OCULTO

Capítulo 9

Luego de haber caminado por toda el área y recopilar objetos como: veladoras, una navaja de plata y un osito de peluche. Todos los chicos decidieron que la investigación se concluyó por el horario. 

Bright acompaña al de flequillo a su casa no volvió a mencionar nada de lo que le había mencionado antes de que Saint los interrumpiera aunque ve que Gun tiene interés en el tema pero el de braquets arruinó su humor. Espantó las ganas de coquetear y en lo único que pensaba era en el pelinegro; el miedo que tenía por la soledad. Además, eran las 10, incluso se había pasado de la hora que prometió a Connor. 

—Nos vemos mañana —dio la vuelta dejando a Gun en la puerta de su casa. 

—¡Bright! —llama Gun con las manos apretando los costados del pantalón por los nervios—. Ve con cuidado —dijo al final sin atreverse a tocar el tema. Triste se dió la vuelta para ingresar a su casa. 

Bright vio la melancolía dibujada en el rostro del chico de flequillo, una parte de él se sintió mal pero no le dió importancia. 

De regreso a su casa tenía planeado la excusa del porqué llegó tarde. Se sorprendió al no encontrar a Connor como lo acostumbraba a encontrar en la sala. Paso de largo a su habitación.  

—¿Qué haces aquí? —surgio un sonido de sorpresa y enojo en Bright cuando vio a Tu en su habitación colocando una pulsera en la mano izquierda de Win. 

—Le hice un regalo a Wini —contestó la hermana con una sonrisa. 

Bright se frustró, ahora su hermana sabía sobre su vecino y le dirá a su madre. Todos lo sabrán, la policía vendrá y no podrá hacer nada por resguardar a Win. Arrastró a su hermana por el brazo y la sacó de la habitación dejando en shock a Win. 

—¡Abre la puerta! —grita Tu dando golpes desde afuera. 

—¡Mocosa impertinente! ¿Quién te dió permiso de entrar a mi habitación? —alega.  

—Espera —reacciona Win, se pone de pie y llega hasta Bright para agarrar su brazo—. Yo le abrí la puerta —miente para que no regañen a Tu. 

Bright voltea hacia Win y algo en él duele por la forma tan apenada en que lo ve, se calma. 

—No debiste. Ahora le dirá a mamá —habla con un tono serio pero suave. 

—Prometió no decir nada. Ella quiere ayudar —sigue apretando su brazo esperando a que le crea. 

Bright suspira y abre la puerta, con una mirada dura se dirige a su hermana invitando a que pase de nuevo a la habitación, cierra con seguro al ver que Tu ingresa. 

—Mas te vale mantener el pico cerrado, mocosa —amenaza.

—¿Cómo es que lo puedes tener aquí encerrado? Necesita ayuda y debes denunciar a esas personas malas que lo encerraron —esta claro que Tu sabe mayor parte de la verdad. 

—Le tuve que contar. Lo siento —se disculpa Win con Bright al ver el desconcierto del contrario. 

—No es fácil y no puedes opinar —demanda Bright a Tu, sin enojarse con Win—. No todos son confiables y él necesita protección. 

—Si, si, ya lo sé pero debe existir alguien que nos ayude —se preocupa la menor porque alguien se de cuenta y no tengan un respaldo. El pelinegro le cayó bien después de que le contará su situación y de cómo lo encontró Bright, se preguntaba cómo es que había una familia tan cruel. Por eso la mayor plática se hizo amena y congenió con su vecino a quien le dió una pulsera en muestra de que puede contar con ella a pesar de ser una niña. 

—Por el momento no hay nadie. Así que nos mantendremos callados —se pone a la altura de su hermana y hace una señal de silencio—. Guarda el secreto. No querrás ser la responsable de que a Win se lo lleven y le hagan sufrir
—presiona Bright con sus palabras.