Tu, salió de su habitación para ir a la cocina y sacar las fresas con crema que Connor le preparó para sentirse mejor. El novio de su madre prometió hablar con la maestra para solucionar todo y que no le levanten reporte a ella. Eso lo agradece, parecía más preocupado que su propia madre. Agarró dos tazones para llevarle a Win. Su hermano había pedido que cuide de él y ella estaba encantada de que Bright le pidiese ayuda, además que ahora cerraba sus sugerencias de todo este golpe de inquietud y malos sucesos había algo bueno y eso era Win, el vecino agradable que parecía un ave herida y enjaulada que necesitaba extender sus alas. Para la menor era como un ángel que vino a darles felicidad en medio de las penumbras y que ellos eran su medio de protección porque al lado de ellos se sentía seguro.
Cerró la puerta del refrigerador y al mismo tiempo escucho el timbre de la puerta. Se movilizó hasta allá para abrir, su sorpresa la sobrepasó cuando vio a su compañera de la escuela.
—Tu, venía a disculparme —de semblante arrepentido, Gema no sabía a dónde más mirar que sus zapatos.
—¿Cómo?
—Lamento lo que te hice en la escuela, por las cuentas de joyería que te robé, por no dejarte comer en receso y tirar pintura encima de ti —sus gestos parecen que se arrepiente pero su mirada parece esquinar.
Tu abre más la puerta y puede darse cuenta que la madre de Gema está en el auto con una mirada de absoluto enojo.
—Te han obligado. No quiero tus disculpas —cierra la puerta. No siente sinceridad.
Antes de que cierre la puerta Aum la abre con fuerza, frunce el ceño y mira fríamente a su hija.
—Cuando las personas se disculpan debes aceptar su error, se gentil.
Tu desconoce a su madre cuando observa su mirada de autoridad demandante no puede creer que la obligue a aceptar la disculpa. Su mirada pasa a Gema que medio sonríe en burla porque hasta en esto tiene las de ganar. «¿De qué sirve? Se disculpará y volverá a hacer lo mismo».
—No quiero —se niega a perdonar después de que la hayan intimidado.
Aum, da un paso adelante y cierra la puerta de un golpe tras de sí, clava los ojos serios en los de su hija con los hombros y pecho erguido.
—Maldita mocosa, tú y tu hermano me tienen harta —avanza mientras la menor retrocede con temor—. Las veces que he tenido que cuidarlos, las veces que he trabajado por ustedes y solo causan problemas.
Aprietas los puños y frunce los dientes. Una mano se eleva al lado lateral de la cabeza y mete la mano entre el cabello para estrujar cada hebra de Tu para arrastrarla hacia la cocina.
—¡Mamá! ¿Qué haces? —gritaba Tu, su cabeza dolía y sentía que su cabello se desprendía, patealaba y no sabía que hacer, su mamá la asustaba, un aire comprimido jalaba desde sus pulmones—. ¡Mamá, no! Mami, mami, mami —suplicaba con dolor.
🍁🍁🍁🍁
Win vio por la ventana la casa donde vivía y se preguntaba cuando se iban a dar cuenta sus padres de que no estaba. Esperaba que no regresarán que se olvidarán de él. Suspiro al tener la mente llena de las mismas preguntas. Movió su cabeza cuando escuchó los gritos de Tu. Algo estaba mal y salió de la habitación, su corazón palpitó fuerte cuando escucho a la menor que llamaba a su madre con dolor y pánico. Conocía muy bien esos desgarros de sonidos. Se detuvo cuando se dió cuenta que no podía arriesgarse en salir pero no podía hacer omisión de la agonía de la menor. Avanzó poco a poco y al ponerse frente a la puerta de dónde provenían los gritos se quedó en shock.
Aum tenía un cuchillo en la mano derecha mientras con la otra tenía del brazo a Tu que se retorcía de terror.
Win podía creer que los padres eran malvados, él lo vivió en carne propia pero llegar a asesinar era un límite difícil de asimilar. El aire se volvió pesado y sus muslos se tensaron cuando flexiono sus rodillas para correr hasta Tu antes de que el cuchillo llegara a ella. Se metió en medio y la punta del arma se detuvo cerca del pecho de Win haciendo un desgarre en la camisa y logrando penetrar la primera capa de piel, sangrando en totalidad pero no profundizo porque Aum soltó el afilado instrumento cuando su mente se dispersó y razonó.
—¿Quién… eres? —suelta a la menor dejando caer lágrimas, parecía torturada consigo misma, se vio las manos y el cuchillo en el suelo. Sus pies retrocedieron con torpeza y no podía creer lo que pasaba—. Tu, lo sien…
Un jadeo de sorpresa se escuchó cuando Connor entró a la casa y ve a un chico arrodillado que no conoce sangrando y Tu con los ojos llorosos tirada en el suelo con la mirada hacia Aum que parece descompuesta.
—Dios, ¿que paso aquí? —se detiene en seco Connor cuando se dirigía a Aum—. ¿Qué hace un cuchillo aquí? —teme por la respuesta y cuando ve que Aum no responde, se aleja y cubre su rostro con las manos. Su pecho duele por alguna razón.
—¿Quién carajos deja abierta la puerta? —Bright protesta al ver en la cocina la escena desorganizada, frunce el ceño pero lo que le deja a mitad de un colapso es ver sangrar a Win de rodillas en el suelo y alcanza ver el cuchillo ensangrentado. Corre hasta donde está Win y lo ayuda a levantarse «Mamá lo descubrió por eso intentó atacar» piensa Bright. «Si es así ¿Que hace Tu tirada en el suelo?». Mira a su hermana todavía llorando y sosteniendo su cabello con el rostro adolorido.
—Yo no quise, en serio no. Todo es muy confuso. En serio no quise hacerle daño a Tu y no sé quién es ese chico —tiembla Aum, confesando todo con pánico y llorando.
—¿Qué no quisiste hacer? —calcula Connor con incertidumbre—. ¿Tu, qué pasó? ¿Qué quería hacer tu madre? —Connor sospechaba y dolía que fuera algo que Aum hiciera a su hija.
—Ella la tenía sujeta, solo quise ayudar —musita Win que parece estar llorando en silencio contra la camisa de Bright quien lo tiene contra su hombro abrazando porque teme perderlo.
$¿De que hablas? —voltea a ver a su madre y luego el cuchillo y a su hermana quien tiene una marca morada en el brazo y su mente hace clic luego—. Mama iba a lastimar a Tu? —una irá se apodera de Bright y de todos los días más jodidos que ha tenido este es el peor—. ¡Estás loca!
—Aum ¿Es cierto? —añade Connor no queriendo creer. Llega hasta Aum y la sujeta de los brazos para agitar—. Reacciona, es tu hija. ¿No la amas?
A estás alturas Connor no se esperaba que su novia atacara a su hijos, sabía que tenía problemas de resignación, que se cansaba y estresa pero tales extremos. La soltó dando un empuje fuerte cuando la dejó y fue hasta la menor para abrazarla y sacarla de allí. No le importo quien era el chico que sabía que estaba lastimado pero parecía que era cercano a Bright y agradeció que estuviera para que detuviese a Aum.
—Vamos —ordenó Connor a Bright, saliendo de la cocina y llevando a Tu en brazos.
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OCULTO
FanfictionLo que puede ser un viaje, un cambio para una nueva vida; para Bright es solo una estupidez. Sus padres se acaban de divorciar y con el hecho de culpar a su madre, nos dice que odia estar con ella y su hermana. En Connecticut puede ser que las cosas...