Capítulo 10

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Algo no se esperaba. La emoción que sentía estaba a punto de volverle loco. Quería regresar pronto a casa. Era extraño porque lo único que siempre anhelaba era correr lejos de su familia. Sin embargo, estar con Tu y Win comiendo juntos le dió una sensación agradable. «¿Qué me pasa?».

—¡Bright! —gritó Gun a lo lejos casi llegando al instituto—. ¡Espérame! —jadea al alcanzar al pelicafe. 

—¿Pensé que ya estabas adentro? 

—No. Antes pase al trabajo de mamá e investigue más sobre la familia Metawin —sonrió Gun, entusiasmado de compartir con Bright que se veía interesado. 

—¿Qué descubriste? 

—Ellos al parecer no solo internaron a su hija sino también a su hijo, entró en coma de una hora y luego volvió. Los médicos no entendían Pero fue un milagro. 

—¿También lo lastimaron? 

—No sabría decirte. Cómo te dije antes. Los Metawin no dieron mayor explicación, pero después de que dieran de alta a su hijo, el registro médico tiene como recomendación la visita a un psicólogo por conductas inestables. 

Cada vez le causaba una sensación de desconfianza. ¿Qué habrán hecho los padres con Win para visitar a un psicólogo? ¿Lo maltrataba antes de que lo encerraran en el sótano? La rabia consume la tranquilidad de Bright. 

—¿Es todo lo que investigaste? —cuestiona serio Bright. 

—Si. 

Bright se da la vuelta y camina a paso rápido dentro del instituto dejando a Gun preocupado y un tanto triste por su comportamiento. Se miraba enojado y pensaba que tal vez fue por su poca información. 

Bright se mantuvo con mal humor, no dibujaba, ni prestaba atención a clases, mordía el lápiz en cada oportunidad. Se imaginaba muchos malos escenarios que involucraba al pelinegro viviendo en esa casa. 

—A este paso necesitarás otro lápiz —Gun susurra al ver las mordidas en la madera. No sé explicaba como podía hacer eso. No es higiénico pero mira la ansiedad en su rostro lo que le genera compasión y preocupación—. Voy a investigar más. 

—¿Puedes averiguar si lo enviaron con el psicólogo o si tenían más familiares? —indaga Bright más interesado—. No está bien que esos criminales sigan sueltos. Debemos encontrar pruebas. 

Gun se sorprende por la determinación del pelicafe y las acusaciones. Para él también suena muy sospechoso, pero no es experto en investigaciones a penas pudo lograr sacarle información a su madre y a un personal del hospital porque no brindan información de pacientes. Suspira. 

—Tratare de encontrar más. Solo no te lo tomes tan a pecho. Probablemente todo fue un accidente y si la policía no hizo nada es porque tal vez no tuvieron nada que ver. 

Bright se molestó por las palabras de Gun, su rostro mostró hostilidad. Claro, el contrario no sabía que uno de los hijos de Metawin estaba en su casa ni en las condiciones que estaba lo que demostraba la mentira y sospechoso que se veían los Señores Metawin. Se guardo las palabras que tenía reservadas para insultar y sus ojos vieron en otra dirección. 

—Como digas —se dedicó a escribir sin mirar de nuevo al de flequillo. 

Las horas pasaron lento, la pesada clase de matemáticas terminaba tarde por enseñanza extra de parte de la profesora. Cuando el pelinegro salió del instituto podía observar las nubes negras que se asomaban en el cielo cubriendo el brillante sol. 

—Bright. Hoy iremos a otra casa —alcanza Gun al susodicho. 

—¿Qué paso con la anterior? —indaga con la misma seriedad de la mañana. 

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