Medio día y en el cielo carecía la luz del sol, nubes opacaban el azulado brilloso. Eso daba más preocupación al pelicafe que se le comía el estómago mientras iba en el asiento trasero del auto de su padre junto a Tu; que no había parado de llorar después del entierro de su madre. Sentía que la corbata le sofocaba, la aflojó para respirar.
—¿Nos vas a llevar de regreso? —cuestiona con un nudo en el estómago.
—Eso tendrá que esperar. Debo arreglar muchos pendientes —responde su padre viendo a través del retrovisor. Guardaba cierto secreto de que vivía con una mujer que tenía un hijo en su apartamento. Ahora debía sacarlos de allí para poder llevar a sus dos hijos pero también tenía problemas para dejar ir a su actual novia con hijo.
—¿Nos podemos quedar con Connor? —en el interior de Tu alberga una necesidad de quedarse con el novio de su difunta madre. El cariño le daba paso a no querer separarse de él.
—Mientras regreso.
—Papá, ¿Podríamos quedarnos aquí? No quiero regresar a dónde vivíamos —Bright intentó convencer a su padre. No dejaría a Win.
—Yo también —aportó Tu, sus razones de tener los últimos recuerdos de su madre y de que también estaba Win a quien no habían podido ayudar todavía le hacían querer quedarse.
—Lo pensaré —apretó el volante teniendo un impulso de querer dividir su cuerpo para estar donde están sus hijos y su otra mitad con su actual pareja—. Vayan con Connor y sean pacientes.
Tu desabrocha el cinturón y sale a prisa del vehículo, Bright la sigue sin mirar a su padre partir. Cuando llegan a la sala. Nada les había preparado para lo siguiente.
—¿Quienes son ellos?
—Bright —habla con cautela Connor—. Son los padres de Win —revela.
Tu se tapó la boca de sorpresa y de miedo, observó a su hermano que tenía una vena saltada en su frente.
—¡Ustedes no deberían de estar aquí!
—Bright, calma ¿En dónde está tu amigo? —se aproxima Connor todavía con cautela.
—No. ¿Sabes lo que le hicieron? —su rostro no mostraba enojo hacia Connor solo una súplica de tristeza.
—Lo sé, ya me explicaron todo —Connor siente pena, siente cierta empatía, sin embargo no podía ir en contra de la familia Metawin porque tenían un respaldo.
—¿Lo sabes? ¿Y por qué no haces nada? Lo encerraron como un animal, estaba solo, estaba pálido y delgado —comienza a aumentar su voz mientras Connor le toma el hombro porque parecía que quería ir sobre los padres de Win.
—Déjame explicarte, cariño —habla la madre del pelinegro con una voz suave y llena de maternidad—. No queríamos encerrarlo, es nuestro adorado hijo, pero no teníamos opción. A temprana edad le diagnosticaron esquizofrenia y no era un problema —se detuvo.
—Hasta que presentó cuadros peligrosos —prosiguió el señor Metawin—. Hablaba sobre matar a su hermanita, en ocasiones se lastimaba y tuvimos que guardar todo lo filoso bajo llave. Todo estaba bajo control hasta que nos descuidamos. Él empujó a su pequeña hermana del columpio —compartio rememorando el momento en dónde ellos a una distancia casi corriendo vieron a su hijo con una malicia dibujada en sus ojos empujar a su hermana cayendo sobre la piedra que no estaba allí antes.
—¡Mentira! ¡Quieren confundirnos! —el dolor raspaba en la garganta de Bright, él no creía capaz a tan hermoso e inocente ser de hacer tales barbaridades.
—Lo es hijo —adelanta la señora Metawin con un rostro alejado de la calma—. Después de eso él mismo se golpeó no entendíamos, lo llevamos con su psiquiatra pero había perdido la memoria.
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OCULTO
FanfictionLo que puede ser un viaje, un cambio para una nueva vida; para Bright es solo una estupidez. Sus padres se acaban de divorciar y con el hecho de culpar a su madre, nos dice que odia estar con ella y su hermana. En Connecticut puede ser que las cosas...