Verdades y una cita (2/2)

803 113 25
                                    

Max podia ser muchas cosas pero no era tonto, debía averiguar que sucedía entre Charles y Checo. Aunque por mucho tiempo tuvo incidentes con el monegasco realmente lo llegó a considerar como un buen amigo, después de todo habían estado desde niños juntos en pista y fuera de ella.

Pensaba que debía ir directamente a preguntarles pero Charles huía del tema y no podía acercarse mucho a Checo ya que Christian le dicho que durante un cortejo y más uno con condición, no debería tentar los límites y cumplir su palabra antes de cualquier cosa.

Sebastian se acerco a él durante la primera práctica libre diciendo que aunque no estaba totalmente de acuerdo en como se dio la situación, le deseaba suerte y pedía tratar bien de Checo, y después también lo amenazó con echarle el auto encima si se propasaba con Sergio antes de cumplir el trato.

Quizás si demostraba ser un alfa maduro y sensato, Sergio por su propia voluntad le contaria todos los huecos que faltaban en su historia.

¿Y como probar eso? Primeramente debe ganar esta carrera. Hamilton se iba a tragar cada una de sus palabras y dudas.

—¡Checo!— Antes de iniciar la carrera se apresuro a acercarse al omega quien lo recibió con una sonrisa.

—¿Sucede algo, Max?— Aún cuando ya debería estar acostumbradose a ver al omega en su nomex, le seguía pareciendo que se miraba totalmente apuesto en él, como si fuera destinado a usar sus colores.

—Deseame suerte— Eso no debería contar como cruzar un limite ¿verdad? Solo es apoyo entre compañeros— Si me deseas suerte, siento que esta vez ganaré.

El rostro de Sergio comenzó a tornarse de un ligero tono rojo por la ilusión en las palabras del rubio y sus brillantes ojos azules que lo miraban como él tuviera los secretos del universo. La velocidad a la que iba el corazón no podía justificarse con los nervios de la carrera.

Con un poco de timidez levanto ligeramente su puño y la vergüenza lo termino de invadir cuando se dio cuenta que los mecánicos, ingenieros y el mismo Horner los estaba viendo. Algunos más disimulados que otros.

—Espero que ganes, Max— Susurro lo suficientemente fuerte solo para ser oído por Max.

La sonrisa de Max se volvió más brillante y su olor se escapó ligeramente entre tanto químico.

Por su lado, Sergio no pudo reaccionar cuando el mas alto lo abrazo por un segundo antes de regresar a su garaje prometiendo que lo llevaría a un lugar bonito. Intento actuar con normalidad pero las manos temblaban demasiado y se sentía extasiado.

Era la primera vez que recibía el olor de Max e internamente le frustró al solo poder notar por unos escasos segundos y su omega estaba más que dispuesto a correr tras él para poder reconocerlo mejor.

Era algo amaderado pero no era el típico olor a pino, era más dulce y por alguna razón le recordaba a las cenas familiares de navidad. Era un olor bastante hogareño. Y le gustó demasiado.

 Y le gustó demasiado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Cuantas victorias para tu corazón? ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora