almuerzo preparado.

Felipe y Letizia entran al comedor y se encuentran con los demás primos Antoine y Maurice sentados en la mesa y en la punta hay un hombre mayor de edad, con el cabello blanco, un poco más delgado de lo normal, y un rostro dulce pero pálido, seguramente la enfermedad está haciendo estragos en el.

—Por favor sean bienvenidos — dice Maurice —Letizia te presento a Francesco Capelli, nuestro abuelo — Letizia se acerca al señor y lo saluda muy amablemente.

—Hola señor Capelli, es un gusto conocerlo, Felipe me ha contado mucho de usted y de cuanto lo quiere.

—Querida Letizia el gusto es mio, y que gusto tiene mi nieto, eres muy hermosa — dice dulcemente Francesco.

—Muchas gracias — Letizia se pone colorada.

—Por favor sientate a almorzar, seguro estarán cansados.

—Gracias señor Capelli.

—Por favor díme abuelo, ahora eres mi nietita.

—Gracias abuelo — Felipe ve a Letizia tratar tan bien a su abuelo que le da mucha ternura, la ama tanto, pero el dinero es más importante, no hay lugar en su corazón para ella.

El almuerzo se lleva a cabo en paz y charlando de cosas familiares, el abuelo le contó toda la historia familiar, la muerte de los padres de Felipe, y como él lleva la gestión de las empresas Borbón, algo que lo hace sentir muy orgulloso de su nieto.

Después de almorzar Letizia se siente muy cansada y Felipe se da cuenta :

—Mi querida Leti te acompañaré a nuestra habitación, estas muy cansada.

—Gracias mi amor, si estoy muy cansada — dice Letizia actuando cariñosamente para que su abuelo no se desilucione.

Felipe lleva a Letizia a su habitación, en ella hay una cama de dos plazas.

—¿Tendremos que dormir juntos? pregunta Letizia

—Si Letizia, tenemos que actuar como marido y mujer quieras o no...

Un Matrimonio Por Conveniencia (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora